miércoles, 3 de junio de 2009

Symptomatology of a debacle


El Gobierno de Hugo Chávez es como una plaga. Todo lo que toca lo destruye, lo arrasa, lo deteriora, lo colapsa. Especialmente si se trata de un área o materia económica.Prueba fehaciente de esto es PDVSA. La otrora petrolera estatal manejada con criterio de negocios en provecho del Estado venezolano, que dio paso a una carcacha llena de herrumbre, desvencijada y con las arcas casi desfondadas. También exhibe la influencia negativa de la mano del Gobierno chavista el agro venezolano. La sequía de producción se evidencia en los estantes esqueléticos de mercados, abastos y supermercados, incluyendo los de Mercal y PDVAL, así como en la ingente necesidad de surtir el mercado nacional con todo tipo de rubros importados.El ejemplo más reciente de esta nefasta influencia chavista, se está palpando ahora en la legendaria y eficiente Electricidad de Caracas. Esta empresa otrora boyante y competitiva, acaba de registrar su segunda pérdida en sus 114 años de fundada. La primera pérdida la registró hace más de 25 años, cuando el gobierno de turno no le permitió un ajuste de tarifas a pesar de que la inflación impulsaba hacia el alza sus gastos operativos. Siendo una empresa privada para entonces, quienes absorbieron las pérdidas fueron sus accionistas, y la historia pasó casi desapercibida para la población. Ahora, este viernes 29 de mayo, la estatal Electricidad de Caracas, arrastrando más de cinco años de tarifas congeladas, le presenta a su Asamblea Ordinaria, con dos meses de atraso, su Informe Anual de Gestión de 2008. Lo grave es que ese balance muestra una pérdida de Bs.F.301,9 millones, versus la ganancia Bs.F.130,2 millones obtenida en 2007.Parte del problema que se observa en ese balance deficitario, está en los ingresos de venta de energía eléctrica, que de Bs.F.2,07 millardos obtenidos en 2007, cayeron a Bs.F.1,6 millardos en 2008. Eso a pesar de que vendió 2,5% más energía en 2008 que en 2007, al pasar de 11.749 GWh a 12.048 GWh. Esto sugeriría que la estatal no está cobrando el servicio a buena parte de sus usuarios, pues ni el volumen aumentó ni las tarifas han variadoOtro problema que se observa consiste en que las cuentas por cobrar pasaron en ese período de Bs.F.249,7 millones a Bs.F.792,2 millones. Mientras que las deudas se incrementaron entre 2007 y 2008 de Bs.F.65,4 millones a Bs.F.77 millones. Este deterioro recuerda al de PDVSA, donde el endeudamiento aumenta y la rentabilidad cae. Más importante aún es que los gastos de operación cayeron Bs.F.69,6 millones hasta Bs.F.1,40 millardos. A primera vista se podría pensar que la razón de esa reducción es que la estatal está optimizando la administración. Pero, cuando se le da una segunda mirada se observa que es un ahorro falaz. De lo que se trata realmente es que se eliminó la patente municipal por haber pasado a ser una empresa del Estado, y que está comprando energía a precio de descuento a otra estatal, Edelca. El punto a cuestionar ya no se reduce a que quienes tienen la responsabilidad de operar de manera eficiente las empresas de los venezolanos, las lleven a hacer aguas financieramente, lo cual debería ser objeto de sanciones. Ahora, se trata también que siendo la Electricidad de Caracas una empresa prestadora de un servicio básico, la población no tardará en sentir los estragos de una mala y opaca administración, en términos de peor calidad de vida.

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