viernes, 6 de agosto de 2010

Trucos para desarrollar tu memoria


Por: Carlos Salas - Se te olvidan las llaves o el móvil. Te acaban de dar instrucciones, y ya se han esfumado la mitad de ellas. Te acuerdas de que debes hacer un recado, y al día siguiente se te olvida. Estas cosas te preocupan tanto que piensas que no estás bien dotado. Te equivocas. La memoria es como un músculo: aprende a ejercitarlo y deja de quejarte. Pocas cosas pueden manifestar tanta gratitud como desarrollar la virtud de recordar: lecciones de derecho, instrucciones del jefe, una entrevista, frases pilladas al vuelo en la televisión. Pero también es importante recordar dónde dejaste el móvil o qué es lo que acabas de leer. Existen infinidad de manuales para desarrollar esa capacidad de la mente. El mayor obstáculo de todos ellos es que están escritos para la mente común, para un cerebro estándar, mejor dicho, para un esquema mental regular. Pero no todos tenemos ese esquema. Unas personas son más lógicas. Otras, más ingeniosas. Los hay que tienen una estructura verbal ordenada, y otros, poseen la capacidad de abstraer, pero son más caóticos. ¿Cómo funciona cada cerebro? Antes de practicar cualquier lista de consejos sobre "cómo adquirir una supermemoria" hay que saber cómo funciona el cerebro de cada uno. ¿Y cómo saberlo? No es fácil. Según los expertos en programación neurolingüística, nos dividimos más o menos en tres categorías: los kinestésicos, los visuales y los auditivos. Es decir, preponderan unos sentidos sobre otros: los kinestésicos se fían más del tacto y los movimientos; los visuales, de la vista; y los auditivos, del oído. Distintas categorías - Otros lingüistas opinan que la mente tienes tres tipos de memoria: memoria sensorial, memoria de corto plazo, también llamada inmediata, o de trabajo, y memoria de largo plazo. No tiene sentido obligar a nadie a aprender a recordar con un método concreto. Es mejor dejar que la mente de cada uno encuentre su forma de grabar recuerdos. Esta es una pequeña lista de consejos para recordar mejor. Método de la exageración. Si tienes que recordar algo como un coche o un ventilador, grábalo en tu cerebro con una imagen distorsionada o exagerada. Piensa en un coche fantástico, por ejemplo, que vuela, o en unos rotores de avión. Método del cuento. Cuando te describan una situación, trata de convertirla en un cuento. Es la técnica que usan muchos periodistas para retener información cuando no tienen bolígrafos ni grabadoras a mano. De modo que, a la hora de reconstruirla, es mucho más fácil hacerlo si ponen la moviola. Algunos lo usan para recordar series numerales. Por ejemplo, 747 360 11 9 2010 12 15. Viajaba en un 747 y vi que el avión daba un giro de 360 grados. La fecha, el 11 de septiembre de 2010. Miré el reloj: eran las 12 del mediodía y quince minutos. Método de los colores y el espacio. Especial para los números. Nabokov decía que era imposible pensar números sin pensar en colores. Mucha gente asigna colores a los dígitos: piensa en negro cuando se trata del número 1 o piensa en amarillo cuando se trata del 6. A la hora de recordar largas series de números como los de teléfono, viene mejor asignarles espacios físicos, como lo hacemos en un papel. Pero hacerlo en un papel mental. Método del poema recitado. También para recordar números, lo mejor es recitarlos. Hay números que se quedan grabados por pura eufonía. Los actores aprenden sus largos diálogos, recitándolos una y otra vez. Método de la pausa. Olvidamos lo que hemos leído porque leemos muy rápido. Hay que detenerse, ir atrás, releer y meditar sobre ese detalle. Y si es posible hacer alguna anotación. Leer es releer, dicen muchos escritores. Método de la concentración. Es la precondición para tener una buena memoria. Aprender a concentrarse. La mayoría de nosotros tiene olvidos cotidianos por la falta de concentración. ¿Cómo mejorarla? Disminuyendo ruidos, proponiéndose no despistarse hasta que se termine una labor, apagando móviles, desconectándose de internet. La concentración aumenta la memoria. Y eso se logra con disciplina. Método propio. Inventa tu propio método. Tienes que encontrar el que mejor se adapte a ti estructura mental. Sé imaginativo. Nota: cuando fallan todos los métodos, usa el "Método de la libreta". No te comas el coco. Es imposible memorizar todo, o tener todo en la cabeza en el momento adecuado. Nada tan sencillo como cargar con una libreta e ir anotando los deberes, las cosas que hay que hacer, los documentos que hay que preparar, las llamadas que hay que efectuar. Ahora con los móviles, puedes hacerlo apretando botones y grabándolo en una aplicación que diga Notas.

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