Por Pedro Lastra - La manifestación popular del sábado en las calles de Caracas dejó honda preocupación en el gobierno nacional, por la cantidad de personas que se lanzaron a la calle a expresar su malestar con el régimen a raíz de la imposición de la Ley Orgániza de Educación. Desde Miraflores dirigieron milimétricamente todas las acciones para tratar de desmeritar la masiva manifestación, por lo que el Presidente llamaba por radio y teléfonos a sus distintos subalternos para que desarrollaran determinadas acciones y así tratar de dispersar al río de gente que tomó las calles en la citada jornada.Dentro de las decisiones tomadas está la de detener y enjuiciar a uno de los dirigentes de la oposición, tratando de meter miedo para que bajen las protestas de calle, que tanto nerviosismo generan en los mandamases del régimen.
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