miércoles, 18 de junio de 2008

La miseria militar


Noe Pernía: "No podemos esperar otra cosa de la tragedia militar que nos carcome" - En la Venezuela de Hugo Chávez, "la vida ha perdido valor, no importa burlarse del dolor ajeno, cualquier cosa puede justificar la muerte de un ser humano inocente …". Lo dice Noé Pernía en una reflexión a raíz de la muerte de su compañero y amigo Javier García. Esta es su columna: El general (GN) Francisco Belisario Landis, uno de los tantos ministros mediocres que han pasado por el despacho del Interior y Justicia, se inventò un ardid para maquillar las cifras de crìmenes en Venezuela. Comenzò por desglosar los casos de homicidios y los re-clasificaba arbitrariamente. En una lista colocaba a los que habìan muerto en accidentes de trànsito, en otra los fallecidos en enfrentamientos con la policìa, en otra los que fueron asesinados por caminar de noche, allà los crìmenes con mòvil indefinido, aquì los muertos por andar asomados, etcètera. El resultado de tal operaciòn es que redujo la magnitud de la tragedia de la inseguridad, interpretàndola como un invento del tremendismo periodìstico. Este ministro pasò a la historia tragicòmica del règimen porque comenzò a hablar ante la opiniòn pùblica de "pre-delincuentes" . Segùn lo que tratamos de dilucidar los reporteros de crònica roja de aquel entonces, "pre-delincuente" vendrìa a ser todo aquel que inevitablemente se transformarìa en criminal en algùn momento de su vida (¡!).
Desgraciadamente el pueblo de Venezuela no puede esperar otra cosa de la miseria militar que lo carcome, porque una vez instalada en el poder lo ùnico que produce es mucha màs miseria civil. Miseria econòmica, miseria polìtica, miseria intelectual y hasta miseria metafìsica. El militarismo de Hugo Chàvez es un gigantesco dispositivo de miseria humana. La «miseria metafìsica» salta a la vista cuando nos preguntamos: ¿Què cosa es la vida y cuànto vale para los jerarcas del gobierno venezolano? Si un observador internacional quisiera conocer la respuesta bastarìa con que se acercase a la medicatura forense de Bello Monte en Caracas -donde està la morgue-, hablar con el dolor de las familias y confrontar luego sus observaciones con lo que declara Ramòn Rodrìguez Chacìn, otro ministro-militar mediocre e infeliz, que para esconder la tragedia de la inseguridad simplemente dice que no existe. Para los militares lo màs importante no es la vida, sino la guerra, y la guerra es la negaciòn de la vida. En este punto se dan la mano el oficial venezolano y el gringo que està en Irak… quizà porque los enemigos de ambos son igualmente prefabricados, por no decir imaginarios. Por eso el gobierno venezolano entra en black-out y da traspiès a la hora de enarbolar un discurso sobre la seguridad ciudadana. No lo logra porque con un pensamiento oficial cuartelario es imposible defender la paz de la ciudadanìa y la dignidad de la persona humana. Los militares no fueron hechos para eso. Nosotros pensamos desde hace tiempo que la criminalidad juega a favor de Hugo Chàvez porque genera y cultiva el miedo, el terror y la desconfianza. Un pueblo aterrado es màs fàcil de manipular, por esta razòn tenemos ministros del Interior y Justicia que se burlan de la inseguridad y le escupen la cara al ciudadano. La «miseria metafìsica» ocupa un terreno precisamente donde la vida ha perdido valor, donde no importa burlarse del dolor ajeno, donde cualquier cosa puede justificar la muerte de un ser humano inocente. Quienes fueron entrenados para plagar plazas y cuarteles, jamàs entenderàn la sacralidad de la vida.

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