Gato por liebre para la educación

El avance desbocado de Hugo Chávez para tomar el control total de la sociedad venezolana por una eternidad, como él pretende que sea, requiere controlar al individuo para que éste responda a imagen y semejanza de su proyecto comunista de país. Ese control social pasa por la creación del nuevo revolucionario, lo cual sólo es posible en el marco de una educación ideologizante y doctrinaria. Hasta ahora, ésta ha sido una de las pocas mordazas que la sociedad venezolana no le ha permitido a Chávez. De allí su grito de guerra del pasado 15 de julio: "¡la educación liberadora de Venezuela, no es otra que la educación socialista!" , que exclamó el mandatario en el Teatro Teresa Carreño frente a los cautivos graduandos de la I Promoción de Master en Educación del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño. La nueva arremetida para imponer una educación centralizadora, basada en un mal entendido ideario bolivariano, se hizo pública el 23 de junio, cuando los ministros Héctor Navarro y Luis Acuña entregaron a la Asamblea Nacional los fundamentos que deben incorporarse al proyecto de Ley Orgánica de Educación, para iniciar la segunda discusión. El problema con esto radica en que esos fundamentos que delinearían la nueva Ley de Educación van en contrasentido con el proyecto de Ley que aprobó la Asamblea Nacional el 21 de agosto de 2001, tras lograr el consenso de todas las fuerzas políticas, de los gremios educativos, de las sociedades de padres y representantes y de las ONGs en el área educativa.Burlando a toda la comunidad educativa, los ministros Navarro y Acuña, con la complicidad de una mayoría parlamentaria subordinada al Ejecutivo Nacional, pretenden aprobar un Proyecto de Ley inconsulto, en tiempo récord (su meta es aprobarla en agosto), y por mayoría simple. Es decir, se viola la Constitución y se intenta hacer un fraude legislativo a espaldas de la sociedad. Esta actuación soterrada del Ejecutivo Nacional confirmaría que sus intenciones son aviesas, pues quien nada tiene que ocultar actúa a la luz pública y se abre al diálogo con la población que por ley representa.Entre los aspectos que han trascendido a la opinión pública y que más preocupan a los analista y a los entes educativos independientes, están: 1) La insistencia de imponer una educación al servicio de un socialismo, que no está definido en la Constitución de 1999, al fundamentarla en un "ideario bolivariano y robinsoniano", que no explican ni definen con claridad. 2) El asumir a la educación desde el Estado de manera centralizada y controladora, excluyendo la participación de otros sectores independientes. 3) La formación docente identificada con los planes gubernamentales, según lo cual sólo serán acreditados como tales, aquéllos cuadros que se formen en instituciones del Estado o bajo el control del Gobierno. 4) La castración de la autonomía universitaria. 5) La intervención de los consejos comunales de manera vinculante en toda decisión administrativa de los centros educativos. En este intento del Gobierno de meter gato por liebre, se le quiere imponer a la educación de los venezolanos un traje comunista que nadie quiere ni ha pedido. Disponible en inglés en: www.veneconomy. com.