Por: Diego Galarza - La deforestación ocasionó severos daños al ecosistema
El desenfrenado desarrollo de complejos turísticos y habitacionales, sin los debidos estudios de impacto ambiental que exigen las leyes vigentes, resultan de gran impacto negativo para el ecosistema. Un ejemplo de esto es la tala de grandes espacios de bosques de mangle ocurrida en Caño Salado, perteneciente al municipio Silva del estado Falcón, en donde incluso se abrió un canal para tener acceso a la Bahía de Morrocoy.Es preciso recordar que los mangles son árboles superiores, adaptados a los bordes costeros con células especializadas que desa-linizan el agua para incorporarla a sus procesos metabólicos.Su distribución en las costas está determinada según la tolerancia a la salinidad. En Morrocoy existen cuatro especies de mangle: La que está a orillas de la costa en contacto con el agua y con raíces largas y zancudas denominada Rizófora mangle o mangle rojo; los llamados Avicenia germinians y Leguncularia racemosa, que son especies intermedias y el que se localiza más lejos de la costa, conocido como magle botocillo o Connocarpus erectus.Estos bosques de mangle forman barreras protectoras que ejecutan funciones importantes en el mantenimiento de los delicados equilibrios ecológicos de sistemas naturales complejos, como el Parque Nacional Morrocoy."Hace cuatro años, sin consulta alguna, el gobierno del municipio Silva en el estado Falcón realizó una deforestación en las adyacencias de Caño Salado, específicamente al noreste de Tucacas, causando la muerte de miles de manglares. Cerca de 30 hectáreas de este bosque fueron taladas para la supuesta desviación del curso natural del caño, alegando que sería la solución definitiva a los problemas de inundación que sufrían las comunidades localizadas en zonas de alto riesgo.El señalamiento anterior corresponde al oceanógrafo y coordinador asesor de la Fundación Tortuga, capítulo Parque Nacional Morrocoy, Andrés Osorio, para quien "esta deforestación dentro del lindero L-M de Parque no tuvo otra razón que la de construir un canal que fuese la vía de acceso para unos complejos urbanísticos que se encuentran cerca de la zona devastada".Osorio aseguró que esta medida violó una gran cantidad de reglamentos y estatutos que protegía esa zona boscosa. Unas de esas leyes fueron la publicada en Gaceta Oficial No. 34.819 de la República de Venezuela de fecha 14 de octubre de 1991; y el decreto número 1.843 de fecha 19 de septiembre de 1991, titulado "Normas para la protección de los manglares y sus espacios vitales asociados".Este decreto, en su artículo 3, señala que "las personas naturales o jurídicas, de carácter público o privado, que pretendan ejecutar proyectos, actividades u obras cuyo desarrollo implique la afectación del ecosistema manglar o de sus espacios vitales asociados, deberán solicitar ante el Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables, las respectivas aprobaciones o autorizaciones administrativas para la ocupación del territorio y para la afectación de recursos". Esta autorización, según Osorio, no fue realizada.Igualmente en el artículo cuatro, cita que "la intervención del ecosistema manglar y de sus espacios vitales asociados, sólo podrá ser aprobadas o autorizadas cuando, en base a los estudios técnicos, las actividades, proyectos u obras, cuyo desarrollo implique su afectación, cumplan con las siguientes condiciones:a) Que la alternativa propuesta constituya la única opción de ubicación para las actividades u obras que provocan la afectación, lo cual deberá estar debidamente comprobado por el Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables.b) Que corresponda a la alternativa de mínima destrucción del ecosistema.c) Que no se interrumpa el libre flujo natural de las aguas marinas y fluviales.d) Que esté garantizada la corrección o minimización del daño ambiental a producirse."Esto sin nombrar a la gran cantidad de ordenanzas donde se incluye la Ley Orgánica del Ambiente, Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio, Ley Forestal de Suelos y Aguas, Decreto 1.257 Normas de Evaluación Ambiental de Actividades Susceptibles de Degradar al Ambiente, Reglamento de la Lopot sobre Parques Nacionales, Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso del Parque Nacional Morrocoy y la Ley Penal del Ambiente.ConsecuenciasEl oceanógrafo explicó que esta acción tomada por el gobierno municipal ha hecho que grandes cantidades de sedimentos sean arrastrados hasta las aguas cristalinas del parque nacional, los cuales se posan sobre los arrecifes coralinos y las pedreras de fanerógamas marinas (especie de hierba marina que crece sobre el fondo del mar) matándolas, puesto que no pueden realizar el proceso de fotosíntesis y deteniendo el aporte de oxígeno al océano.De igual forma se introducen aguas ajenas al ecosistema sin previa evaluación del impacto ambiental, se cambian las características fisicoquímicas de las aguas, ya impactadas por factores exógenos. Debido a la contrapendiente del canal, se crea flujo de agua salada hacia tierra firme, especialmente en épocas de sequía y se acentúa el efecto de la cuña salina. Otra de las consecuencias es la afectación la estabilidad mecánica de los suelos, que los hizo susceptibles a la erosión; se detuvo el reciclaje de nutrientes, se perdió la capacidad de filtración de sedimentos, se rompió con la sucesión natural Mangle - Thalassia - Arrecifes Coralinos, se eliminaron comunidades de especies de vertebrados e invertebrados que habitan en los suelos y subsuelos del bosque, se eliminó una importante área de hábitat para las aves, se perdieron áreas altamente productivas que servían para el desove y cría de peces, moluscos y crustáceos y se alteró la hidrodinámica natural costera.El coordinador de la Fundación Tortuga indicó que ya se había hecho una denuncia, que se encuentra en la Fiscalía Ambiental 14, pero todavía no se ha llevado a juicio. De la misma manera aseguró que existen técnicas que se han aplicado en países como Colombia y Ecuador donde se ha remediado de inmediato la situación, práctica que consiste en la replantación del mangle en las zonas afectadas. Tal vez esta podría ser la única salida para que el Parque Nacional Morrocoy pueda continuar su curso natural, sin que la mano del hombre destruya todo lo que a la naturaleza le ha tocado construir durante miles de años.
El desenfrenado desarrollo de complejos turísticos y habitacionales, sin los debidos estudios de impacto ambiental que exigen las leyes vigentes, resultan de gran impacto negativo para el ecosistema. Un ejemplo de esto es la tala de grandes espacios de bosques de mangle ocurrida en Caño Salado, perteneciente al municipio Silva del estado Falcón, en donde incluso se abrió un canal para tener acceso a la Bahía de Morrocoy.Es preciso recordar que los mangles son árboles superiores, adaptados a los bordes costeros con células especializadas que desa-linizan el agua para incorporarla a sus procesos metabólicos.Su distribución en las costas está determinada según la tolerancia a la salinidad. En Morrocoy existen cuatro especies de mangle: La que está a orillas de la costa en contacto con el agua y con raíces largas y zancudas denominada Rizófora mangle o mangle rojo; los llamados Avicenia germinians y Leguncularia racemosa, que son especies intermedias y el que se localiza más lejos de la costa, conocido como magle botocillo o Connocarpus erectus.Estos bosques de mangle forman barreras protectoras que ejecutan funciones importantes en el mantenimiento de los delicados equilibrios ecológicos de sistemas naturales complejos, como el Parque Nacional Morrocoy."Hace cuatro años, sin consulta alguna, el gobierno del municipio Silva en el estado Falcón realizó una deforestación en las adyacencias de Caño Salado, específicamente al noreste de Tucacas, causando la muerte de miles de manglares. Cerca de 30 hectáreas de este bosque fueron taladas para la supuesta desviación del curso natural del caño, alegando que sería la solución definitiva a los problemas de inundación que sufrían las comunidades localizadas en zonas de alto riesgo.El señalamiento anterior corresponde al oceanógrafo y coordinador asesor de la Fundación Tortuga, capítulo Parque Nacional Morrocoy, Andrés Osorio, para quien "esta deforestación dentro del lindero L-M de Parque no tuvo otra razón que la de construir un canal que fuese la vía de acceso para unos complejos urbanísticos que se encuentran cerca de la zona devastada".Osorio aseguró que esta medida violó una gran cantidad de reglamentos y estatutos que protegía esa zona boscosa. Unas de esas leyes fueron la publicada en Gaceta Oficial No. 34.819 de la República de Venezuela de fecha 14 de octubre de 1991; y el decreto número 1.843 de fecha 19 de septiembre de 1991, titulado "Normas para la protección de los manglares y sus espacios vitales asociados".Este decreto, en su artículo 3, señala que "las personas naturales o jurídicas, de carácter público o privado, que pretendan ejecutar proyectos, actividades u obras cuyo desarrollo implique la afectación del ecosistema manglar o de sus espacios vitales asociados, deberán solicitar ante el Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables, las respectivas aprobaciones o autorizaciones administrativas para la ocupación del territorio y para la afectación de recursos". Esta autorización, según Osorio, no fue realizada.Igualmente en el artículo cuatro, cita que "la intervención del ecosistema manglar y de sus espacios vitales asociados, sólo podrá ser aprobadas o autorizadas cuando, en base a los estudios técnicos, las actividades, proyectos u obras, cuyo desarrollo implique su afectación, cumplan con las siguientes condiciones:a) Que la alternativa propuesta constituya la única opción de ubicación para las actividades u obras que provocan la afectación, lo cual deberá estar debidamente comprobado por el Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables.b) Que corresponda a la alternativa de mínima destrucción del ecosistema.c) Que no se interrumpa el libre flujo natural de las aguas marinas y fluviales.d) Que esté garantizada la corrección o minimización del daño ambiental a producirse."Esto sin nombrar a la gran cantidad de ordenanzas donde se incluye la Ley Orgánica del Ambiente, Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio, Ley Forestal de Suelos y Aguas, Decreto 1.257 Normas de Evaluación Ambiental de Actividades Susceptibles de Degradar al Ambiente, Reglamento de la Lopot sobre Parques Nacionales, Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso del Parque Nacional Morrocoy y la Ley Penal del Ambiente.ConsecuenciasEl oceanógrafo explicó que esta acción tomada por el gobierno municipal ha hecho que grandes cantidades de sedimentos sean arrastrados hasta las aguas cristalinas del parque nacional, los cuales se posan sobre los arrecifes coralinos y las pedreras de fanerógamas marinas (especie de hierba marina que crece sobre el fondo del mar) matándolas, puesto que no pueden realizar el proceso de fotosíntesis y deteniendo el aporte de oxígeno al océano.De igual forma se introducen aguas ajenas al ecosistema sin previa evaluación del impacto ambiental, se cambian las características fisicoquímicas de las aguas, ya impactadas por factores exógenos. Debido a la contrapendiente del canal, se crea flujo de agua salada hacia tierra firme, especialmente en épocas de sequía y se acentúa el efecto de la cuña salina. Otra de las consecuencias es la afectación la estabilidad mecánica de los suelos, que los hizo susceptibles a la erosión; se detuvo el reciclaje de nutrientes, se perdió la capacidad de filtración de sedimentos, se rompió con la sucesión natural Mangle - Thalassia - Arrecifes Coralinos, se eliminaron comunidades de especies de vertebrados e invertebrados que habitan en los suelos y subsuelos del bosque, se eliminó una importante área de hábitat para las aves, se perdieron áreas altamente productivas que servían para el desove y cría de peces, moluscos y crustáceos y se alteró la hidrodinámica natural costera.El coordinador de la Fundación Tortuga indicó que ya se había hecho una denuncia, que se encuentra en la Fiscalía Ambiental 14, pero todavía no se ha llevado a juicio. De la misma manera aseguró que existen técnicas que se han aplicado en países como Colombia y Ecuador donde se ha remediado de inmediato la situación, práctica que consiste en la replantación del mangle en las zonas afectadas. Tal vez esta podría ser la única salida para que el Parque Nacional Morrocoy pueda continuar su curso natural, sin que la mano del hombre destruya todo lo que a la naturaleza le ha tocado construir durante miles de años.
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