domingo, 19 de julio de 2009

El socialismo rentista venezolano


Por: Margarita López Maya y Luis E. Lander - De las cerca de 30 misiones creadas por el gobierno, que constituyen sus brazos sociales más poderosos, sólo cinco de ellas tienen asignados recursos en el presupuesto ordinario de 2009: Robinson, Barrio Adentro, Alimentación que incluye Mercal, Che Guevara y Negra Hipólita (El Nacional, 6-12-09). La significativa reducción de ingresos extraordinarios que con seguridad ocurrirá este año, afectará con severidad el financiamiento de todas las no incorporadas al presupuesto ordinario. Igual suerte correrán importantes proyectos de infraestructura como ha sido ya anunciado en el caso del tercer puente sobre el río Orinoco, el Plan Ferroviario Nacional, proyectos de Metro en distintas ciudades del país, carreteras, etc. Nuevas estatizaciones se verán restringidas. Los anuncios ya hechos por PDVSA de postergar o reducir el ritmo de sus inversiones en distintos programas de cooperación internacional, por la misma razón, se verán igualmente afectados. Entre los ajustes que realizará este año PDVSA, además de una reducción del 20% en los salarios de sus altos ejecutivos, se ha anunciado una reducción en los costos y gastos de funcionamientode la empresa de 64%, lo que significa reducir de $17.000 millones en el año2008 a $6.000 millones este año. Esto sin duda implicará una fuerte contracción en los gastos sociales que ha venido financiando la empresa (El Nacional 25-04-09). El socialismo rentista venezolano hasta la fecha comparte rasgos esenciales con el modelo capitalista rentista que le precedió. La vulnerabilidad de la economía venezolana a los vaivenes de los precios petroleros en el mercado internacional sigue intacta. La revolución agraria desarrollada en estos años sigue sin alcanzar las metas diseñadas y revela incluso contradicciones internas, ilustradas por la disminución de la población rural que señalamos arriba. Los abundantes petrodólares hoy como ayer han propiciado innumerables programas y proyectos, que luego no se continúan, o no se ejecutan en coordinación con otros programas cuyos objetivos pudieran ser distintos y hasta contradictorios. La importación masiva de vehículos automotores, por ejemplo, satisface el apetito impositivo del SENIAT, ente encargado de la recolección de impuestos en Venezuela, pero debilita la capacidad de sostener y desarrollar enel tiempo una sustentable industria automotriz. Por otra parte, la posibilidad de establecer y consolidar un modelo económico post capitalista pasa no sólo porla capacidad regulatoria y financiera del Estado. También hace falta la participaciónactiva de otros factores productivos: pequeños y medianos empresarios, profesionales y técnicos, campesinos y trabajadores, a quienes el gobierno en muchas oportunidades ha cerrado sus espacios de acción. Por otra parte han sido débiles los esfuerzos hasta ahora realizados para alcanzar modificaciones importantes en los valores de los venezolanos. Una sociedad rentista con una fuerte cultura política paternalista y clientelar, necesita de prácticas sostenidas distintas si ha de interiorizar valores como la solidaridad y el respeto a la naturaleza. Los procesos sociales participativos que implican la apropiación de nuevos valores que superen el consumismo típico de toda sociedad rentista, requieren de tiempo para su maduración. El gráfico que se presenta a continuación y para concluir permite ilustrar cómo en términos estructurales, casi diez años de bolivarianismo no han podido conjurar una estructura económica que repite los mismos vicios del pasado: el crecimiento de la producción y el del consumo se alejan crecientemente entre si. El creciente consumo es satisfecho por la renta petrolera que financia nuestras importaciones. GR ÁFICO N° 3Crecimiento consumo vs crecimiento PIB no rentista 1950 – 2008 -

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