martes, 3 de junio de 2008

Isabelita

Así son las cosas. Por Oscar Yanes. "¿Cómo se llama?"Toda Caracas preguntaba: ¿Cómo se llama ella? ¿Es verdad que es una cabaretera? Isabelita era bailarina del ballet de Joe Herald, que actuaba en El Pasapoga, y también bailó por televisión en Radio Caracas. Nadie pensó nunca que la rubia llegaría a la Presidencia de Argentina.El célebre líder del Justicialismo se encontraba en Panamá y sabía que los militares argentinos lo estaban "cazando" para matarlo. Perón no se sentía seguro en el itsmo y Pérez Jiménez le ofreció asilo en Venezuela. Dos días antes de salir para Caracas se fue a un centro nocturno en Panamá, en donde actuaba el ballet de Joe Herald. Las bailarinas, muy bellas, observaban a los hombres importantes que se sentaban en las mesas inmediatas a la pista y cuando el tango estaba en su apogeo, alguna de las artistas sacaba a bailar a uno de "los peces gordos".Una noche había un señor alto, de blanco, y la bailarina Isabelita lo sacó a bailar.Perón bailaba muy bien y la chica era profesional. Dicen que el general le dijo: "Que suerte tenemos los argentinos: mujeres macanudas y todas saben bailar".Dos días después Perón le confesó que "dentro de horas me tengo que ir para Caracas. Ven conmigo, porque después será tarde¿".Estando ya Perón en Venezuela, el Gobierno descubrió que un funcionario de la representación diplomática argentina le pagó a un tipo y le dio un arma para que liquidara a Perón.El sujeto encargado de consumar el atentado venía del exterior para cumplir con la misión. Pensaban sacar a Perón del país, desde la embajada, dentro de un baúl. Después, otro día, una bomba voló el carro de Perón en pleno centro de Caracas. No hubo víctimas.El ex presidente argentino concurría una o dos veces a la semana a La Cueva del Tango, un negocio que no se llamaba así pero los periodistas lo bautizaron con ese nombre, porque tenía decoración que semejaba una gruta y el público se alumbraba con velas.Los periodistas se hicieron amigos del general y cuando llegaba algún reportero, Perón siempre acompañado de su rubia invitaba a la mesa. Nosotros, si llegábamos primero, reservábamos dos "puestos" por si venía el general.Perón casi siempre era quien fijaba el tema de conversación. Y hablaba con tantos modismos argentinos que a veces lo interrumpían para preguntarle:-General, ¿qué significa abacanar?-Ah che, perdona, dar apariencia de lujo, enjoyar.-¿Cuál fue la contribución más importante de Eva Perón al peronismo?, preguntó Echeto.-La Fundación Evita.-¿Cuál ha sido el momento más doloroso de su vida?-La muerte de Evita... musitó. La rubia tímidamente se levantó por un instante. Cuando se metió en el baño Perón murmuró:-A las mujeres les molesta la historia, che.Ahora, a los 71 años, Isabelita se enfrenta en España a la extradición solicitada desde Argentina. A lo mejor recuerda el tango preferido que bailaba en Caracas con Perón: Aunque te quiebre la vida, / aunque te muerda un dolor, / no esperes nunca una ayuda, / ni una mano, ni un favor.Así son las cosas.

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