miércoles, 21 de julio de 2010

¿917 días más?


Por: Joaquin Chaffardet - jchaffardet@gmail.com - Parte I - Recientemente tuve la oportunidad de ver la entrevista a un importante dirigente político, por cierto siempre bien informado y muy claro sobre la situación de la nación. No pierdo oportunidad de oírle pues creo que es uno de los líderes opositores que tiene más conciencia de la realidad y del enemigo que enfrentamos los venezolanos. Un televidente llamó al programa y planteó el escenario, ya asomado por muchos, sobre las posibles maniobras que el Iluminado de Sabaneta trataría de poner en práctica si pierde, como se espera, el control absoluto de la, hasta ahora, asamblea nazional. Ante este planteamiento el entrevistado dijo que una de las posibles maniobras de Chávez sería “…aprovechar los tres meses que median entre las elecciones parlamentarias y la instalación de la nueva Asamblea para acelerar la aprobación y promulgación una colección de leyes orgánicas que le dieran un sustento seudojurídico a su proyecto totalitario exterminador de las libertades y derechos ciudadanos...”. Siendo así, cabe preguntarnos ¿Si en tres meses se podría consumar parte tan importante del plan totalitario, qué no pasaría de aquí al 10 de Enero de 2013? De acuerdo a las tendencias que recogen todas las encuestas, se supone que en esa fecha el Iluminado debería entregar la presidencia de la república, lo que le daría 917 días, o sea 2 años 6 meses y 2 días para terminar de acabar con lo poco que queda del país y de libertad. Por eso intriga y molesta escuchar a ciertos personajes, políticos o entrevistadores, supuestamente demócratas o disidentes, decir insistentemente que “…Chávez debe permanecer en la presidencia hasta el término de su mandato en el 2013…”. Y en cada una de esas ocasiones, además de inmensa arrechera, me pregunto, será que son “bolsas” o se hacen los “bolsas” o será que tras su supuesto “constitucionalismo” se esconde una tremenda cobardía. O es la política del avestruz, que entierra la cabeza para no ver la realidad. O se trata de curarse en salud ante un posible desplante despótico del dictador que ponga en peligro su libertad personal. Sea cual sea la razón, desorientan a la población y siembran dudas sobre los fines que persigue la disidencia democrática. Señores disidentes, ingenuos o temerosos o bolsas o cómplices, métanse esto en la cabeza: Si Chávez desconoció el voto de 780.000 venezolanos que eligieron a Ledezma Alcalde Metropolitano, quien es el pendejo que se chupa el dedo creyendo que aceptará un resultado electoral que lo saque a él, predestinado a suceder a Bolívar, de la presidencia y termine con sus sueños de batir el record de permanencia en el poder de Fidel Castro. ¿O será que yo soy un ayatola antichavista? ¿O será que yo veo fantasmas? ¿O será que desconozco algún arma política secreta que solamente conocen y poseen algunos iluminados en la materia? Si Chávez se burló del referéndum constitucional y se aprueban en la asamblea nazional leyes para implementar el contenido de la reforma rechazada por el voto popular, ¿respetaría un resultado que lo saque de Miraflores? ¡Bájense de esa nube! La disidencia sigue actuando como si el presidente de la república y las instituciones del régimen fuesen alguno de los presidentes o instituciones de la era democrática que, digan lo que digan, respetaban la voluntad popular y el estado de derecho. ¿Se imaginan a Chávez perdiendo las elecciones por 27.000 votos y entregando el poder? Yo pienso que ¡ni de vaina! Prefiero ser mal pensado que “bolsa”. Refiriéndose a los sectores democráticos, Chávez ha proclamando de mil y una formas que “NO VOLVERAN”, sin decir por cuáles razones ni de cuales métodos se valdría para hacer efectiva esa lapidaria sentencia de muerte civil contra la mayoría de la población. Ha anunciado claramente, sin medias tintas, sin ambages, sin adornos, con toda la ordinariez y salvajismo que caracteriza su lenguaje, que no habrá institución, constitución ni ley que lo saque del poder. Y Para reafirmar su posición ha anunciado mil veces, amenazante, que el mero planteamiento de la posibilidad de su salida del poder significaría el inicio de una guerra civil. Y no se ha quedado en el discurso, se prepara para ese escenario. Está en pleno desarrollo la estructuración de una fuerza armada paralela, las milicias, para apoyar con las armas el desconocimiento de cualquier expresión de la voluntad popular que no le sea favorable y enfrentar a la población y aplastar a los sectores democráticos, tal como lo hace día a día la criminal Guardia Revolucionaria de Irán. Por otra parte, en el dudoso caso de que en el 2013 el dictador aceptara el veredicto popular y saliera del gobierno, deja sembrados elementos suficientes para quebrantar u obstaculizar cualquier proceso de regreso a la democracia: los grupos paramilitares urbanos y rurales del chavismo, estimulados, armados, financiados y entrenados desde ahora para ese fin por el gobierno fascista. Una fuerza armada, en el mejor de los casos dividida, profundamente corrompida y aparentemente sumisa a los designios del dictador. Los servicios de seguridad controlados y penetrados por los cubanos, los rusos y los iraníes. Identificar, neutralizar y expulsar a los miles de agentes cubanos y sus secuaces locales enquistados en diversos niveles de la población será una tarea ardua y de varios años. Panorama sombrío que requerirá de una política de seguridad democrática firme y una dirección política decidida y con conciencia clara de los objetivos a alcanzar para estabilizar la vida republicana y recuperar las libertades y la institucionalidad hoy perdidas. Concurrir a las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre es importante y necesaria una victoria contundente. Pero paralelamente hay que buscar y estimular, activa y decididamente, la forma de impedir que el Iluminado disponga de 917 días para completar la destrucción de la nación, la eliminación definitiva de la libertady el desbordamiento de la represión. A Dios rogando y con el mazo dando. Hay que trabajar en todos los frentes para salvar a Venezuela. !Ninguna vía puede ser descartada!. Lo que hemos visto hasta ahora es solamente el abrebocas. 917 días más con el dictador en Miraflores y habremos perdido la república.

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