martes, 24 de marzo de 2009

Carta no publicada


Por: Carlos Arosemena - Nota: Este artículo no publicado, fue escrito una semana antes del inconstitucional referendo chavista del 15 de febrero de 2009. Al retiro del General, lo reescribo adaptado a su tiempo y a sus circunstancias. Hoy el artículo está más vivo que nunca. Señor General: Al 15 de Febrero de 2.009 yo sabía que pocos días lo separaban a usted de su retiro como oficial activo del Ejército, así como a sus compañeros de promoción y de las otras “ramas”, aunque hoy, todos se encuentran en la calle, sin cargo, triturados por una falsa revolución que emplea mi nombre, profanando mi memoria, mis pensamientos y doctrina y ultraja lo más sagrado por lo que di mi vida que es mi amor por la justicia, la democracia y la libertad. General Jesús González; sé que para el 15/02/09 usted ocupaba el más elevado cargo dónde se jugaba el destino de la Patria. En los predios de Dios no hay secretos y así lo sabe usted y su familia. ¿Qué le pasó? Usted creyó que en su caso siendo “fiel al amo” permanecería en filas algún tiempo más. Sin embargo, según el decir de muchos, la gente incómoda al proceso, nunca ha tenido esa gracia del líder. En estos diez años usted ha visto infinidad de ejemplos. General… así es la vida y así son las circunstancias. Para usted ni para nadie en la República que liberté existe la perpetuidad en el cargo y usted vivió esa experiencia. Así se lo manifesté públicamente al Soberano Congreso de Angostura el 15 de Febrero de 1819. Sin embargo, la ambición, las ansias de poder, el miedo a enfrentar la justicia y la rendición inexorable de cuentas han destruido, ciento noventa años después, con la complicidad de unos Poderes Públicos secuestrados, la alternabilidad democrática establecida en mi nombre, en la Constitución de 1999 y ordenada por mí, en 1819. Cuando usted inició su vida militar, los venezolanos vivían en una República con sus normales diferencias, con un Congreso bicameral como el que les instituí en 1830 y con unos símbolos patrios, orgullo de vuestro gentilicio. Hoy en su retiro, deja atrás a un pueblo que ya casi no tienen identidad como Nación, ni unos símbolos que los unan, sino adefesios impuestos por algunos compatriotas que usted sabe, no tienen la legitimidad del pueblo. Es decir, tienen un país partido en toletes donde se ha sembrado el odio y donde la CIA (Corrupción, Incapacidad y Anarquía) además de la impunidad campea por doquier. Y lo peor, sin instituciones confiables a dónde acudir a obtener justicia imparcial y oportuna. La condición de retirado por servicios a la República y no a una revolución, implica lo que yo llamé respeto. Según mi doctrina; “Ser respetados es más que ser libres; además bajo la dictadura ¿Quién puede hablar de libertad? ¡Compadezcámonos mutuamente del pueblo que obedece y del hombre que manda solo!”. Así que hoy, cuando usted forma parte de la legión de oficiales retirados, comprende que el retiro con respeto y dignidad es vital porque es el camino natural de la renovación de la sociedad, de los ejércitos, de los gobiernos, de los pueblos y de las familias. Recordando, en el purgatorio en el que me encuentro gracias a la política de su tiempo, a la indolencia y complicidad de las Fuerzas Armadas Nacionales y las palabras trilladas que casi a diario oigo de su Comandante en Jefe y sus aspiraciones de permanecer en el poder a perpetuidad, me pregunto ¿qué pensará en estos momentos usted como General retirado, usado y triturado? Para el 2049 es probable que usted tenga 89 años. Al violarse con su ayuda el 15/02/09 la Constitución que en mi nombre aprobó el pueblo en Diciembre de 1999 y reafirmó el 03 de diciembre de 2007 y acatar la soberanía popular de tener elecciones presidenciales transparentes cada seis años, con una sola reelección presidencial Y POR UNA SOLA VEZ, usted, su esposa, sus padres, sus hijos, sus nietos y sus bisnietos verán a un solo hombre y a sus cómplices, dirigiendo por siempre, el destino de sus vidas, sus sueños y sus ilusiones. Desgraciadamente usted olvidó que “…Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el Poder. El pueblo se acostumbra a obedecer, y él se acostumbra a mandarlo, de donde se origina la usurpación y la tiranía…” Vea el ejemplo de Cuba o de Zimbabue por citarle dos. ¿Es esto lo que usted quería para la Patria que liberté para usted y su descendencia? Esta reflexión, recordando el pasado glorioso que la historia nos imprimió en sus páginas y que el Dios Supremo de los hombres nos encomendó en nuestra época se la hago a usted hoy, pensando en los millones de niños que en la inmensidad de esta República, aún no han sido engendrados. Igualmente por los engendrados y aún no nacidos. Por los menores de edad sin capacidad de voto y por los cientos de miles de jóvenes mayores de edad a los que los Poderes; Electoral y Judicial, en complicidad con el Poder Moral, les cercenó sus derechos constitucionales y con ello el derecho al voto en el ilegal Referendo del 15 de Febrero de 2009 a los que usted defraudó. En mis postulados para las generaciones dignas del futuro que aman la libertad, la justicia y la democracia, en las que esperé contarlo a usted y a su descendencia, les dejé lo que en carta a Don Pedro Gual, el 16 de septiembre de 1826 escribí: “...La historia dirá: Bolívar tomó el mando para libertar a sus conciudadanos, y cuando fueron libres, los dejó para que se gobernaran por leyes y no por su voluntad...”. Por ello Señor General Jesús González del otrora Ejército Venezolano, Forjador de Libertades, ya en su retiro y de ser un ciudadano común, vea su pasado como General activo y cuando (desconociendo las causas) permitió se violara la Constitución y la voluntad popular. Ayer usted tenía dos opciones; o se declaraba defensor de la Revolución traicionando a su pueblo y a la Patria, o salvaba la República como lo hizo Leónidas en la Batalla de las Termópilas y nos correspondió a nosotros hacerlo en Carabobo, Boyacá, Junín y Ayacucho. Ayer usted tuvo su tiempo. Hoy es tarde. Sus ejecutorias quedarán registradas y recibirán más temprano que tarde, el juicio inexorable de los hombres y mujeres de ésta gran Nación, de sus padres, sus amigos, sus familiares, su esposa, sus hijos y de la Historia”. Hoy, su retiro forzado nos dice que usted escogió la primera opción. Desgraciadamente no aprendió la lección que “UN SOLDADO UNIFORMADO MANDA MÁS QUE UN GENERAL RETIRADO, así éste tenga cuatro soles de latón

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