lunes, 10 de agosto de 2009

¡Así somos!


Por: Claudio Nazoa - Qué difícil es tratar de escribir un artículo que resulte interesante en la Venezuela de hoy, sobretodo para los escritores que se supone escribimos humor. Es que a cada minuto ocurren tantas cosas malas que no hay tiempo de asombrarse ni de sentarse a escribir sobre algún tema, porque inmediatamente surge otro horror u otra locura y todos nos abocamos a ella. Yo diría que hay una distorsión, ya no de la realidad, sino del absurdo. En esto, por supuesto, quienes hacemos humor quizás tengamos una ventaja, porque los humoristas vivimos de observar la locura cotidiana para después contársela a los locos que la generaron, quienes, a su vez, creen que la cosa no es con ellos. Lo que pasa es que la primera característica de un loco, es pensar que ellos no lo están, es decir, hay que estar alerta. Mientras más crea que el tema no es con usted, peor es su estado mental. Uno comienza a buscar temas; hay tantos que no hallamos cuál escoger y a veces ocurre que todos los columnistas terminamos escribiendo de lo mismo. Por ejemplo, hoy quería escribir sobre la ley más fascista que se ha maquinado en la historia de la humanidad: la “ley de delitos mediáticos”. La señora que la inventó la cargará sobre sus hombros como una indigna cruz por el resto de su vida. El otro tema era el del cierre fascista-comunista (valga la redundancia) de 35 emisoras de radio. Están amenazando con que van a cerrar más de 200. ¡Coño… 200! Esto tampoco se ha visto en ninguna parte del mundo. Pero fíjense que no voy a escribir de esos temas, mejor les voy a contar algo muy importante: El 26 de febrero de 1956, durante el XX Congreso del Partido Comunista ruso, Nikita Kruschev denunció los horrores del asesino comunista Stalin, quien en treinta años de poder mató a más personas que su colega Hitler. Alguien, durante la denuncia, en la oscuridad de la sala, le gritó: –¿Y por qué no hablaste antes? ¡Cobarde! Nikita mandó a encender la luz y preguntó: –¿Quién dijo eso? ¿Quién dijo eso? He preguntado ¿Quién dijo eso? El silencio absoluto entre los aterrados delegados era abrumador y, en vista de que nadie contestaba, Nikita, señalándolos, les dijo: –Así era yo durante 30 años. Venezuela hoy no es la Unión Soviética ni Cuba. Aquí no tenemos miedo y mucho menos nos quedaremos callados. ¡Así somos!

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