Por: Antonio Ecarri Bolívar - aecarrib@gmail.com - ¿Por dónde podemos comenzar a hablar de alimentos, medicinas, semillas y cualquier clase de importación que haga Pedeval, hoy bautizada por la picardía burlona de los venezolanos como “Pudreval”, que no implique sentir el olor nauseabundo de la corrupción? Este gobierno está conducido por un mandatario que utiliza una verborrea “revolucionaria” y “antiimperialista”, pero que mantiene a su lado a una cáfila de ladrones y funcionarios corruptos, conscientemente, para poderse mantener en el poder el mayor tiempo posible. Es que como dijera mi abuelita, qepd, “no peco ni venial” cuando sostengo que un mamotreto de gobierno como éste, que pretende vender al mundo la estafa ideológica de un socialismo del siglo XXI fracasado, sólo puede sostenerlo gente de algún talento (sin probidad que es un azote, Bolívar dixit) si se están enriqueciendo bajo el manto “ético” de la izquierda internacional. ¿A quién la va a meter el embuste Rafael Ramírez, por ejemplo, que él es un hombre de izquierda que daría la vida por la revolución, si no estuviera de por medio esa inmensa e inconmensurable cantidad de dinero que maneja a su antojo y capricho en una PDVSA inauditable? ¿A quién engaña Diosdado Cabello con su locuacidad de izquierda cuando de teniente de las fuerzas armadas se ha convertido en uno de los hombres con más poder e influencia y recursos de todo tipo en la “Venezuela socialista del siglo XXI? ¿Dónde está la entereza revolucionaria de Jessy Chacón, cuándo tiene el descaro de aparecer ignorante de la conversión mágica y extra sensorial de su hermanito de “mendigo a millonario” con caballos pura sangre en hipódromos norteamericanos? ¿Cómo mi antiguo y viejo compañero adeco, Aristóbulo Istúriz, nos va a convencer que él es un revolucionario integral cuándo calla frente a la estafa multimillonaria de los banqueros boliburgueses en alianza con Cadivi, el Banco Central y la Tesorería Nacional y se hace el loco cuando alguien le menciona los guisos con las compañías de seguros en el Ministerio de Educación? ¿Quién le va a creer a Hugo Chávez – él que dice que sabe hasta cuando cae la hoja de un árbol – su ignorancia sobre hechos de corrupción sin precedentes en la historia universal del latrocinio, como los denunciados por Henry Ramos entre PDVSA, Cadivi, la Tesorería Nacional y la centrífuga que operaba en la banca corrompida por el mismo régimen y que tampoco sabía del guiso de las importaciones? Neidy Rosal, valiente diputada de Proyecto Venezuela ha denunciado que, en lo que va de año, ya son tres los lotes de alimentos que se encuentran descompuestos y vencidos en los patios de almacenamiento de Pdvsa en Puerto Cabello. Neidy ha dicho a la prensa que “el primero apareció el 26 de febrero, con 120 contenedores de alimentos congelados entre pollo y carne; el día 11 de marzo apareció el segundo lote en el almacén número cuatro con 5.4 toneladas de alimentos; y ahora se hallaron aproximadamente mil 200 contenedores equivalentes a 36 mil toneladas de alimentos como arroz, pasta y leche en polvo, que si no están descompuestos ya caducaron”. El gobernador Henrique Salas Feo, cuando asumió nuevamente la gobernación del estado, estaba preparando un dossier con irregularidades de todo tipo en el almacenaje en Puerto Cabello, cuando fueron recentralizados todos los puertos y aeropuertos de Venezuela con una premura que es ahora cuando nos damos cuenta cuál era su explicación: ponerle la mano a todo el negociado del almacenaje y a las importaciones indiscriminadas para el latrocinio. Por cierto, que no debemos olvidar que quien vino a asumir el puerto de Puerto Cabello fue el mismísimo Diosdado Cabello con una parafernalia de comandos militares para amedrentrar a los porteños y carabobeños que nos oponíamos al despojo. Después del descubrimiento de Puerto Cabello se ha desatado una ola de denuncias de alimentos y medicinas que se han descompuesto en todo el país – Tinaquillo, Táchira Mérida, Yaracuy, Caracas, etc - y la explicación es sencilla, tal como lo dijo el gobernador de Carabobo: si usted está autorizado para importar, tiene el privilegio de recibir las divisas por adelantado a Bs. 2.60; y si dice que necesita, por ejemplo, 500.000 mil dólares para traer alimentos de Argentina y compra 200.000 próximos a vencer, obtiene por ello un descuento, pero el inescrupuloso de allá le factura por los 500,000 obtenidos aquí, así que al pícaro vernáculo, además del descuento por los alimentos casi vencidos, ya le quedan 300.000 dólares que los venderá en el mercado paralelo a 8 bolívares haciendo un pingüe negocio. Ah! pero hay otro guiso: 115 millones de dólares debe pagar PDVAL a la empresa Veconinter por la demora intencional de los containers en el puerto. Este gobierno importó tanto alimento porque era, además del lucrativo negocio de los pillos, para preparar el asalto a Polar y poder mantener un stock para repartir y dar la sensación que aquí no pasaba nada con el despojo a los Mendoza. Eso les salió mal y ahora Chávez se desespera porque sabe que el 26 de septiembre el pueblo le pasará una factura que, si no compensa todo el daño, preparará el terreno del 2012 que sentará las bases para reconstruir a Venezuela de la podredumbre a que la han sumido. ¡Llueve y escampa! PS: Henry Ramos prepara otra bomba de profundidad con la denuncia, bien fundamentada, de todo este nuevo latrocinio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su Comentario