sábado, 2 de enero de 2010

El entierro de Rafael Caldera y la oposición


Por: Santos García Zapata - Para la casi totalidad de la oposición venezolana Rafael Caldera era venerado hasta el año 1998 junto con Rómulo Betancourt como uno de los padres de la democracia de la IV República. Más de la mitad de los inscritos en el PSUV militó en CONVERGENCIA, partido que llevó a Rafael Caldera a la presidencia en el año 1994. Gran parte de los nuevos millonarios que se han consolidado estos últimos 10 años iniciaron sus fortunas bajo el II Gobierno de Rafael Caldera. Rafael Caldera disfrutó de una fama de hombre honesto, una moral intachable, cultura jurídica inmensa. Fue respetado por la casi totalidad del pueblo de Venezuela en términos casi religiosos. Conociendo todo esto y muchas cosas más esperaba que por lo menos 10.000 a 20.000 personas acompañaran su féretro a la su última morada y /o colas de miles de personas dándole el ultimo saludo a sus restos en el velatorio. ASOMBROSA E INAUDITA LA ESCASA CONCURRENCIA QUE PARTICIPÓ EN EL VELORIO Y ENTIERRO.
Si a la mayor concurrencia al velorio le restas la numerosa familia de los Caldera fue insignificante y deplorable la participación de la oposición en ese velorio y entierro aunado a la cobardía de esa inmensa masa de calderistas del pasado que no quisieron en pleno gobierno chavista “retratarse” dando pésame o participando en el velorio. Pero había otra razón muy poderosa, el antichavismo no le perdonaba a Rafael Caldera el sobreseimiento del proceso en 1994 a Hugo Chávez Frías. Es una oposición venezolana vil, cobarde que tampoco acompaño al velorio y entierro un presidente honesto y decente como Luis Herrera Campins por temor que los dueños de las televisoras se molestaran por honrar al presidente que prohibió la propaganda de los licores y los cigarrillos en la TV. Luis Herrera Campins murió en medio del ostracismo decretado por los dueños de los medios de comunicación de Venezuela. P.D. No pude a menos imaginar-supuesto negado- la muerte de Hugo Chávez Frías; la ausencia de el 99,9 % de sus altos ex funcionarios y de esos que hoy en día “dan la vida” por él. ¡Qué mezquinos y pusilánimes son muchos venezolanos!
DOCUMENTO UNO: Rafael Caldera expresó en entrevista televisada con César Miguel Rondón el 2 de junio de 2003: “la libertad de Chávez fue una consecuencia de la decisión que se había tomado con todos los participantes de los alzamientos del 4 de febrero y del 27 de noviembre… esos sobreseimientos comenzaron a dictarse en tiempos del propio presidente Pérez, que fue el Presidente que estaba en Miraflores cuando ocurrió la sublevación; continuaron durante el gobierno del presidente Velásquez y cuando yo asumí habían puesto en libertad a casi todos, por no decir a todos, los participantes de la acción. Sería contrario a todas las normas jurídicas que se hubiera sobreseído el juicio que se les seguía a los demás oficiales y se hubiera mantenido a Chávez en la cárcel por el temor de que pudiera llegar a ser Presidente. Temor que nadie compartía en ese momento. "Claudio Fermín, Oswaldo Álvarez Paz y Andrés Velásquez, principales rivales de Caldera en la contienda presidencial del 93, se pronunciaron públicamente a favor de una amnistía general para todos los golpistas del 92 y se comprometieron a ponerlos en libertad. Era el reflejo de una opinión predominante en el país, que quería recuperar la paz interior y que veía mayor peligro en la prolongación de un clima de confrontación. Seguramente por esa misma razón durante dos años, de febrero de 1992 a febrero de 1994 cuando asume Caldera la Presidencia, no se dictó ni una sola sentencia condenatoria a los procesados por el delito de rebelión militar. ¡Ni siquiera a los que habían confesado de manera pública su responsabilidad, desde el mismo día de los acontecimientos! Dos semanas después del 4 de febrero de 1992 se dictaron los primeros treinta y cuatro actos de detenciónen los tribunales militares por el delito de rebelión, a pesar de que los oficiales detenidos eran más de trescientos. Y desde ese mismo día, aunque parezca sorprendente, se comenzaba a proponer en la prensa nacional “una amplia amnistía a favor de todos los militares implicados en el alzamiento”. El 30 de marzo se anunció la presentación de un proyecto de ley de amnistía ante el Congreso Nacional. Tres días después, el 2 de abril, a menos de dos meses del fallido golpe, se produjo la llamada “marcha del silencio” que exigía “la libertad de los insurgentes y la renuncia de Pérez”. Y el 27 de abril, cuando aún no se habían cumplido tres meses del fallido golpe, la prensa informó que el propio Ministro de la Defensa, general Fernando Ochoa Antich, visitó personalmente a los detenidos en el Cuartel San Carlos “y prometió abogar para que sean puestos en libertad, siempre y cuando demuestren un sincero arrepentimiento por sus acciones en contra de la institucionalidad”. Ese mismo día el diario El Nacional hace pública con gran despliegue una carta del gobernador del Zulia Oswaldo Álvarez Paz, quien había sido detenido en su residencia oficial por los golpistas el día 4 de febrero, en respuesta a los comandantes del golpe, Hugo Chávez, Francisco Arias Cárdenas, Jesús Urdaneta Hernández, Joel Acosta Chirinos y Miguel Ortiz Contreras. Expresaba textualmente a los golpistas: “No tengo dudas en cuanto a la rectitud de propósitos que los animó a la aventura del 4-F”; y les anunciaba: “Las puertas de la prisión se abrirán para dar rienda suelta a los sueños e ilusiones que los alimentan”.

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