Por: Alberto Franceschi G. - A mí no
puede serme indiferente el papel que haga Capriles el 7 de octubre, si es
que llegamos allá.
Estoy convencido como la mayoría del país que este gobierno si es derrotable, porque es tal la torta que están poniendo, desde hace tanto tiempo, que aquí hay votos pa´ tirar pal´ techo, de rojitos incluso, que le reviren a esta manga de incapaces, agarrados al poder como sanguijuelas, porque de ello dependen sus insolentes privilegios de enriquecimiento ilícito y el meretricio de justicia que les permita seguir en la impunidad de sus delitos.
El fraude camina parejo a la tontería de creer que el CNE es pulcro, cuando es de sobra conocido y demostrable que es un nido de chavistas que garantizan al jefe su perennidad en el poder.
Sólo que hay o viene pronto, un escenario atípico, realmente inédito en estos 14 años y es que en las cúpulas chavistas están percibiendo que la manguangua está llegando a su fin.
El Comandante un día de estos ya no tendrá fuerzas o presencia para imponer ninguna conducta de incondicionalidad y la guerra de fracciones en el PSUV daría por seguro que se van por las cañerías el grueso de las aspiraciones de los caudillines sustitutos.
Ellos saben lo que nosotros sabemos: sólo Chávez que les mantuvo la arepa redondísima durante estos 14 años, pese a miles de peligros acechantes, ahora al estar impedido, sencillamente les deja a la deriva, porque ninguno está a la altura de los tobillos del déspota para lograr la cohesión de esa federación de odios intestinos que es el PSUV y la tentación de demasiados, es el salto oportuno de talanquera, porque ya ven como irremediable que la fiesta terminó y no es bueno dormir la pea entre los escombros de esta parranda, que está muriendo en medio de un gran aguacero de piedras e improperios lanzadas desde el vecindario molesto.
Pero vayamos a lo nuestro, hacia lo que es necesario seguir discutiendo, para no andar de triunfalismos de autómatas. Somos distintos a los del “pensamiento único chavista” como para imponernos también un “pensamiento único de oposición” por demás imposible. Así que a quienes les moleste que no seamos del “coro de solo aprobaciones”, no tendrán más remedio que soportarnos.
Como es sabido, todo candidato enloquece grados más grados menos y empieza a creerse su propio cuento. Posan de invulnerables y eso puede ser positivo, porque les da coraje y decisión, pero cuando tratan de creer, al propio tiempo, que siempre se la están comiendo, así digan estupideces, allí es donde se hace visible que el candidato estaría auto secuestrado y solo, con su pequeñísimo círculo de íntimos.
Esos, los adulantes de siempre, que tanto daño hacen, solo alabando y endiosando de tal manera al prospecto, no solo se hacen insufribles, sino que hacen al candidato carente de cualquier criterio objetivo, para evaluar la marcha de la propia campaña y de su rol. Y sobre todo y muy particularmente del mensaje. Y si este no logra una elaboración cuidadosa y una promoción colectiva, del más alto equipo político competente, pasa a convertirse en un rosario de simplismos de completo autodidacta, a quien le suena musical su propia voz y cree decir solo genialidades, cuando solo alcanzó a pronunciar alguna liviandad digna de Alcalde de pueblito llanero.
La MUD tiene mil defectos y carencias, pero es un hecho que está compuesta por la gente más competente de la clase política que hace vida en la oposición.
Tengo la impresión, precisamente por seguir de cerca el mensaje del candidato, que la MUD no tiene mayor injerencia en la conducción política de la campaña, que debe haber quedado en manos de los más íntimos colaboradores del señor Capriles, a saber Armando Briquett y López el secretario de gobierno de Miranda.
Porque allí andan sueltos, los dirigentes de la MUD, sobre todo los ex-candidatos de las Primarias, como ánimas en pena, inorgánicos y con ocasionales brillos propios, que o bien parecieran impedidos de subirse al famoso autobús, o más bien bajados a la fuerza en la primera parada.
¿Sabe Capriles que no hay hombres ni mujeres providenciales para llegar y sobre todo para tomar y mantener el poder?
Estamos fritos y lo digo de una vez, si la MUD, para bien de esa candidatura, no asume la conducción de la estrategia del candidato y el grueso del posicionamiento político que se haga sentir, como la plana mayor de un nuevo gobierno, que resulte de la derrota de esta gente y que se les vea como portadores de un nuevo régimen, en todo y por todo distinto a la piltrafa que está llegando a su fin.
¿Quién puede creerse el cuento de hadas, que sustituir al chavismo en el poder es solo una cuestión de caer simpático a los votantes rojitos y ganar por algunos puntos la elección de Octubre?
Reconstruir el Estado bajo la fórmula de un nuevo régimen, que pueda operar y resolver la enormidad de calamidades que deja pendiente esta desastrosa gestión, implica, por si no lo sabían, una tarea titánica de miles de dirigentes de primera línea, que con el apoyo entusiasta de millones, pongan a marchar en dirección distinta, creativa y sobre todo correctiva, las miles de jefaturas escalonadas del aparato de Estado, hoy en escombros por la misión de saqueo y despiadada desorganización heredada del chavismo.
Para preparar ese tránsito, por definición traumático, hacia el poder real, no el que eventualmente concedan los chavistas idílicamente, luego de una elección ganada y así reconocida, es que la MUD debe asumirse, con su plana mayor, en una tarea de explicación política distinta a este torneo floral, con el que quiere ganarse esas elecciones y más aún asumir el poder, que es lo que realmente cuenta, porque hay primero que ver si se tiene la fuerza organizada y la decisión para cobrar la victoria, a cualquier precio.
El comando de Capriles está cometiendo el disparate de ningunear a los mejores portavoces de una campaña que debe orientarse a explicar las soluciones de fondo para un país a la deriva y corroído por escandalosas gestiones corruptas, notorias por demás por su incapacidad manifiesta para resolver los graves problemas de la vida cotidiana de los habitantes y esos temas son cientos y conocidos para que valga la pena enumerarlos.
Hay talentos en Venezuela para armar 100 gobiernos de primera. Entre los banqueros, los industriales, los líderes de medios, y entre factores de liderazgo político VIEJO y nuevo, sobran quienes puedan ayudar al señor Capriles a montar una presencia electoral determinante. A veces dudo que él sea capaz de dar la talla, pero asumamos que si, para no tener la tentación de sumarme a los escépticos que abundan y han ido creciendo.
Mi aparente acidez de lenguaje solo busca ayudar y eso nunca lo logran los jalabolas, porque se necesita corregir, cuando aún hay tiempo… después ¿qué sentido tendría decir: “lo dije”?
Estoy convencido como la mayoría del país que este gobierno si es derrotable, porque es tal la torta que están poniendo, desde hace tanto tiempo, que aquí hay votos pa´ tirar pal´ techo, de rojitos incluso, que le reviren a esta manga de incapaces, agarrados al poder como sanguijuelas, porque de ello dependen sus insolentes privilegios de enriquecimiento ilícito y el meretricio de justicia que les permita seguir en la impunidad de sus delitos.
El fraude camina parejo a la tontería de creer que el CNE es pulcro, cuando es de sobra conocido y demostrable que es un nido de chavistas que garantizan al jefe su perennidad en el poder.
Sólo que hay o viene pronto, un escenario atípico, realmente inédito en estos 14 años y es que en las cúpulas chavistas están percibiendo que la manguangua está llegando a su fin.
El Comandante un día de estos ya no tendrá fuerzas o presencia para imponer ninguna conducta de incondicionalidad y la guerra de fracciones en el PSUV daría por seguro que se van por las cañerías el grueso de las aspiraciones de los caudillines sustitutos.
Ellos saben lo que nosotros sabemos: sólo Chávez que les mantuvo la arepa redondísima durante estos 14 años, pese a miles de peligros acechantes, ahora al estar impedido, sencillamente les deja a la deriva, porque ninguno está a la altura de los tobillos del déspota para lograr la cohesión de esa federación de odios intestinos que es el PSUV y la tentación de demasiados, es el salto oportuno de talanquera, porque ya ven como irremediable que la fiesta terminó y no es bueno dormir la pea entre los escombros de esta parranda, que está muriendo en medio de un gran aguacero de piedras e improperios lanzadas desde el vecindario molesto.
Pero vayamos a lo nuestro, hacia lo que es necesario seguir discutiendo, para no andar de triunfalismos de autómatas. Somos distintos a los del “pensamiento único chavista” como para imponernos también un “pensamiento único de oposición” por demás imposible. Así que a quienes les moleste que no seamos del “coro de solo aprobaciones”, no tendrán más remedio que soportarnos.
Como es sabido, todo candidato enloquece grados más grados menos y empieza a creerse su propio cuento. Posan de invulnerables y eso puede ser positivo, porque les da coraje y decisión, pero cuando tratan de creer, al propio tiempo, que siempre se la están comiendo, así digan estupideces, allí es donde se hace visible que el candidato estaría auto secuestrado y solo, con su pequeñísimo círculo de íntimos.
Esos, los adulantes de siempre, que tanto daño hacen, solo alabando y endiosando de tal manera al prospecto, no solo se hacen insufribles, sino que hacen al candidato carente de cualquier criterio objetivo, para evaluar la marcha de la propia campaña y de su rol. Y sobre todo y muy particularmente del mensaje. Y si este no logra una elaboración cuidadosa y una promoción colectiva, del más alto equipo político competente, pasa a convertirse en un rosario de simplismos de completo autodidacta, a quien le suena musical su propia voz y cree decir solo genialidades, cuando solo alcanzó a pronunciar alguna liviandad digna de Alcalde de pueblito llanero.
La MUD tiene mil defectos y carencias, pero es un hecho que está compuesta por la gente más competente de la clase política que hace vida en la oposición.
Tengo la impresión, precisamente por seguir de cerca el mensaje del candidato, que la MUD no tiene mayor injerencia en la conducción política de la campaña, que debe haber quedado en manos de los más íntimos colaboradores del señor Capriles, a saber Armando Briquett y López el secretario de gobierno de Miranda.
Porque allí andan sueltos, los dirigentes de la MUD, sobre todo los ex-candidatos de las Primarias, como ánimas en pena, inorgánicos y con ocasionales brillos propios, que o bien parecieran impedidos de subirse al famoso autobús, o más bien bajados a la fuerza en la primera parada.
¿Sabe Capriles que no hay hombres ni mujeres providenciales para llegar y sobre todo para tomar y mantener el poder?
Estamos fritos y lo digo de una vez, si la MUD, para bien de esa candidatura, no asume la conducción de la estrategia del candidato y el grueso del posicionamiento político que se haga sentir, como la plana mayor de un nuevo gobierno, que resulte de la derrota de esta gente y que se les vea como portadores de un nuevo régimen, en todo y por todo distinto a la piltrafa que está llegando a su fin.
¿Quién puede creerse el cuento de hadas, que sustituir al chavismo en el poder es solo una cuestión de caer simpático a los votantes rojitos y ganar por algunos puntos la elección de Octubre?
Reconstruir el Estado bajo la fórmula de un nuevo régimen, que pueda operar y resolver la enormidad de calamidades que deja pendiente esta desastrosa gestión, implica, por si no lo sabían, una tarea titánica de miles de dirigentes de primera línea, que con el apoyo entusiasta de millones, pongan a marchar en dirección distinta, creativa y sobre todo correctiva, las miles de jefaturas escalonadas del aparato de Estado, hoy en escombros por la misión de saqueo y despiadada desorganización heredada del chavismo.
Para preparar ese tránsito, por definición traumático, hacia el poder real, no el que eventualmente concedan los chavistas idílicamente, luego de una elección ganada y así reconocida, es que la MUD debe asumirse, con su plana mayor, en una tarea de explicación política distinta a este torneo floral, con el que quiere ganarse esas elecciones y más aún asumir el poder, que es lo que realmente cuenta, porque hay primero que ver si se tiene la fuerza organizada y la decisión para cobrar la victoria, a cualquier precio.
El comando de Capriles está cometiendo el disparate de ningunear a los mejores portavoces de una campaña que debe orientarse a explicar las soluciones de fondo para un país a la deriva y corroído por escandalosas gestiones corruptas, notorias por demás por su incapacidad manifiesta para resolver los graves problemas de la vida cotidiana de los habitantes y esos temas son cientos y conocidos para que valga la pena enumerarlos.
Hay talentos en Venezuela para armar 100 gobiernos de primera. Entre los banqueros, los industriales, los líderes de medios, y entre factores de liderazgo político VIEJO y nuevo, sobran quienes puedan ayudar al señor Capriles a montar una presencia electoral determinante. A veces dudo que él sea capaz de dar la talla, pero asumamos que si, para no tener la tentación de sumarme a los escépticos que abundan y han ido creciendo.
Mi aparente acidez de lenguaje solo busca ayudar y eso nunca lo logran los jalabolas, porque se necesita corregir, cuando aún hay tiempo… después ¿qué sentido tendría decir: “lo dije”?
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