Por: Oswaldo Sujù Raffo - Si las cosas siguen como van, mañana las generaciones de venezolanos que hoy son niños preguntarán como se regalò el país, sin que nadie lo evitara. Pareciera temeraria ò pesimista esta afirmación, pero lo cierto es que lo ocurrido en Venezuela en esta dècada, de gobierno bolivarero rojito, no deja la menor duda.. Ni los más recalcitrantes defensores de ese “arroz con mango” llamado “socialismo del siglo XXI”, podrán negar que el Tcnel Dictador, émulo de Pinocho (por lo mentiroso) ha regalado las riquezas y bienes de este paìs, como si fuera una “torta bejarana”, sin entender que su cargo era gerenciar al Estado venezolano y no la administració n de la cantina de un batallón. Con una inmensa red de medios de comunicación de televisión, de radios, de prensa escrita y todo tipo de publicidad dentro y fuera del país, se trata de confundir y de embotar las mentes de los hombres y mujeres de esta tierra de gracia, sin advertirse que es imposible tapar el sol con la mano. Los hechos existen, ocurrieron y ocurren, son pruebas acusadoras ante la Historia y a la vez son “ espadas de Damócles” que penden sobre las testas de los asalariados, que han permitido hasta traiciones de lessa Patria y de lessa humanidad. Se ha regalado soberanía territorial y marítima como es el caso de nuestro territorio esequibo hoy explotado por Guyana y el Brasil, a pesar de haberse luchado por su recuperación desde hace 60 años. Se sigue regalando las riquezas energéticas, financieras y materiales del país con la excusa de una chuleadora hermandad socialista aprovechada por los vivos en detrimento de los pendejos. Los obsequios, a costilla de las necesidades de los venezolanos, otorgadas en medio de vítores y pancartas por el Tcnel. Dictador rebasan hasta el más conformista de los que se ponen franelas rojas para justificar su bozal de arepa… No hay un venezolano que no haya sentido “una madre arrechera“ por las entregas de dinero, bienes y recursos a Cuba, Nicaragua, Argentina, Bolivia, Ecuador, Honduras, Brasil, islas caribeñas y pare de contar. Pero lo que más ofende a nuestro gentilicio es el regalo que se hizo y continúan haciéndose al régimen Castro comunista cubano. Lo que Fidel Castro en su intentona terrorista contra Venezuela en los años 60 no pudo hacer ahora se ha metido hasta en las “ juntas de condominio “ de este país, el regalo diario de 100.000 barriles de petróleo de los cuales solo consume 15.000 barriles y lo demás lo negocia para su propio peculio, es tan abyecto como la triangulación que hace de bienes y servicios. El regalo de soberanía política al régimen castrista se nota con la presencia cubana en instituciones públicas, civiles y militares, ahora hasta en la administració n de puertos y aeropuertos nacionales. Nadie puede negar esta capciosa entrega de un país con tanta historia y tradición libertaria democrática a un régimen tan oprobioso, cínico y retardatario que en pleno siglo 21 cuando el hombre esta conquistando el espacio sideral todavía en Cuba los campesinos cortan la caña descalzos y hoy muestra una pobreza infinita de una sociedad que para 1950 era uno de los países más modernos del área y el mayor productor de azúcar de la región, por cierto hoy la importa del Brasil y Guatemala. No solo hemos regalado lo antes mencionada sino que por la incertidumbre político y social de esta “rebolución bolivarera” estamos regalando lo mas preciado que tenemos, nuestros recursos humanos de técnicos y profesionales egresados de nuestras mejores universidades:¿ Cuántos graduados de Pre-Grado y Post-Grado del Plan de Becas Gran Mariscal de Ayacucho laboran y viven en otros países? ¡Que desangre de excelentes profesionales tan necesitados hoy en este país! Lo mismo pasa con pilotos comerciales, artistas, empresarios y muchos más venezolanos que emigraron a otras tierras. Vivimos momentos de contradicciones quienes debían haber evitado el regalo del país hoy sienten que hasta su tradición, doctrina y deber ser… también lo han regalado. Llegó la hora de las definiciones y de asumir responsabilidades, se dejan engañar los cobardes y los de pobreza mental pues en cualquier parte del mundo la Carta Magna o Constitución de la República siempre estará por encima de cualquier Ley o capricho personal. ¿Hasta cuándo se regalará esta Venezuela tuya, mía y nuestra? La Patria es primero. Fuera los invasores y piticubanos. Hasta luego.
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