martes, 5 de enero de 2010

Editorial


EL NACIONAL - Los propios culpables Ramírez y demás De nuevo el ministro de Energía Eléctrica, Ángel Rodríguez, salió a dar la cara por el Gobierno frente al alud de críticas y manifestaciones de los venezolanos. Protestan no sólo por el mal servicio eléctrico sino por las improvisaciones de una política de racionamiento que afecta directamente a los empleados y trabajadores. La gente está muy preocupada porque los nuevos horarios de funcionamiento de los centros comerciales y otros sitios de esparcimiento colectivo obligarán al recorte de la plantilla detrabajadores. Pero la culpa no es del angustiado ministro Ángel Rodríguez, que está recién nombrado, sino de la cuerdita de aduladores de Rafael Ramírez y de su entorno familiar a quienes les dio por concentrar poder y riqueza sin que lalupa presidencial se diera cuenta de los derroches burocráticos y de la falta de previsión del Ministerio de Energía y de Pdvsa. De esa prepotencia y de esa vanidad roja rojita apenas quedó, como máximo monumento al derroche energético, la reconstrucción de la fuente de Plaza Venezuela, donde la luz y el agua que les faltan a los venezolanos son derrochadas como parte de una falsa escenografía de la modernidad. Al final, abochornados, a los Ramírez no les quedó otro camino que encender las luces sólo de vez en cuando, para evitar los regaños dominicales, pero ya el dañoestaba hecho. Ahora sale el ministro Ángel Rodríguez, sencillo "pata en el suelo" como diría Chávez, a sacarle las castañas del fuego a los finos y cómodos boliburgueses que, en vez de estar ocupados desde las alturas de Pdvsa en resolver la crisis energética anunciada no sólo por los políticos sino porlos técnicos de todos los colores y tendencias, se ocuparon de supuestas tareas partidistas y proselitistas destinadas a servir de chaleco antibalas para su desorden administrativo, justificar su obsesión de poder y calmar las ansias de figuración familiares. Nadie puede justificar el hecho de que Pdvsa y el Ministerio de Energía, que cuentan con suficientes técnicos y planificadores de calidad, no hubieran adelantado con precisión la incapacidad del sector estatal para atender lacreciente demanda de energía tanto de la parte pública como de la privada, así como de la comercial. Como diría Groucho Marx (el hombre de humor y no el malencarado Karl Marx) hasta un niño de cuatro años era capaz de saber lo que se nos venía encima. Lamentablemente, nadie en el ministerio o en Pdvsa pidió el modesto auxilio de un niño de cuatro años y el resultado está a la vista: el fenómeno de El Niño, suficientemente estudiado, analizado y previsto en sus ciclos repetitivos de acción y presencia en esta región de América, se les pasó por alto a los rojos rojitos. A lo mejor se estaban poniendo la franela para ir a un mitin. Ahora Venezuela sufre esa irresponsabilidad de los chavistas bolicómodos, que reciben grandes sueldos y viajan en aviones ejecutivos. Son los nuevos burgueses de la V República.

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