miércoles, 28 de octubre de 2009

El vendedor maracucho


Un maracucho se queda sin trabajo. Desesperado, se va para Caracas y va donde un amigo suyo, dueño de un supermercado que vende mucha mercadería y le pide que le dé un trabajo. El amigo le dice que le puede ofrecer un puesto como vendedor; pero le advierte que a él le gusta que sus clientes sean muy bien atendidos y que se les convenza de comprar algo más antes de abandonar la tienda. Como ejemplo, le dice que lo observe mientras atiende a una señora que acababa de entrar: - ¡"¿Qué se le ofrece, señora?" - "Quisiera un limpiavidrios". -"Cómo no, aquí lo tiene, señora. ¿y por qué no aprovecha y se lleva un lustra-muebles, también?" - "¿Y yo para qué quiero un lustra-muebles?" - "Bueno, porque si sólo limpia los vidrios, los muebles se van a ver sucios; pero si los lustra, toda la casa se verá reluciente". - "¡Tiene toda la razón, muchas gracias por su consejo!" Se va la cliente muy contenta, y el dueño del supermercado le dice a su amigo que atienda a la joven que acaba de entrar, para ver si había aprendido la técnica. - "Buenas tardes, ¿qué se te ofrece, mijita? - "Quiero un paquete de toallas sanitarias". - "Cómo no, aquí la teneis, mija y ¿por qué no aprovecháis y te lleváis un limpiavidrios y un lustra-muebles?" - "¡Pero qué ridículo! ¿Y para qué quiero yo un lustra-muebles y un limpiavidrios?" - "Ridícula sois vos mardita; váis a pasar una semana sin tirar. Por lo menos aprovecháis y limpiáis la casa, coño e´tu madre!

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