martes, 29 de junio de 2010

El mismo mal


Este junio, varios meses después de concluido el período fiscal de 2009, PDVSA presentó su Memoria y Cuenta "preliminar". Más grave que el atraso en la rendición de cuentas es que las cifras vienen sin la validación de un auditor. Como lo afirma en su blog Gustavo Coronel, las cifras que se muestran en las 339 páginas del informe, son claras al reflejar la "magnitud del desastre" al que se ha llevado a la principal fuente de ingresos de Venezuela. Para 2009, PDVSA tuvo ingresos 42,3% por debajo de los de 2008, para llegar a $72,95 millardos. Las ganancias antes de impuestos disminuyeron 31,1%, de $13,64 millardos de 2008 a $9,39 millardos en 2009. Y los aportes a la nación también se vieron sensiblemente disminuidos, al pasar de $53,12 millardos aportados en 2008, a $23,83 millardos en 2009, 55,1%, menos.Mientras, el total de pasivos asciende a $74,85 millardos, 24,1% más que hace un año. La merma en los ingresos se debió, además de factores políticos y de transparencia administrativa, a la baja en la producción promedio, que cayó de 3,4 millones de b/d en 2008 a 3,0 millones de b/d en 2009. La empresa atribuye esa caída de 400.000 b/d de producción a los frecuentes apagones, generados por la crisis del Sistema Eléctrico venezolano (provocada a su vez, por mala gerencia y falta de inversión), así como a la baja en la producción de gas asociado, en particular, en la cuenca del Lago de Maracaibo donde está concentrado casi 50% de su capacidad de producción petrolera. A la baja de producción se le sumó la caída en 34,0% del precio promedio del barril de petróleo, desde los $86,49 por barril de 2008, hasta $57,08 por barril en 2009. Como consecuencia directa de estos pobres resultados, los aportes directos de PDVSA al desarrollo social y Fonden disminuyeron en 87,3%, al pasar de $14,73 millardos en 2008, a sólo $1,87 millardos en 2009. El informe además da cuenta de algunos detalles que hablan de la mala gerencia, y del fracaso estratégico de la revolución "bolivariana". Uno de ellos es el incremento descomunal de la nómina de PDVSA, la cual sumó en un año a 13.936 personas, para alcanzar a casi 100.000 trabajadores. Esta nómina está bien alejada de los más de 45.000 trabajadores que tenía la empresa en 2002-2003, cuando Chávez comenzó la poda política e indiscriminada de más de 20.000 excelentes profesionales y técnicos. Más grave incluso que la abultada nómina es que hoy la misma empresa se queja de la falta de personal calificado para ejecutar proyectos clave de producción y refinación de crudo y gas. Lo irónico es que éste es un mal que ha generado el propio criterio de "selección" de personal, a lo bolivariano. En definitiva, PDVSA es el espejo del mismo mal por el que agoniza la revolución castrochavista, donde lo que priva es la plaga de la corrupción, mala gerencia y una errada visión de proyecto país.
Disponible en inglés en: www.veneconomy.com a partir de las 4:00 p.m.

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