sábado, 1 de noviembre de 2008

El aguante de un pueblo


Por: Myriam Obadía- mybuho7@attglobal.net - Ningún pueblo del mundo, merece ser dirigido por arrebatos, caprichos y tormentas. Por la inmadurez y la ausencia de auto-dominio, de un mandatario que insulta y amenaza a sus ciudadanos, por el simple hecho de negarse éstos a aceptar, un sistema de gobierno que tanto daño le ha hecho a la humanidad. Mucho menos, a estar subordinado a la "verdad" del izquierdismo fracasado. Explotada y humillada ha sido nuestra Nación, por la izquierda radical internacional, que pretende revivir el cadáver del comunismo, a expensas de una PDVSA, que hoy se encuentra en la más lamentable decadencia y sin embargo, a pesar de la crisis, intentan seguir exprimiendo. ¡Da vergüenza!... depender de las directrices de un depredador de libertades, de una isla infra desarrollada, que ha utilizado a Venezuela para sobrevivir a su caos económico. Un país, que antaño brilló en el mundo, por su democracia, hoy yace en una penumbra moral y ética, viviendo el perpetuo acoso a sus libertades y a sus derechos. Al esfuerzo y al empeño de un demócrata a carta cabal, como lo fuera Rómulo Betancourt, que con valentía luchó y se opuso a militares conspiradores y golpistas, hasta lograr meterlos en donde debían y deben estar: en el Cuartel; a ese civilista cuya única ambición fue instaurar la democracia, le debemos el regalo de haber disfrutado cuarenta años de vivir sin sobresaltos. Cuarenta años, de respeto a nuestras Instituciones, tradiciones y a nuestra decencia. Cuarenta años, de felices Navidades, en las cuáles comprar un arbolito con luces de colores, ya era toda una fiesta. El aire se impregnada de ese olor a navidad, a fraternidad, a ternura, que nos colmaba el corazón de una alegría bonita y nos llenaba de energía y de pensamientos positivos. Por su férrea cultura democrática, el venezolano se ha negado a ser esclavo. Lo fortalece ese pasado de vivencias democráticas y de libertades. No vende su dignidad y su conciencia, ni cambia su condición de ciudadano por el de vasallo. No esclaviza su alma, a los antojos de hombres formados por el fanatismo y por oscuras apetencias personales. Venezuela es hoy, una Nación desnuda de soberanía. Un pillo extranjero y sus camaradas del Foro de Sao Paulo, pautan el destino de los venezolanos: mandan, invaden el territorio, e imponen sus métodos marxistas. ¿Por qué… el experimento no lo hicieron en el Brasil de Lula?... La respuesta es sencilla: el jefe de la conjura "socialista" , ya tenía aprisionado, a un militar ambicioso, pichón de político, con ínfulas de grandeza y fácil de empalagos y de halagos. Diez años tiene el golpista en el Poder, martillando la democracia; despilfarrando los ingresos nacionales, en exaltar su personalidad y en prefabricar una imagen de líder continental. Toneladas de petrodólares ha invertido en ello, despojando a Venezuela de una oportunidad única e irrepetible. Diez años, financiando las ambiciones de mando y poderío de izquierdosos fracasados. Diez años, dándole de comer a los cubanos, bolivianos, argentinos y a otros más, mientras los niños venezolanos sufren y mueren, por la desidia de un gobierno, que no se ocupa de sus necesidades y utiliza a los pobres como bandera política. Una década, saqueando y opacando el brillo de nuestra empresa estrella, heredada de la IV República. ¡Diez años!… menospreciando la opinión pública, ofendiendo la inteligencia, con argumentos pueriles, a los más vergonzosos escándalos del siglo. Diez años de una "revolución" desenfrenada, de descarados oportunistas beneficiarios de contratos otorgados sin licitación alguna, que reparten jugosas comisiones a ministros, y a gobernadores, que no ejecutan los presupuestos asignados, sino que los "engordan" en los Bancos, para así obtener jugosos intereses. Una "revolución" que paga salarios fabulosos, a los comprometidos con el "pensamiento del único"; y, obsequia grotescas bonificaciones, mientras les niega a Maestros, Médicos y Enfermeras, aumentos a sus salarios de hambre. ¿Es esa la igualdad que pregona el jefe de una revolución absurda? ¿Qué clase de "revolución socialista" es ésta, en donde el jefe, adquiere el Jet más lujoso que haya tenido mandatario alguno y se hace escoltar por una flota de aviones repletos de invitados, como un Maharajá del siglo XIX?... ¿Qué recorre el mundo pero no el territorio nuestro, para ver y sentir de cerca sus problemas y solucionarlos? ... Únicamente lo hace en tiempos de elección, para promocionarse, pues ÉL… es siempre "la causa" de toda campaña electoral. Un todopoderoso, que disfruta enfrentándose a un débil jurídico y desamparado, por la justicia de "los comprometidos". Aferrado a sus principios democráticos, un pueblo atrapado en una red tejida con hilos de inconstitucionalida d, de abusos de poder, de ventajismos obscenos, espera la hora de acudir a las urnas electorales, con la esperanza remota, de que su voluntad sea respetada. Un pueblo que aguanta… calla… pero no otorga.

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