Por: Carlos R. Alvarado Grimán - Los venezolanos en los últimos diez años hemos aprendido a leer entre líneas. Es decir, descifrar lo que subyace en cada una de las acciones gubernamentales. Nada parece lo que es. La simulación, el engaño, toda sarta de triquiñuelas rigen la conducta de los principales personeros del chavismo.En una jugada concertada entre el Ejecutivo Nacional y el resto de los poderes públicos del Estado, se aprobó entre otros, la centralización de los principales y estratégicos puertos del país, violando la Constitución Nacional, castrando el progreso de las regiones y usando a las Fuerzas Armadas Nacionales, para arrodillar al pueblo democrático venezolano.Pero ¿Qué subyace en esta medida impopular? Venezuela atraviesa uno de sus peores momentos de su historia. La crisis hace mella en todas y cada una de las áreas sociales, políticas y económicas del país. Enfrentaremos próximamente , la llegada de un tsunami económico que arrastrará hacia la pobreza y la hambruna a extensos sectores de la población.La controvertida ley centralizadora servirá para que el Duce Caribeño mate varios pájaros de un tiro. Este atropello a la Constitución producirá la lógica reacción de la población, lo cual permitirá al gobierno calentar las calles, para enmarcar la crisis económica derivada de la incapacidad e ineficiencia del gobierno, dentro del esquema de la lucha de clases, imputándole a la denostada oligarquía, al imperio y a la oposición democrática la responsabilidad de la crisis económica.En adición permitiría: incautar impuestos regionales para inyectarlos al poder central y así mantener alimentada a la clientela política; utilizar las instalaciones como una fuente de ingreso que le permita drenar recursos, producto de las operaciones portuarias a las militancias mercenarias de las regiones; usar los puertos en operaciones para el narcotráfico, emulando las actividades del General Ochoa en Cuba y Noriega en Panamá, para sustituir parte de los caídos ingresos del petróleo con esta lucrativa actividad; militarización de los puertos, para facilitar el manejo y embarque de material radiactivo dirigido a los países forajidos como Irán y Corea del Norte, evitando la intromisión de las autoridades regionales; habilitar el Puerto del Guamache para el manejo de embarques de material militar sofisticado y nuclear, para alimentar la base militar Rusa a ser instalada en el archipiélago de la Orchila, sin la intromisión de elementos civiles y con la seguridad y reserva que requieren todas estas operaciones militares.Hemos insistido en la creación de un Consejo situacional que bien podría, evaluar y sustanciar parte de todas estas posibilidades o añadir algunas otras que estaría encubriendo la susodicha ley centralizadora. Pero sin lugar a dudas, en esta ley centralizadora, debe haber algún gallo tapao.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su Comentario