miércoles, 18 de junio de 2008
Venezuela en el ojo del huracán
Movimiento 2-D / Democracia y Libertad Caracas, 15 de junio 2008 - El Presidente de la República está en campaña, de noche y de día. Según la Constitución Nacional , el presidente representa a todos los venezolanos y debe velar por el bienestar y la seguridad de todos los venezolanos. Pero el presidente en campaña hace lo contrario. En el tiempo oficial viaja en el avión oficial con la comitiva oficial, la guardia oficial, los dineros oficiales, y promueve a sus candidatos del PSUV oficial a través de los medios oficiales. En tiempo de inhabilitaciones no hay manera de que el Contralor de la República cumpla con su deber. Forma parte de la comitiva, y se viste de rojo mientras como un vengador reparte inhabilitaciones a diestra y siniestra. Como parte de la campaña electoral el gobierno de facto de Hugo Chávez Frías reunió a algunos importantes representantes del sector privado para participarles que había tomado determinadas medidas económicas. El parto de los montes. Un fondo de mil millones de dólares para supuestos créditos que probablemente serán concedidos según el color con que los miren. Prometió gentilezas económicas a quienes se sometan a la “colaboración con el socialismo del siglo XXI” y a a la formación de empresas mixtas con las cuales tratará de superar el fiasco y el fracaso de la revolución en materia económica. Contra lo que podría abrir las puertas al desarrollo y al dinamismo como la eliminación del arbitrario control de cambio en un tiempo en que la abundancia de divisas lo hace inexplicable, el presidente promete que el control seguirá allí por los siglos de los siglos porque es una de sus armas, como se lo aconsejó Fidel Castro. Estas medidas económicas están dirigidas a cerrar aun más el puño del Estado, estrangulando los sectores productivos, decretando a perpetuidad el intervencionismo de Estado, los controles cada vez más rígidos y la centralización de la economía al extremo, objetivo básico del Plan de la Nación 2007-2013. Mientras los precios del petróleo superan los 100 dólares el barril, la deuda externa alcanza los 45 mil millones de dólares y la deuda de Pdvsa supera los 20 mil millones. ¿Quién le explica a los venezolanos esta aberración del “socialismo” malversador? Un plan económico que rescate la productividad de los sectores agrícola e industrial de la nación no puede ser producto de las decisiones personales del presidente de la República , dictadas exclusivamente por sus intereses electorales como es visible y comprobable. Un plan económico debe ser producto del diálogo y de la concertación. No el úkase del jefe de la revolución. Destinar mil millones de dólares para el sector privado de la economía en momentos en que la crisis es profunda y los ingresos petroleros de una magnitud extraordinaria, es simplemente indicativo de que no hay seriedad en tales planes. Si a la Nicaragua de Ortega le ha enviado 550 millones de dólares según lo que allá se discute y cuestiona, mil millones para estimular la economía en Venezuela moverían a risa si esto no fuera un anuncio de la condena al hambre o a las importaciones masivas que serán el clavo caliente del cual nos agarraremos. En cambio, los gigantescos ingresos nacionales son utilizados para llevar a cabo un esquema de socialismo o de comunismo cada vez más inspirado en el pensamiento del Che Guevara. El proyecto comunista que ha fracasado en todo el mundo, y al cual el presidente le ha destinado miles de millones de dólares en estos diez años de que ha disfrutado de un poder político que no tuvo Juan Vicente Gómez. Este banco personal es utilizado para exportar la revolución a países como Bolivia y Nicaragua y para darle la mano al ávido peronismo de Argentina. Como si fuera un pequeño Imperio, Venezuela financia el ALBA, proyecto que sólo adoptan aquellos que andan en estado de necesidad. Fatigado de confusiones y escamado de las malas compañías, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, no tuvo otra alternativa que desligarse del ALBA fracasada y multimillonaria. Así andamos. Con apenas días de por medio el presidente Chávez y su gobierno han incurrido en contradicciones flagrantes. Por una parte solicitan un minuto de silencio en la Asamblea Nacional por la muerte del jefe guerrillero Raúl Reyes y pocos días después el presidente declara que las FARC le hacen el juego a los Estados Unidos, porque según él, representan la excusa perfecta para intervenir en nuestros asuntos, y les solicita que entreguen a los secuestrados de modo incondicional. Hace apenas cuatro meses pedía que a las FARC se les reconociera como fuerza beligerante, ahora dice que la guerrilla no tiene futuro en América Latina. El presidente parece que ha visto la luz. Pero, ¿por cuánto tiempo? No hay duda de que el jefe de Estado tiene razón en esto de que las guerrillas son anacrónicas. Tan anacrónicas como el comunismo, el régimen de pensamiento único y el partido único. El estilo de gobernar del presidente mantiene al país en ascuas. Un día promulga la “Ley de Inteligencia y Contrainteligencia” , y en una semana la deroga y la califica en términos tales que la oposición no se había atrevido. ¿Qué revela esto? Que Chávez calculó equivocadamente, se precipitó, y en consecuencia se vio obligado a rectificar por la presión social, incluida la Fuerza Armada a la cual no le son ni le deben ser ajenos estos desenlaces. Patria sí, pero ¡ni socialismo ni muerte! El 2 de diciembre 2007, frente al régimen de facto, la sociedad democrática se impuso con el voto, pero con una variable, que defendió la voluntad electoral, y eso se visualizó cuando los estudiantes, la Fuerza Armada , sociedad civil, dirigentes políticos y sectores de la oposición se unieron en defensa del país. De ahí que aboguemos y abogaremos por el respeto a los resultados del referéndum constitucional. El “Movimiento 2-D / Democracia y Libertad” considera como una violación a la Constitución Nacional el hecho de que el presidente de la República convoque a importantes empresarios del país para conminarlos a atarse al carro del “socialismo del siglo XXI”, sin que nadie sepa de que se trata un proyecto que hasta ahora solo ha servido como vehículo para la malversación de fondos públicos, y el cual fue rechazado por la Nación el 2 de diciembre 2007. Por el acatamiento a la Constitución Nacional. Por la vigencia del Estado de Derecho. Por el respeto a los resultados del referéndum.
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