miércoles, 11 de noviembre de 2009

¿Te quedas dormido en el trabajo?


¿Duermes lo suficiente? Es la primera pregunta que debes hacerte. Los médicos recomiendan que durmamos 8 horas para recargar nuestro cuerpo. Pero la mayoría de nosotros llegamos con menos energía que el conejo que no llevaba las pilas del anuncio. Si tu productividad baja y crees que es a causa del sueño, te damos unos consejos para que te despiertes fresco/a como una rosa. Si al llegar al trabajo te sientes cansado, no eres capaz ni de saludar, tu mente no se concentra y estás pendiente del reloj porque no acabas lo que te habías propuesto hacer; es bastante posible que el problema esté en la falta de sueño. Los síntomas que suelen desarrollarse con la carencia de sueño son: Problemas de memoria - Cansancio - Falta de concentración - Problemas para encontrar nuevas soluciones - Irritabilidad - Mal humor - Confusión al escuchar y razonar lo escuchado - Acortamiento del campo de visión - Posibles depresiones, etc. Aquello de recuperar el sueño en el fin de semana, es un mito, no existe. Si tienes que hacerlo, que sea durante las horas que correspondan. Es sano hacer ejercicio. En cambio, los médicos y los especialistas desaconsejan radicalmente hacer ejercicio pasadas ciertas horas de la tarde-noche. Es recomendable dejar un margen de horas para que el cuerpo recupere sus ritmos normales y puedas descansar. El café tiene efectos que pueden durar varias horas. Evítalo el máximo de tiempo antes de ir a la cama. Evita cenas copiosas o de difícil digestión. Deja un poco de espacio para que el desayuno te entre con más ganas. No bebas demasiada agua antes de ir a dormir, o te pasarás la noche haciendo viajes al baño. El tabaco no relaja. Fumar tabaco es malo hasta para eso. El “piti de antes de dormir” te puede dar insomnio. Usa la cama para dormir. No es bueno comer, ni ver la tele en el mismo sitio que vamos a usar para descansar. El colmo llega con los ordenadores portátiles y el trabajar desde la cama. Está totalmente desaconsejado. Al César lo que es del César, y la cama... sólo para dormir. Antes de acostarte haz cosas que te relajen, como leer un libro o escuchar algo de música tranquila. No es nada recomendable dormir con la televisión puesta o con la radio encendida. Tu cerebro seguirá funcionando aunque necesites descasar. Duerme con regularidad. Si te levantas a las 8, acuéstate a las 12. Siempre intenta cumplir el mismo horario y habituar tu cuerpo al una rutina de sueño. La técnica del “cinco minutos más” no funciona, pero te indicará que tu sueño no ha sido reparador. Ventila la habitación durante el día para que la noche siguiente puedas descansar mejor. Hacer la cama o la sensación de sábanas limpias es un “plus” para tu descanso. Un buen colchón es importante, sobre todo si sois dos en la cama, para poder descansar sin interrupciones ni dolores lumbares. Puedes echar mano de los remedios tradicionales como la valeriana. Son “pequeñas” ayudas que te relajarán. Si el problema se agrava debes consultar, sin duda alguna, a un médico. El sueño tiene la importancia máxima y si nuestro cuerpo necesita un tercio de nuestra vida para descansar, dáselo. Además, aunque la arruga dicen que es bella, es preferible la de la sábana pegada a tu cara que la de las patas de gallo, y es que la falta de sueño envejece.
http://www.quecursar.com/dormilones-en-el-trabajo-3929.html

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