lunes, 4 de agosto de 2008

Teorías y corrientes del Comunismo

Marxismo o Socialismo Científico - La definición de comunismo puede realizarse desde los enfoques ideológico-filosófico, político y económico, en lo que este aspecto afecta al desarrollo y la evolución de las sociedades humanas. Esta ideología, en sus facetas de teoría política y de movimiento político y social, se define a sí misma principalmente a través de tres rasgos:
La utilización de un método científico como herramienta o instrumento eficaz para realizar un análisis preciso de la realidad social y política. Se debe señalar que, según Marx, la situación económica de una persona es determinante (aunque no de manera absoluta, por lo que sería más apropiado señalar que es muy influyente) para el pensamiento de esa persona, la infraestructura económica es determinante para la superestructura ideológica. Como segunda cuestión está la contradicción permanente entre el trabajo y el capital que se da en el capitalismo, es decir, entre la clase trabajadora (fuerza de trabajo) y la burguesía. Esto da origen a la lucha de clases (como motor de la historia), razón de ser del comunismo como fuerza superadora de un sistema en donde la explotacion del trabajo por el capital, compréndase, por los burguses, es su principal caracteristica: el capitalista en sus diferentes expresiones, por ejemplo el imperialismo.
Un tercer aspecto lo constituye la continua evolución del pensamiento marxista, y su adaptación a la realidad social y política en cada momento. Basado en la dialéctica de Hegel, Marx concibió la resolución de la lucha de clases mediante una síntesis superadora de los contrarios, que daría luz a la nueva sociedad cuando la contradicción entre la acumulación de riqueza y la imposibilidad de que muchos disfrutaran de ella, llegara a un punto insostenible. La sociedad igualitaria sólo podía realizarse cuando las tensiones internas del capitalismo alcanzaran su máximo desarrollo. Marx esperaba por eso que la revolución comunista estallara en los países más avanzados, especialmente en Inglaterra, cuna de la Revolución Industrial. El hecho de que finalmente la revolución haya ocurrido en el país más atrasado de Europa, Rusia, radica en la teoría del desarrollo desigual y combinado y la nueva etapa del capitalismo, el imperialismo.
En la teoría marxista, el comunismo debía ser una etapa posterior al socialismo. La toma del poder por el proletariado y su consiguiente gobierno (llamado "dictadura del proletariado", aunque el término "dictadura", traducido del alemán en realidad denota "hegemonía") no garantizaba de entrada una distribución igualitaria de las riquezas, sino únicamente la garantía de que la clase dominante derrocada no accedería al poder nuevamente mediante maniobras políticas o militares. De esta manera, el comunismo llegaría cuando el proletariado lograra multiplicar los medios de producción y finalmente extinguirse el Estado. La primera etapa era pues la de socializar tales medios y entregar la administración de la riqueza al Estado Obrero, cuyo tamaño e influencia política disminuiría con el tiempo. Marx consideraba deseable que la transición se hiciera con el mínimo de violencia. Definía la violencia como "partera de la historia", es decir, como la fuerza necesaria y aleatoria para lubricar un proceso casi inevitable. Por otra parte, creía que una vez desencadenada en un país, la revolución debía extenderse rápidamente a otros, debido a la existencia de un mercado mundial en el que circulaban los productos terminados y las materias primas. El marxismo criticó severamente a los socialistas de su época, a los que atribuía finalidades meramente reformistas. La polémica entre socialistas y comunistas marcó las primeras décadas del siglo XX en el movimiento obrero europeo. Karl Marx desarrolló un sistema explicativo para el análisis económico e histórico de las sociedades humanas conocido como materialismo histórico, éste sistema entiende la historia de la humanidad como una constante lucha entre clases a partir de un original estado de comunismo primitivo. Esta lucha de clases eventualmente termina por producir transformaciones en las sociedades hacia nuevos tipos de sociedad. Según la teoría marxista, las clases dominadas son las que determinan el fin de las sociedades establecidas, y dan lugar a las que les suceden. El materialismo histórico se caracteriza por explicar la realidad social e histórica en términos puramente económicos, sobre todo por dar una explicación económica a la acumulación del capital por parte de las clases dominantes: la plusvalía. Al contrario de sus predecesores y muchos de sus críticos actuales, Marx no consideraba al comunismo un ideal, producido por intelectuales, sino un movimiento real que estaba inmerso en la mecánica económica e histórica de las sociedades.

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