jueves, 19 de junio de 2008

Venezuela: dos Oposiciones, dos Destinos


Por: Pedro Guillermo Paúl Betancourt - Demandando que se respeten nuestros derechos y solicitando la inmediata sustitución de Chavez - "¡Despierten! ¡No tengan miedo!"S.S. Juan Pablo II. - Venezuela vive, sin lugar a dudas, el momento más crítico y miserable de su historia contemporánea. Todos los venezolanos que nos oponemos al Régimen de Hugo Chavez, siendo la inmensa mayoría, estamos de acuerdo con esta afirmación. Aun así, de manera absurda, no todos los venezolanos que hacemos y somos oposición compartimos la misma finalidad y, mucho menos, la misma estrategia central. No voy a emitir en este espacio algún tipo de opinión sobre la estrategia electoral -mal llamada "ocupación de espacios"- que una línea opositora persigue fervientemente y, en ciertos casos para nuestro desagrado, desesperadamente. En este espacio deseo abordar el tema central del problema venezolano: la permanencia en el poder de Chavez. Para los lectores extranjeros será sorprendente que en Venezuela no estemos todos de acuerdo con la urgente necesidad de sustituir inmediatamente al Régimen Totalitario castro-comunista que nos oprime. Lamentablemente, así es. Conviven en nuestro país dos oposiciones que nos ofrecen dos destinos distintos: La primera visión ofrece esperar hasta el 2013, supuesto final de Chavez en el poder, para recobrar la libertad y surgir, de nuevo, como nación democrática a la posibilidad de ser un Estado pujante. La segunda visión, a la cual me adhiero, denuncia la necesidad imperante de recobrar la misma libertad, de surgir económicamente del mismo modo pero de manera inmediata sin esperar más tiempo. Es absurdo, irreal, alejado de la Verdad, inmoral e irresponsable ofrecerle a una nación que ha sido pisoteada, vejada; que padece hambre, corrupción galopante, ideologizació n sectaria, inseguridad jurídica y personal; que ve sus Derechos Humanos Fundamentales vulnerados sistemáticamente; que observa con desparpajo cómo el Régimen regala miles de millones de dollares venezolanos a otros países en aras de un proyecto socialista exportable decirle, viéndola a los ojos, que debe esperar cinco largos e infernales años más para encontrar de nuevo la esperanza de ser un país digno. La realidad no puede ser más clara y contundente: si en Venezuela no se da un cambio radical, que pasa por la sustitución inmediata del actual Régimen chavista, se producirá una explosión social anárquica que nos llevará a la más sangrienta y aterradora situación que haya padecido país alguno de este continente. Los vientos de violencia, resentimiento y odio que ha sembrado este Régimen cobrarán vida en la peor de las tempestades. No habrá distinción de colores políticos: ni entre buenos y malos, menos entre opositores y chavistas. En Venezuela se está gestando la más cruenta de las situaciones sociales que pueda vivir una nación: una sublevación masiva de los que no tienen contra los que sí tienen. De los que no comen contra los que sí comen, de los que estudian contra los que no estudian, de los que conservan "espacios de poder" contra los que no avizoran un espacio de dignidad... Este escrito pretende ser un llamado a la reflexión de todos los venezolanos pero en modo particular a aquellos compatriotas que se oponen al Régimen, de una u otra manera, y que, siendo dirigentes políticos, empresarios, comunicadores, profesionales o estudiantes pretenden llevar al país a un desangramiento mortal invitándolo a la desesperanza que significa continuar en esta insoportable situación económica, política y social hasta el 2013. Esta sociedad empobrecida, deprimida y cargada de problemas cotidianos como la supervivencia diaria es un polvorín de dimensiones apocalípticas. Lo que está en juego es la existencia misma de la Nación. Invito, con vehemencia patriota, a esos pocos venezolanos que se encuentran alejados de la realidad que los rodea a abrir los ojos. Los invito a despertar, a mirarse a los lados, a escuchar los murmullos populares de los sectores más desprotegidos y afectados. El llamado es y debe ser uno sólo: este Régimen Totalitario Castro-Comunista Narcoterrorista aliado de las FARC debe ser sustituido de inmediato. La fórmula para lograrlo ha sido escrita en la Historia de la Humanidad por muchas y variadas naciones en tiempos pasados, lejanos y cercanos, que han padecido el mismo flagelo. Sin ir más lejos, basta con revisar nuestra propia historia de mediados del siglo XX. El país entero; todos sus ciudadanos de buena voluntad, todas las instituciones, todos los gremios, los sindicatos, los estudiantes y en fin todas las fuerzas vivas de nuestra sociedad deben unirse en un gran pacto nacional que nos lleve a la pronta liberación y salvación de la nación. Es en la calle, organizados y unidos, exigiendo la inmediata resolución de nuestros problemas, demandando se respeten nuestros derechos y solicitando la inmediata sustitución de Chavez que lograremos sortear el destino que inexorablemente nos llevará a la anarquía y a la violencia de seguir, poco tiempo más, por la senda de la politiquería, del populismo, de la indiferencia, del individualismo, del pragmatismo y, como no, del miedo. Debemos tener el coraje de decidir ya: Paz o Chavez.

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