jueves, 4 de diciembre de 2008

Nuevas tareas diplomáticas


Por: Normal Pino - normanpino@yahoo.com - La insinuación hecha por los representantes del Gobierno de que el triunfo de Barack Obama obedece a los aires de "cambio" que soplan en América del Sur, es por decir lo menos ridícula. La voluntad de cambio demostrada por el pueblo norteamericano, el cual básicamente le ha pasado factura a la desastrosa gestión económica del Partido Republicano y a su enredo en un conflicto armado aparentemente sin salida, nada tiene qué ver con el "cambio de época" gestado desde el sur de la América al que se refiere el Gobierno, el cual sí puede reivindicar mucho de su origen en la marcha de la "revolución bolivariana" .Asimismo, dejar entrever que la llegada de un afrodescendiente a la presidencia de Estados Unidos constituye una reivindicació n racial, aparte de constituir una visión simplista, significa además no entender los fundamentos y la madurez de la democracia norteamericana. Al contrario, una afirmación de esa naturaleza denota una subyacente concepción racista de nuestra parte, más arraigada y menos superada que la que se le suele adjudicar a la sociedad norteamericana.Pero las equivocaciones podrían no detenerse allí. El nuevo presidente electo y sus voceros han sido muy claros al señalar que Estados Unidos está dispuestos a dialogar con varios países considerados problemáticos, entre ellos Venezuela; pero no para sentarse a tomar café o escuchar estridencias, sino para tratar de asuntos de vital importancia como la energía, el comercio, la lucha contra las drogas, el respeto a los derechos humanos y el ejercicio efectivo de la democracia, entre otros. También hay que tener en cuenta que tampoco han dirigido precisamente piropos al régimen bolivariano, sino más bien recriminaciones muy claras en razón de la conducta del Gobierno, lo que hace presagiar que de concretarse el diálogo, éste no será fácil.Para muestra basta un botón. La anunciada intención de proponer, junto con Irán, la reducción de la producción de la OPEP en 1 millón de barriles diarios en la reunión de diciembre próximo, adicionalmente a la ya acordada, no debe sino haber causado al menos asombro en nuestros eventuales interlocutores. La idea de hacer subir los precios de la energía por vía de una contracción voluntaria de la oferta, en medio de los fundados temores de una recesión económica mundial de proporciones aún no cuantificables, no puede haber sido recibida precisamente como buenas noticias por parte de los próximos responsables del gobierno norteamericano.La iniciativa no pareciera compadecerse con la tarea destinada a reparar el daño hecho a nuestra tradicional imagen de suplidor seguro al mayor mercado mundial, situado a sólo cinco días de navegación, con refinerías concebidas para tratar nuestro petróleo pesado con redes de distribución y facilidades portuarias.El asunto pasa también por cómo recoger todo lo que se ha dicho en los últimos años contra el "imperio" y el "capitalismo" , de manera de hacerle frente a lo que a todas luces será una ardua tarea diplomática. Aunque es un poco temprano para determinarlo, a juzgar por los primeros nombramientos de Obama, su gabinete ministerial estará integrado por figuras con mucha experiencia, tradicionalmente duras y de diversos sectores, lo cual no augura un camino fácil. A los conductores y ejecutores de nuestra política exterior les espera la dura tarea de recoger los platos rotos de los últimos años y recomponer la relación bilateral con Estados Unidos. La lista luce como larga, amplia y compleja.

2 comentarios:

  1. chávez no puede darse el lujo de dialogar en buenos términos con la nueva administración en EUA ni nada que conduzca a unas relaciones normales; EUA representa al "imperio", el eterno "enemigo" de América Latina, el chivo expiatorio de todos nuestros males y el blanco sobre el cual proyectar los odios internos de la población, no vaya a ser que alguno se escape en dirección al régimen. Un año de plazo cuando mucho le doy al presidemente para guindarse por los pelos con Obama...

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  2. ¿Un año? jajajajajaja. Mucho tiempo para semejante individuo. Pero todo en la vida puede cambiar de un momento a otro. Uno nunca sabe. Es como un juego de baseball: el juego no termina, hasta que termina.

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