El "mequetrefe"

Por: Claudio Paolillo - Hubo una época, no hace mucho, en la que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, hablaba hasta por los codos acerca de la existencia de lo que él llamaba un "eje bolivariano" , que lideraba su país y estaba integrado, entre otros, por Argentina, Nicaragua, Ecuador, Bolivia y, por cierto, Cuba. El "eje bolivariano" iba a imponer en toda América Latina el "socialismo del siglo XXI" para contrarrestar al denominado, también por Chávez, "eje Monroe", que según el comandante venezolano era, dirigido por Colombia, la pieza que utilizaba el "imperio" norteamericano en esta zona para que le cuidara sus intereses. Pasó el tiempo. El "eje Monroe" se fue desvaneciendo como tal en la creativa mente del presidente paracaidista porque era difícil meter dentro de él a los socialdemócratas que gobiernan a Brasil, Chile, Perú y Uruguay. Además, Chávez y sus socios están tratando de coquetear desde el martes 4 con el nuevo jefe del "imperio", con lo cual el "eje Monroe" pasó a mejor vida. ¿Y el "eje bolivariano" ? Ese parece seguir su marcha, aunque muy debilitado porque los petrodólares comenzaron a escasear y porque la corrupción se lo está comiendo vivo. En septiembre, "Transparencia Internacional" colocó a casi todos los integrantes de ese grupo que comanda Chávez entre los países más corruptos del mundo. Allí, del puesto 100 para abajo, están Bolivia, Argentina, Nicaragua, Ecuador y Venezuela. También figuran Paraguay y Honduras, aunque los nuevos gobiernos de estos países aún no han definido si aceptarán o no al comandante caribeño como su "jefe". El "eje bolivariano" ha pasado a ser, pues, el "eje corrupto". Y una nueva prueba de esto fue aportada el 3 de noviembre por el empresario venezolano-estadoun idense Guido Alejandro Antonini Wilson, el hombre a quien en agosto de 2007 le incautaron en Buenos Aires una maleta con 800.000 dólares, después de viajar en un jet privado con altos jerarcas argentinos y venezolanos. Luego de que un jurado de Miami condenara a prisión a agentes del gobierno venezolano que intentaron sobornarlo en territorio norteamericano para que no dijera que aquél dinero "negro" tenía como destino la campaña de Cristina Kirchner, actual presidenta argentina, Antonini Wilson aceptó hablar por primera vez en público en la cadena CNN. Y allí dijo lo que ya se intuía, aunque ahora se sabe oficialmente y con nombre y apellido: que él no era el dueño de los 800.000 dólares, que había sido invitado por las autoridades argentinas y venezolanas para abordar el famoso jet con el objetivo de "tratar de vender un contrato de tuberías de gas", que estuvo en la Casa Rosada horas después de que fuera confiscado el dinero en Buenos Aires, que Victoria Bereziuk (la seductora ex secretaria de Claudio Uberti, ex director del Órgano de Control de Concesiones Viales de Argentina), fue la que lo hizo entrar al palacio presidencial argentino, que Uberti le dijo al día siguiente del secuestro de los 800.000 dólares que "no tenía nada de qué preocuparse" , que un empleado de la petrolera estatal PDVSA llamado Reiter Ramírez fue quien subió la maleta al avión, que el dinero "era de PDVSA de Venezuela" y que "iba para la campaña presidencial de la actual presidenta argentina Cristina Kirchner". Inmediatamente después de que Antonini Wilson hiciera estas declaraciones a la CNN, el ministro de Justicia y Seguridad de Argentina, Aníbal Fernández, calificó a Antonini Wilson como un "mequetrefe de alquiler" a quien "le han pagado para decir cualquier cosa". Antonini Wilson podrá no ser un santo —de hecho, anduvo de arriba para abajo con funcionarios corruptos de Argentina y Venezuela—, pero a los empleados del kirchnerismo ya ni el beneficio de la duda les va quedando. El "mequetrefe" de hoy era el que hace apenas un año y medio viajaba en aviones con altos funcionarios argentinos y venezolanos, el que era invitado a la Casa Rosada como un personaje y el que iba a hacer negocios millonarios con ambos gobiernos. "Mequetrefe" se dice de las personas "entrometidas" , "bulliciosas" y "de poco provecho". Puede ser que, ahora, Antonini Wilson merezca ese adjetivo, pues se ha "entrometido" en los negocios turbios entre Chávez y los Kirchner, ha hecho "bulla", esto es, ha contribuido a poner en evidencia esos entreveros y, ciertamente, se ha convertido en un hombre "de poco provecho" para los saquedores del "eje" Caracas-Buenos Aires. Por imperio de las circunstancias, al "mequetrefe" le ha tocado el destino, probablemente involuntario, de dejar al desnudo la gran telaraña de contrabando de dinero non sancto y corrupción que envuelve tanto al chavismo como al kirchnerismo. Para ser apenas un "mequetrefe" , Antonini Wilson está provocando demasiado ruido y mucho nervio, tanto en el Caribe como en el Río de la Plata.