miércoles, 12 de noviembre de 2008

Bush mató los EEUU. Obama, es la muerte


Por: Cosme Beccar Varela -No voy a analizar la elección de Barak Hussein Obama como Presidente de los EEUU, con todo el inmenso poder que eso le confiere. Me voy a limitar a mencionar los obstáculos normalmente insalvables que él consiguió salvar, contra toda la lógica del pensamiento social, lo cual constituye un misterio que refuerza la tesis de que existe un poder oculto que mueve al mundo siempre hacia el mal. Obama es negro, musulmán, extranjero (nació en EEUU por casualidad y es hijo de un keniata al que vió una sola vez en su vida y cuyos parientes en Kenia celebraron la victoria como un triunfo de su tribu), es de izquierda, inexperto y se desconoce qué significa su "slogan" plurivalente: "change we need" (necesitamos un cambio) en el cual resume todo su programa. O sea, es el candidato de la "ruleta rusa". Votando por él -lo cual equivale a apretar el gatillo del revólver- puede salir la bala mortal. Pero a pocos les importa. Sin duda les importó a los granjeros del Mid West que votaron contra él. Pero no a las masas urbanas del Este y del Oeste. En una población mayoritariamente compuesta de blancos de raigambre protestante y laboriosa todas esas características hubieran debido bastar para descalificarlo o, al menos, hacer dificil que el candidato ganar la elección. Sin embargo, nada de eso significó nada. La poderosa prensa norteamericana que puede hacer de un demonio un ángel y de un ángel un demonio, calló las objeciones obvias y martilló en lo menos importante: su juventud, la no-discriminació n, las bestiales políticas de Bush, la esperanza indefinida, su discurso de tono moderado, su título de Harvard... o sea nada a la altura de la gigantesca posibilidad de ser Presidente de la Nación más poderosa de la Tierra. Como consecuencia de esa enorme "Operación Obama" aquellos "disvalores" que hubieran debido bastar para descalificarlo y hacerlo perder la elección, no significaron nada. Eran "politically incorrect". La gran prensa se las arregló para que todo ese pasivo fuera, o silenciado, o convertido en un activo. Y Obama ganó. Se dice del Parlamento inglés que tiene el poder de hacer lo que quiera. menos que un hombre sea una mujer. Hoy por hoy aún ese poder tiene, dada la ola homosexualista que invade el mundo e Inglaterra. La prensa norteamericana y del mundo entero tiene más poder que el Parlamento inglés. Pudo convertir a un candidato artificial, plagado de aspectos negativos, que dejó deliberadamente en la nebulosa sus verdaderas intenciones, en una esperanza de salvación para un país atribulado por la inmensa estupidez de Bush. Ahora Bush le pasará todo el poder del Imperio. Le dará el botón de la bomba atómica, la chequera de los miles de millones del presupuesto federal, la planilla de nombramientos en los cargos "clave" para que la llene con quienes quiera, la posibilidad de fortalecer a los tiranos de izquierda latinoamericanos. la diplomacia con el ex-agente de la KGB, Putin, que tiraniza Rusia, la posibilidad de cambiar la moral de los EEUU con el aborto, la promoción de la homosexualidad y todo eso por ocho años (no hay que siquiera soñar que perderá la oportunidad de ser reelecto). Y tood eso a cambio de nada. EEUU se suicidó, o mejor dicho, completa el suicidio que empezó a cometer cuando apoyó al minusvalente Bush que no dejó crimen por cometer favoreciendo notoriamente a un candidato de izquierda como el que lo hereda. Si Bush hubiera gobernado con sentido común y amor a la Justicia -conceptos de los que no tiene ni la más remota idea- el conservadorismo norteamericano hubiera regido durante cincuenta años. Bush se encargó de liquidarlo. Bush mató los EEUU. Obama es la muerte.

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