Una de las tácticas de la maquinaria de propaganda del Gobierno de Hugo Chávez es "informar" a la prensa extranjera, mientras excluye de manera premeditada a la prensa nacional independiente. Esta táctica partiría del supuesto de que la prensa extranjera acreditada en el país tiene menos entendimiento de la realidad nacional, que el que tienen los periodistas venezolanos. Por lo tanto, los periodistas extranjeros serían menos "incómodos" y menos propensos a hacer preguntas "embarazosas". Además, a los corresponsales extranjeros les resulta muy difícil confrontar las medias verdades y la tergiversación de los hechos que con harta frecuencia y habilidad orquesta el Gobierno Nacional. Un buen ejemplo de esta situación fue la rueda de prensa, de este miércoles 5 de agosto, convocada por la Presidencia de la República para dar su versión sobre el caso de los lanzacohetes venezolanos AT-4 de fabricación sueca, decomisados por el Gobierno de Álvaro Uribe a los narcoterroristas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Chávez en esta rueda de prensa afirmó que los AT-4 encontrados en posesión de las FARC, pertenecían al lote de armamento que se robaron los asesinos del ataque de Cararabo en 1995. Ésta es una versión de los hechos bastante débil, que se contradice con la versión inicial del Gobierno venezolano de que ese armamento era forjado y de que sus seriales habían sido alterados, y que es tan frágil como la primera. Más aún, las explicaciones del mandatario dejaron muchos cabos sueltos, sobre los cuales los corresponsales extranjeros no pidieron explicación alguna. Por ejemplo: Si estas armas desaparecieron en 1995, ¿por qué no existe una denuncia documentada sobre éstas, dado que el ataque a Cararabo fue un hecho que conmocionó al país?Si las armas fueron robadas en 1995, ¿por qué el Gobierno de Chávez no lo dijo de inmediato al conocerse la denuncia de Colombia? y ¿por qué tampoco ha respondido a la explicación que pidió el Gobierno de Suecia a Venezuela, dado que la norma internacional obliga a que el armamento de guerra que se vende no debe caer en manos de terroristas? Si esa fuese la verdad ¿por qué el Gobierno de Chávez tardó dos semanas en convocar esta rueda de prensa para dar explicaciones del hecho? También debería haber aclarado: ¿Cómo fueron a parar las armas a las FARC, si el autor de la masacre de Cararabo fue el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia, un archienemigo de las FARC? o ¿qué hacía un arma antitanque en una zona fronteriza rodeada de selva, como lo es Cararabo? El Presidente también debió explicar ¿qué hacía la Armada venezolana, la fuerza militar a cargo del puesto naval de Cararabo, con unos lanzacohetes que pertenecen al Ejército venezolano? Y si su Gobierno no tiene responsabilidad en estos hechos ¿por qué no resolvió el impasse vía diplomática? y ¿por qué ha llegado al extremo de suspender el comercio con su segundo socio comercial?¿Podrán entender los corresponsales extranjeros el costo humano que resulta de este cierre de la frontera ordenado por Chávez? ¿Comprenderán que no será fácil sustituir las importaciones de productos básicos que vienen de Colombia, y que las que provengan de Argentina o Brasil requieren de seis semanas a dos meses para llegar al país? ¿Se darán cuenta que esta decisión del Gobierno venezolano está condenando a los ciudadanos a mayor escasez y carestía en estos tiempos de inflación?Nota del editor: Hamburg Süd aclara que no han suspendido operaciones en Venezuela, como se informara en el Opina de este jueves. VenEconomía ofrece disculpas por el error.. Disponible en inglés en: www.veneconomy.com a partir de las 4:00 p.m.
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