miércoles, 19 de agosto de 2009

Asociación "ASNOS"


Por: Pedro Pablo Peñaloza - ppenalozaochoa@gmail.com - Como tú, Jaqui - En días recientes la jefa de gobierno de Caracas, Jacqueline Faría, aseguró que el modelo educativo bolivariano persigue como meta que todos nuestros niños sean futuros Chávez. Dada la profundidad de esta declaración, la Asociación Nacional de Obedientes Socialistas (Asnos, por sus siglas) ha decidido pronunciarse para aclarar lo dicho por esta admirable camarada. Aunque parezca una obviedad, la exposición de Faría nos obliga a señalar que nuestro presidente es único e inimitable. No existe en todo el planeta Tierra un sistema de enseñanza capaz de esculpir una figura de la talla intelectual de nuestro bienamado líder. En este caso (y sólo en este caso) el sabio nace, no se hace. Las infinitas virtudes que enaltecen al guía de la revolución no se aprenden en una escuela. Hablamos de una grandeza innata. Por ello afirmamos que nuestro máximo jerarca se codea entre la "crema innata". Igualmente, existe otro detallito en el orden logístico que impide producir Chávez como chorizos: este país es muy grande, pero sólo tiene una Presidencia. El puesto en cuestión no estará vacante, al menos, hasta 2030. Entonces, qué haremos con ese bojote de muchachos desocupados. Ya se sabe que el ocio es la madre de todos los vicios y es posible que los chamos caigan en uno que padeció nuestro histórico paladín: la conspiración y el golpismo. Eso tampoco se enseña en un aula... En cambio, para la consolidación del proceso necesitamos formar personas que tengan la sensibilidad suficiente para identificar y venerar todos los incontables rasgos positivos que definen a esa alma pura que dirige nuestros destinos. Requerimos obedientes socialistas (como Asnos, pues), disciplinados, que sacrifiquen su derecho a disentir para mayor gloria del padre de la patria. El hombre y la mujer nuevos deben ser capaces de esbozar una sonrisa y decir a la vez "sí, mi comandante". Además, tienen que repetir con entusiasmo que "el dedo de mi presidente es el dedo del pueblo" y sentirse plenos de dicha y orgullo si aquella extremidad algún día llega a señalarlos. Dicho esto, queda claro que el proceso no quiere reproducir Chávez ad infinitum. Eso no nos sirve. Por el contrario, y aunque ella no lo haya admitido por una cuestión de falsa modestia, nosotros queremos que los chamos sean como tú, Jaqui.

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