Por: Salomón Benshimol R. - benshimol@hotmail.com - LA VOZ - Jueves, 29 de Mayo de 2008 - No volveremos a votar por Manuel Rosales en ninguna otra elección donde yo pueda hacerlo (...) A lo mejor, si pierde en Maracaibo, aspirará ser electo como jefe civil de cualquier población venezolana.. . ¿Hasta cuando nuestros políticos de oposición cometen estupideces?Medité y pensé muy bien para escribir el presente artículo. Consulté a muchos amigos y personas ligadas a mi pensamiento político, no quería pecar de injusto, lo hice porque no entendía el por qué Manuel Rosales quería repetir en la Alcaldía de Maracaibo. Pensaba que la lógica no podía permitir que un hombre que ha sido gobernador y candidato a la Presidencia de la República, pudiera volver aspirar a un cargo ya superado. Lo natural era que mantuviera su prestancia política y se volviera a presentar como candidato a la Presidencia de la República en el momento indicado, sin embargo para Manuel Rosales, pienso, prevaleció más su ambición de poder y la máxima del "agarrando aunque sea fallo", que conservar su ya ganado status político a nivel nacional e internacional. Algo que nos hace dudar de la buena voluntad de Rosales, constituye la cantidad de denuncias que se tejen a su alrededor sobre la presunta utilización de los recursos de la Gobernación del Zulia para imponer, como lo quiere hacer, su candidatura a la Alcaldía de Maracaibo. Ojo, no es que comparta la tesis de Primero Justicia -nada más lejos de eso y de esa tolda política a la que adverso total y profundamente- , sino que me someto a una realidad que no puede negarse ya que están a la vista las ambiciones personales y desmedidas de Manuel Rosales. Es importante recordar que cuando fue nombrado candidato presidencial fui uno de sus aliados y voté por él, creí que realmente era el hombre que podría salvarnos del desastre en el cual vivimos, pero me equivoqué, gracias a Dios a tiempo para no repetirlo otra vez. Hoy pienso que realmente su derrota fue mejor que su victoria, ya que de haber ganado la Presidencia de la República, quién sabe a dónde nos hubiera llevado con ese desatinado criterio político que hoy queda demostrado, con esa "Rosalada" de lanzarse en la búsqueda de una Alcaldía -aunque sea la de Maracaibo que viene siendo tan importante como la mejor del país y que realmente necesita a un hombre capaz.
Deseo aprovechar la oportunidad para pedirle a la oposición, que las elecciones de candidatos para ocupar los puestos de gobernadores y alcaldes se realicen en la más estricta conducción democrática, y que no dejen dudas de que el candidato electo sea el que verdaderamente tenga la aprobación del pueblo opositor y no como las elecciones de Manuel Rosales, para alcalde de Maracaibo, la de Liliana Hernández para la Alcaldía de Chacao y la posible escogencia de Carlos Melo por COPEI para Alcaldía del Municipio Libertador, que dejan y reflejan dudas bastantes razonables sobre la forma como escogieron a esos aspirantes. Solo hablaremos de estos tres por ser los más públicos y notorios pero sabemos de muchas otras candidaturas que están viviendo momentos de una posible división de los opositores en los municipios y entidades federales que participarán en el proceso electoral de noviembre. Como muestra deseo reseñar que en nuestro caso no volveremos a votar por Manuel Rosales en ninguna otra elección donde yo pueda hacerlo y él participe, opinión que comparten hasta hora el 70% de los que he entrevistado con el fin de conocer su sentir sobre la absurda decisión -la "Rosalada" de haber optado por ser el Alcalde de Maracaibo. A lo mejor, si pierde en Maracaibo, aspirará ser electo como jefe civil de cualquier población venezolana.. . ¿Hasta cuando nuestros políticos de oposición cometen estupideces? En el caso de Chacao, no están muy de acuerdo en votar por Liliana Hernández, ya que ella no reúne las condiciones para ser elegida como la alcaldesa de su Municipio, piensan que ella estaría mejor en uno como Sucre o Libertador, ya que su misma condición de ser peleona le ayudaría mucho y por otro lado una gran mayoría piensan que su elección fue a dedo y no por realidades. Debo confesar que el primer estupefacto por la respuesta tan lapidaria sobre las aspiraciones de Liliana Hernández, fue este periodista, a mi me sorprendieron, creía que ella estaba sobrada en Chacao, pero esas son las cosas que la gente dice en la calle y al parecer los políticos de la oposición no quieren ni desean escuchar, lo grave y lamentable del asunto es que si los candidatos escogidos no reflejan la voluntad popular el pueblo no saldrá a votar y perdemos la oportunidad de asentarle el golpe democrático final a este oprobioso régimen de Chávez.
A esos políticos de escritorio debemos recordarles que aunque Chávez cada día está más solo, no es menos cierto que todavía cuenta con 30% de los votos duros de los electores venezolanos que serían suficientes para derrotar a una oposición dividida. Por favor, piensen en Venezuela y no sigan pensando en sus ambiciones personales.
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