Carta de un joven Hondureño que se explica por sí sola

Nos las hace llegar Carlos Nieto Palma - Con aprecio desde Honduras - David Talavera. Les saludo muy cordialmente desde Honduras. Soy un joven estudiante de Arquitectura de una universidad pública, trabajador y con gran amor a mi país. No formo parte de ninguna élite de poder ni mucho menos y, sobre todo, no me he beneficiado de quien esté en la presidencia de este país y no lo haré, el pan que coma, lo habré ganado con el trabajo de mis manos, no con el cargo público de otra persona. Soy hondureño y le hablo a Honduras y el mundo, busco conciliación y respeto, unidad en mi pueblo y que la venda que nos quitamos el domingo pasado, pueda caer de los ojos de quienes, por capricho la mantienen en sus rostros. Quiero expresar mi completo y firme desacuerdo con la información que los medios de comunicación extranjeros han estado transmitiendo al mundo. La situación política de mi país es el resultado de una transición completamente legal y en mi opinión extremadamente necesaria. El ex-presidente Zelaya incurrió en múltiples delitos uno tras otro, siendo el detonador más notorio su empeño indoblegable de promover una "consulta" (como él la llamo), cuyo fin era llamar a una asamblea nacional constituyente y poder así, cambiar la Constitución de mi país. Todo este plan articulado por el ex-presidente Zelaya y su gabinete, rompieron con la ley y desafiaron a todos y cada uno de los entes del estado que abiertamente se opusieron a tal encuesta, ya que, se sabía que el fin último de la mencionada era apoyar a Manuel Zelaya a perpetrarse en el poder.Como hondureño, sé que NO ha habido ningún Golpe de Estado, pues todos los poderes del Estado están en sus funciones normales, ningún militar está al mando de Honduras y las medidas tomadas por el gobierno interino son para asegurar la tranquilidad en una sociedad dividida por un mal ejemplo de gobernante.La comunidad internacional debe entender que este es un proceso NACIONAL y por lo tanto deben respetar la Soberanía de Honduras y no dejarse llevar por los comentarios divisorios de el ex-presidente, que solo buscan promover el desorden y la acusación de parte de los países amigos de Honduras, ante lo que es una medida tomada bajo el amparo completo de la Constitución, misma que, el hasta la semana pasada presidente buscaba cambiar a su conveniencia.El nuevo presidente, Roberto Micheletti y todo su gabinete tienen en sus manos el desafío más grande que cualquier mandatario de este país ha visto, deben restituir la confianza internacional en Honduras y demostrarle al mundo que aunque en los medios de comunicación extranjeros se presente al país en estado de crisis y que la mayoría de la población desea el regreso de Manuel Zelaya, la verdad es muy distante a esa, y la gran mayoría de ciudadanos apoyamos las medidas, LEGALES tomadas con valor por los poderes del estado en conjunto con las Fuerzas Armadas, para poder asegurar el respeto a la Constitución y las leyes. Las mismas leyes que el Sr. Zelaya quebrantó por motivos de beneficio personal.La institucionalidad de Honduras ha sido fortalecida, puesto que, cualquier ciudadano que quiera pasar por encima de las leyes, encontrará la oposición de los que las amamos y deseamos fortalecerlas.Estamos cansados de no ser escuchados. Hoy más que nunca gritamos a los cuatro vientos que: ¡APOYAMOS TOTALMENTE LO QUE OCURRIÓ EN EL PAÍS Y APROBAMOS LA ACTITUDES DE LAS AUTORIDADES CIVILES Y MILITARES!El poder reside en el pueblo, y el ex presidente lo dijo claramente: “SOLO EL PUEBLO ME PUEDE QUITAR DE LA PRESIDENCIA”, pues, Señor Zelaya… ¡EL PUEBLO APRUEBA ESTAS MEDIDAS Y POR LO TANTO, EL PUEBLO LO HA DEPUESTO DEL PODER QUE, UN DÍA, A OJOS CIEGOS, MILES DE HONDUREÑOS LE DIERON PARA BUSCAR UN MEJOR AMANECER! Nos cansamos de sus actos de corrupción, que no terminaríamos hoy de contar, nos cansamos de su ABUSO DE AUTORIDAD, nos cansamos de su desinterés POR LA VERDADERA PROBLEMÁTICA DEL PAIS, nos cansamos de ser USADOS, ULTRAJADOS Y MAL INFORMADOS POR USTED Y LOS SUYOS.Es increíble ver como los medios internacionales señalan a un país como el mío, donde las causas justas y legales, las que peleamos los hondureños que amamos esta tierra y que nos hemos tomado el tiempo para leer la constitución, esas causas, han sido pisoteadas por un ciudadano arrogante y caprichoso, con ínfulas de dictador. ¡Una dictadura JAMÁS será democrática! Pero los medios de comunicación del exterior buscan hacer énfasis en los actos vandálicos perpetrados por simpatizantes del ex presidente, cuando dejan omitidas a las decenas de miles de compatriotas que, a una voz y frente a la casa de Dios se unen sin importar colores políticos ni estrato social ni religión para EXIGIR el respeto a nuestra democracia y nuestra SOBERANÍA.Honduras se ha unido, en estos momentos de conflicto, más que nunca en nuestra historia. Peleamos una causa justa y nos entristece que se tenga que llegar que estas instancias para lograr que la libertad prevalezca. El señor Zelaya fue electo democráticamente, si, pero también así fue electo Hitler, una elección no lo hace más que las leyes. Condeno la violencia que ha manchado a mi país, pero no condeno el resultado. Extirpar un cáncer es doloroso, pero si no se extirpa, MATA. Esa es una lección que mi país le ha dado al mundo, un mundo que aprenderá mucho de esta acción. Una vez más, les pido respeto y apoyo al país, y que se entienda de una vez por todas que ningún presidente extranjero tiene autoridad de "exigirnos" nada a nosotros como hondureños. Aprovecho para hacer un llamado a los pueblos Latinoamericanos que son oprimidos bajo gobiernos sedientos de poder y egoístas, que promueven una falsa democracia, que se levanten y se hagan oír. Las leyes amparan a todos los ciudadanos dispuestos a hacer un sacrificio por mantenerlas. Por lo tanto condeno la intromisión del presidente Chávez y cualquier otro, a este asunto nacional, puesto que la Soberanía de mi país pesa mucho más que el cargo que él ostenta en el suyo, el mismo mensaje a todos los presidentes que condenan a mi país por oponerse a un mal manejo de manos de un presidente incapaz como Manuel Zelaya.A los hondureños les pido unidad, madurez y sensatez. No es posible que la ley prevalezca en un estado conflictivo y divisorio. Todos compartimos esta nación, todos trabajamos en este país y comemos del fruto de nuestras tierras. Repudiemos los actos ilegales que ofenden a Honduras, vengan de quien vengan, entendamos que todos tenemos el derecho de ser escuchados pero que este derecho solo lo adquirimos cuando cumplimos el deber de educarnos. Amemos nuestra constitución y lo que representa, no dejemos que la sangre de los próceres que entregaron su vida para defenderla quede en vano, pero tampoco permitamos que más sangre se derrame por quienes no la cumplen. Debemos dar nuevas fuerzas a la palabra “LEY” y ponerla sobre todas nuestras intenciones personales antes de actuar. Que el pertenecer a este país tan diverso y hermoso sea sinónimo de educación y progreso, el cual solo se alcanza con transparencia y trabajo. Los invito a que dejemos a un lado las diferencias que personas malintencionadas pudieron sembrar en nosotros, que este país sea más que una extensión de tierra en el mundo, que sea una parte de nuestro ser, de quien somos y de quienes queremos ser.Dios bendiga a Honduras, y que de una vez por todas, la paz reine en este país y en Latinoamérica en general. No dejemos que el miedo ni la acusación desinformada nos desanimen, toda acusación sin información es una acusación tonta. Mi país es un país de gente inteligente y pensante, que el mundo nos escuche, que nos entienda y que rectifique su opinión. Confío en que la comunidad internacional abrirá los ojos como los hondureños lo hicimos. Así mismo espero que la verdadera democracia llegue pronto a Honduras y Latinoamérica y que no se vaya jamás. Respetemos nuestras naciones, y hagámoslas respetar. Que los presidentes que el futuro prepara para este continente sean temerosos de Dios y respetuosos de las leyes, que sean buenos cristianos y honrados ciudadanos. Dios bendiga Honduras, Dios bendiga este continente y que él ilumine a quienes lo gobiernan.