domingo, 18 de enero de 2009

El principio del fin de Chávez


Por: Carlos Ball - Director de la agencia Aipe - En el recién publicado Indice de Libertad Económica 2009, Venezuela es el segundo país que más cayó (después de Zimbabue), por corrupción, expropiaciones y devaluaciones, y ocupa ahora el puesto 174 entre 179 naciones. Así como precios récord del petróleo han financiado los fraudes y aberraciones de Hugo Chávez, la fuerte caída del ingreso petrolero en el 2009 le dificultarán instrumentar las trampas y compras de conciencias que requiere su proyecto de eternizarse en el poder. El precio de exportación del barril petrolero venezolano aumentó de 22 dólares en el 2002 a 126,50 dólares en julio del 2008. El año pasado, el gobierno venezolano obtuvo ingresos por exportaciones petroleras de más de una cuarta parte del total de todos los ingresos petroleros recibidos desde 1999. Pero en el 2009, la situación será radicalmente diferente. Los 93.000 millones de dólares en exportaciones petroleras del 2008 caerán alrededor de 66 por ciento, a unos 32.000 millones de dólares. Parte del hueco lo tratará de cubrir Chávez con inflación, pero el cambio será demasiado brusco y sucede cuando menos le conviene. Todas las demás exportaciones venezolanas alcanzaron en 2008 apenas 6.900 millones de dólares y se estima que caerán por debajo de los 6 mil millones este año. Por la caída del poder adquisitivo del dólar, la realidad es que las exportaciones no petroleras de Venezuela se han reducido considerablemente, en términos reales, durante el gobierno de Chávez, y las exportaciones del sector privado venezolano crecen menos que la población porque solamente a los amigos del gobierno no los regulan, no los amenazan, no los atacan, no los expropian, no los multan ni los roban. El considerable aumento del valor de las exportaciones petroleras venezolanas en el 2008 se debió exclusivamente a muy altos precios en los primeros ocho meses, ya que en Venezuela la producción petrolera está en franca decadencia desde que Chávez despidió a 20.000 técnicos y profesionales que trabajaban en Pdvsa, tras la huelga iniciada en diciembre del 2002. La mayoría fue reemplazada por cortesanos de Chávez, sin conocimientos ni experiencia petrolera. La incapacidad de los funcionarios de Pdvsa y la falta de nuevas inversiones -debido a que Chávez no toma en cuenta los intereses de largo plazo del país- lograron reducir la producción petrolera a casi la mitad del tope alcanzado hace 10 años. Los chavistas hablan a menudo de expansión económica, pero mientras la demanda interna ha crecido 104 por ciento en los últimos cinco años, ese crecimiento ha sido cubierto con importaciones, las cuales aumentaron 370 por ciento. El inmenso problema que Chávez confronta es que los gastos de su gobierno requieren un precio petrolero por encima de los 95 dólares, pero se estima que este año apenas alcanzará 50 dólares, lo cual obligará a una drástica reducción y les cerrará todo acceso a fuentes de crédito del exterior, mientras Venezuela encara una grave recesión y una inflación del 50 por ciento. Previendo el desastre, Chávez ha invitado a empresas extranjeras a participar en la extracción de petróleo pesado en la Faja del Orinoco, pero más de la mitad ya le han dicho: "No, gracias". Quizás Chávez ya se está arrepintiendo de haber regalado 53.000 millones de dólares a 33 países, según estimaciones de Julio Borges, coordinador nacional del partido Primero Justicia.

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