lunes, 2 de junio de 2008

El Caudillo Bufón

Por: Iván Olaizola D'Alessandro - Iolaizola@cantv.net - Justo regresamos de España, de un viaje de trabajo y descanso, bueno lo de descanso es ahora cuando llegamos, y retomo a mi paraninfo. Después de un mes fuera todo sigue igual en esta bolivariana república, bueno más igual. Disparates gubernamentales, paros, protestas, reclamos, promesas, cadenas, el mismo tipo con peor es dislates. Europa muy cara (España y Francia), bueno es que el bolívar fuerte es más débil que la lienza yaracuyana y con lo del cupo de Cadivi hay que llevar una contabilidad diaria de los gastos. Cambiarlos euros a dólares, estar pendiente de las fluctuaciones de esas monedas, calcular las comisiones bancarias y luego los dólares llevarlos a bolívares, bueno menos mal que existe la hoja de Excel para agilizar esas operaciones. Hace dos años cuando anduve por esos lares la imagen del teniente coronel era bastante buena, hoy el cambio es de 180 grados. Sinceramente, aun siendo uno antichavista radical, da pena ajena, se ruboriza uno con la opinión que emiten de "nuestro señor presidente". Universitarios, taxistas, vendedores, camareras, jóvenes, viejos, hombres, mujeres, sudacas, catalanes, andaluces, madrileños, gente común y corriente. La prensa, casi a diario lo menciona, o mejor lo denigra, se burla de él. Hasta es parte de la letra de una canción. Anécdotas muchas. En una rambla en Tarragona unos niños de regreso del cole, nos pasan a un lado cantando el chiki-chiki, de Chikilicuatre: "lo baila Zapatero, lo baila Hugo Chávez. El señor del taxi nos pregunta "y hasta cuando aguantan al jilipollas". Un peruanito de nueve años nos dice "Ah yo conozco a Hugo Chávez" le preguntamos que quien es Hugo Chávez y nos responde "Un comandante guerrillero que regala dinero". El joven del bar, cuando nos trae unas claritas y unos montaditos nos pregunta "y como esta el loco de ustedes, sigue hablando". El catedrático que visito en la Universidad de Salamanca me comenta sobre el peligro que representan los gobiernos populistas para los pueblos que los sufren. Don Francisco, el dueño del piso donde viven nuestros hijos y nietos, nos saluda cordialmente y nos comenta: por fin hasta cuando van ustedes a aguantar a ese bueno para nada. Y así en Madrid, en Alcalde Henares, en Toledo. Luego en Barcelona, en Carcassonne y Lourdes (Francia), en Pamplona, en Zaragoza. Total que la "popularidad" del teniente coronel en Europa es inmensa, pero nos hace avergonzar. Para remate buena parte de la prensa española se hace eco de una polémica, si es que se puede llamar así, entre "el embajador de Chávez" y el académico Luis María Anson. Éste último ha escrito varios artículos muy críticos hacia el teniente coronel donde lo llama el"caudillo bufón" y el embajador, suponemos que siguiendoinstruccionesprecisas de Caracas o para congratularse, le envió una carta al El Imparcial "conminando" a don Luis María a que demuestre lo escrito, al mejor estilo de la libertad de expresión de la revolución. Lógicamente que logró la respuesta debida. El miembro de la Real Academia Española"con todo respeto y escaso gusto" le sacudió las pruebas en su cara. Al llegar a Maiquetía, aeropuerto que ha mejorado mucho en su infraestructura, los trámites de ingreso me hicieron recordar cuando uno regresaba a Venezuela en la época del dictador Pérez Jiménez. La cola de los "diplomáticos" era mas larga que la de los pasajeros comunes. Afuera ahora pululan vendedores ambulantes y de seguidas la conseja: amigo tenga cuidado con el transporte que toma, hay muchos atracos. El conductor que nos sube a la capital arranca, con un empujoncito, a despotricar del teniente coronel y a comentarnos sus últimas locuras. Me pregunta: "mire doctor usted cree que si Cuba fuera, como dice el comandante, el país mas feliz del mundo, la gente se fugara de allí, y si nosotros fuéramos, como él también dice, el segundo en esa materia habrían tantos compatriotas tratando de irse aotros países a buscar mejor suerte", mire", continúa, "o ese tercio esta loco de remate o se quiere burlar de todos nosotros". Cuando intento responder mi mujer toma la palabra y le da toda una explicación de una teoría que ella tiene sobre el particular y al final le espeta "y no pasa nada". El joven conductor le replica:"espere un poquito señora y ya verá que sí va a pasar algo". En esta conversa estuvimos casi tres horas, mientras nos calábamos estoicamente una cola que según se nos dijo era por una protesta de conductores por la muerte diaria de sus compañeros. Al llegar no enteramos que no hay carne y que la epidemia de paperas es culpa de la cuarta república. "Mi amor porqué no nos devolvemos". Mi cielo y con qué trasero se sienta la cucaracha, disfrutemos del segundo país más feliz del mundo, claro después de Cuba y a lo mejorde Haití.

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