miércoles, 20 de enero de 2010

Cómo hacer viable la relación inviable


Por: Ernesto Morales N. - Y es la de que tanto Álvaro Uribe como Hugo Chávez necesitan aprender el uno del otro para que sus proyectos, y más aún, sus gobiernos sean viables. Empecemos por el chavismo. En el mediano plazo no habrá chavismo si continúa destruyendo valor y riqueza, libertades individuales e iniciativa privada por más socialista y bolivariano que esto le parezca. Como el poder corrompe, ya vemos que la corrupción y las nuevas burguesías harán estragos en Venezuela. Tampoco hay mucha viabilidad, aunque sí notoriedad, echándose el chavismo medio mundo encima, y mucho menos creando unas milicias para sostener el régimen que luego se volverán paramilitares. Por el lado uribista, tampoco hay viabilidad si continuamos con los actuales índices de pobreza y de miseria, que aún cuando han disminuido, no lo han hecho a la par del resto de Latinoamérica. En esto le ha ido mucho mejor a Venezuela. Mucho menos el uribismo es viable si seguimos con estos altos niveles de concentración de la riqueza en manos de muy pocos. Y y ni que decir, si continuamos con Seguridad Democrática y empresarial, pero sin empleo, ya que la tasa de desocupación colombiana es la más alta de Suramérica. Como el poder corrompe, al igual que en Venezuela, para mantener el régimen se necesita de prebendas y compra de votos y de conciencias, que poco a poco empezarán a deslegitimar el sistema, y las peleas Presidente-cortes, Corte-cortes, Congreso-cortes, serán el pan de cada día. Los dos presidentes parten, al igual, de un gran error; y es pensar, o mejor, pretender alinear el mundo, cada uno, con su particular visión. Chávez piensa alinear el mundo en contra del imperio yanqui y Uribe en contra del narcoterrorismo de las Farc. El mundo piensa distinto. Y a raíz de la caída del Muro de Berlín, no piensa de manera ortodoxa. Se mueve por intereses, y al mundo le interesa mucho Estados Unidos, y le interesa poco las Farc, con lo que los dos presidentes quedan cada uno en la cuerda floja. Cada uno piensa que el otro es aliado de su peor enemigo. Qué bueno que cada uno entendiera el por- qué del enemigo del otro. Chávez, aún cuando de sobra lo sabe, debe entender más porqué las Farc son el gran enemigo de Uribe y Uribe a su vez, aún cuando lo sabe, entender porqué Estados Unidos es el gran enemigo de Chávez. Ahora, muchos se preguntarán; ¿por qué equiparar y colocar al mismo nivel a Uribe y a Chávez? ¿Con todo lo que este último ha ofendido nuestra dignidad y amor propio? Porque, gústenos o no, a contradictores y seguidores de Chávez o de Uribe, lo cual es otra gran paradoja, los dos son grandes líderes y grandes líderes que necesitan sus pueblos. Los dos tienen coincidencias más profundas de lo que uno pueda imaginar. En realidad aman a sus pueblos, se entregan por los mismos, quieren gobernar para derrotar a la pobreza y para darle mayor bienestar a sus gobernados. Tienen distintas concepciones del cómo. En algunos aspectos ese cómo coincide plenamente. De hecho, Aló Presidente y los Concejos Comunitarios' son instrumentos de gobierno equivalentes, en donde cada gobernante ejerce su poder de manera absoluta con acercamiento directo al pueblo, pero deslegitimando la institucionalidad, con grandes resultados para su imagen personal, pero con un grave daño para la construcción de democracias autosostenibles. Así que si los dos quieren sobrevivir, los dos se necesitan y se necesitan unidos. No obstante, como esto, por el momento es una utopía, sí podemos iniciar por tender puentes entre los programas buenos que están desarrollando los dos gobiernos y dejar que otros se ocupen en analizar las rivalidades y los ganadores y vencedores en la batalla internacional de la geopolítica, que a propósito y en mi particular visión sólo tendrá perdedores, ya que es imposible que la visión internacional de Uribe o de Chávez se imponga. Qué bueno sería, y porqué no, facilitar por intermedio de las ONG independientes la realización de eventos y seminarios binacionales en donde al menos los particulares y los empresarios de cada país -ya que se ve algo prematuro hacerlo de manera oficial- conozcamos de las cosas buenas y de sus resultados que se están desarrollando en cada país. ¿Por qué no conocer el cómo funcionan y los resultados de las misiones venezolanas? La Misión Sucre ( educación) Barrio Adentro (salud) Misión Milagro. ¿Cómo se ha logrado disminuir la pobreza y la miseria en Venezuela? Y qué bueno que los venezolanos conocieran los proyectos sociales colombinos como Familias en Acción, que benefician a un millón quinientas mil familias, el sistema de salud Sisbén, que tanta falta le hace a los venezolanos, y el programa de Vivienda de Interés Social (VIS), seguro que la misma percepción de los gobernantes cambiaría entre ellos si se tiene la capacidad de entender los esfuerzos que cada uno hace para mejorar las condiciones de vida de sus pueblos. Los verdaderos amigables componedores e intermediarios en el conflicto colombo-venezolano no son gobiernos externos. No creo que, ni Obama, ni Lula, ni el Rey de España puedan hacer mucho por cambiar la percepción de nuestros gobernantes y menos la de Chávez, pero sí lo podemos hacer los mismos pueblos. Esa sociedad civil colombo- venezolana que en realidad está más unida que sus mismos gobernantes. Es el momento de demostrar que los pueblos se sobreponen a sus gobernantes, y ambos pueblos quieren la paz, y aprender el uno de lo bueno del otro y nuestros dos gobernantes están haciendo cosas que si las analizamos y juntamos, nos daremos cuenta cuánto pueden servir para uno y otro lado.
http://bit.ly/5fI3cB

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