Una de las características de Hugo Chávez es su impulsiva y agresiva emotividad con la cual maneja los asuntos internos y externos de la República, en especial cuando los vientos le son desfavorables. En esta oportunidad, quien está pagando los platos rotos de los fracasos de Chávez en el exterior es Colombia.Chávez venía con los vientos externos en contracorriente a sus proyectos hegemónicos en el Continente. Por un lado, con los reveses electorales de sus protegidos en Argentina, Panamá y México. Por otro, y principalmente, con el golpe que recibió de Honduras, con la deposición de su par Zelaya y la resistencia institucional de los hondureños a dejarle el paso libre a su proyecto en esa tierra. A esto se le sumó el informe de la Government Accountability Oficce (GAO), el ente investigador del Congreso de los Estados Unidos, que calificó a Venezuela como un "narco-Estado" debido a la creciente penetración del narcotráfico en este país. Así como la decisión del Gobierno de Colombia de facilitarle a Estados Unidos el uso de sus bases militares para operaciones de vigilancia del narcotráfico en esta zona. Aquí hay que recordar que a EE.UU. se le venía dificultando las operaciones de vigilancia luego del anuncio del cierre de su base militar en Ecuador y de la prohibición de los sobrevuelos en territorio venezolano. Pero, el Gobierno de Chávez califica esta decisión como una agresión del Gobierno de Uribe, tal vez pensando que el imperio le está latiendo en su cueva.La gota que derramó la bilis del mandatario fue la decisión del Gobierno de Álvaro Uribe de hacer públicas dos informaciones que venía manejando bajo perfil por la vía diplomática desde hace meses. Una, el video del narcoterrorista de la FARC, Jorge Briceño (alias Mono Jojoy), donde manifiesta su cercanía y simpatías con Hugo Chávez y con el presidente de Ecuador, Rafael Correa. Según palabras de Jojoy, las FARC habrían ayudado a financiar la campaña presidencial de Correa. La otra, es la revelación de que en manos de las FARC se habrían encontrado unos lanzacohetes venezolanos de fabricación Sueca, según lo evidencian los seriales del armamento. Ésta no es la primera vez que municiones o armas del Gobierno de Venezuela han sido encontradas en manos de estos narcoterroristas colombianos. La diferencia ahora la hace la potencia de las armas decomisadas.Tampoco es la primera vez que Chávez enfría, refrigera o congela las relaciones con Colombia, sólo para volverlas a normalidad cuando el show mediático ya no le rinde ganancias políticas. Además, también amenazó abiertamente con expropiar o nacionalizar empresas colombianas, si Uribe lo sigue provocando. Es esta beligerancia económica con uno de los principales y más cercanos mercados comerciales de Venezuela, lo que en definitiva trascenderá, para peor, en la vida de los venezolanos. A modo de referencia, se tiene según informaciones de la prensa nacional, que las exportaciones no tradicionales colombianas a Venezuela representaron de enero a mayo de este año, el 33,2% del total registrado. Y según cifras oficiales, el intercambio comercial entre ambos países alcanzó los $7.000 millones en 2008.Así en el corto plazo, de cesar el comercio con Colombia, los venezolanos verán aún más escasez y mayores precios en muchos productos de la dieta diaria. En el mediano y largo plazo, será muy difícil que lleguen inversiones extranjeras ni de Colombia, ni de ningún otro país serio que respete las leyes universales del comercio, pues las economías no pueden depender del estado de la bilis de gobernante alguno.. Disponible en inglés en: www.veneconomy. com a partir de las 4:00 p.m.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su Comentario