Por: Ernesto García Mac Gregor - garciamacgregor@gmail.com - En Venezuela, el incapaz, especialmente, si ha recibido una mediana educación, no es víctima de la competencia como en otros países. Protegido por la ignorancia de la mayoría, asciende hasta altos cargos de dirección rebasando prematuramente su nivel de incompetencia (principio de Peter). Por eso hay tanto don nadie, sin credenciales profesionales, técnicas o científicas encargado de ministerios e institutos oficiales. De allí los chascos de esos burócratas quienes reiteradamente fracasan en funciones no respaldadas por el talento o que hacen el ridículo como el caso del Ministro histérico que en un espectáculo público circense fue curado milagrosamente de cinco hernias discales. Es por eso que, salvo escasas excepciones, ningún ministro o presidente de Instituto han logrado resolver los problemas de su gestión. De allí los frecuentes cambios que no reflejan otra cosa que rotación de personal incapaz y la aplicación del retrógrado método del ensayo y error Y si esto ocurre a nivel ministerial qué puede esperarse del resto de la burocracia subalterna. Pero la movida de mata de la semana pasada, con rotación y enroque del mismo personal y eliminación, creación o fusión de ocho ministerios parecía un acto de magia con sombrero, conejo y todo. Ahora hay que cambiar por enésima vez, todos los membretes, sellos, impresos, letreros y similares de estas entidades. La semana terminó aderezada con la prácticamente eliminación del Ejército, la expropiación de Carril, la amenaza a la Polar, boxeo en el AN por parte de miembros del PSUV. Todo fruto de la incapacidad de nuestros funcionarios socialistas quienes han sustituido las virtudes del talento y la aptitud por la mediocridad del compromiso político rojo rojito. Por eso Pdvsa está quebrada, ningún servicio público funciona y la palabra mantenimiento ha sido sustituida por la de reparación. Que oiga quien tiene oídos.
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