Por: Ernesto García Mac Gregor - garciamacgregor@gmail.com - No existe la menor duda que hace dos años, cuando la propuesta para reformar la Ley de Telecomunicaciones fue aprobada en Consejo de Ministros y luego engavetada, ya se cocinaba lo de bloquear los contenidos de Internet. Para la elaboración de este proyecto de ley, que posee un amplio margen de discrecionalidad, nunca se le consultó a nadie y mucho menos a los involucrados en esta alta tecnología. Es más, ya la depravada Asamblea Nacional, que en plena sesión suele vitorear “¡uh, ah! Chávez no se va” ni se molesta en montar aquel parapeto llamado “parlamentarismo de calle”. Cuando la noticia apareció en la prensa nacional, Manuel Villalba, jefe de la Comisión de Medios, tildó de irresponsable tal afirmación, lo cual era signo inequívoco de que todo era cierto. Porque así ocurrió por ejemplo con: “no habrá devaluación, inflación, problema de energía, gasolina, alimentos” y tantas otras mentiras que después resultaron realidades. Para febrero del presente año, el presidente de la Cantv, expresó la necesidad de crear un punto único de acceso a Internet que fuera manejado por el régimen, lo que significa que todos, absolutamente todos los mensajes electrónicos, pasarán por ese filtro creado por el esbirro cubano Ramiro Valdés. Ya para entonces, el ex militar golpista, públicamente había ordenado armar una contraofensiva para contrarrestar a Tiwtter y Facebook. La semana pasada, Elías Jaua, después de calificar estas acusaciones de “ridiculez”, fue dejado en ridículo por el innombrable, quien lo descalificó al ordenar la regulación de Internet. Todo coincidió con la visita del dictador de Bielorrusia quien ha logrado en su país la reelección indefinida, el control total de los poderes y la restricción de Internet. Es decir, el sueño del que te conté. Ya sólo queda espera la sanción de las focas amaestradas de la Asamblea Nacional. Que oiga quien tiene oídos…
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