Rescatemos la memoria

Por: Juan Carlos Sosa Azpúrua - Hoy reivindiquemos el espíritu de esa Venezuela indignada y ejerzamos la Constitución. Aquel 11, fundamentados en la Carta Magna, millones salimos a las calles para frenar la barbarie. El artículo 350 fue ejercido exitosamente y los que desde el poder ordenaron la activación del Plan Ávila (tanques y soldados), para prender fuego contra los civiles, tuvieron que entregar sus cargos. A partir de un decreto improvisado y torpe, acompañado de pésimas acciones políticas, como darle la espalda al Ejército, y excluir de las decisiones adoptadas a los poderes públicos y regionales, el gobierno de facto arrancó con muy mal pie. Pero los errores cometidos un día en que todo era confuso, y la incapacidad de Carmona, no justificaban el traer de vuelta a quienes habían perdido toda legitimidad en virtud de su enquistado proceder inmoral, ilegal y psicótico. Al activarse el 350, el régimen había sido depuesto constitucionalmente y tocaba a la elite civil, política y militar encontrar una vía legal y efectiva para abrirle la ventana a un mejor destino nacional. Pero esos días emergió a la luz una sociedad muy enferma, acéfala de líderes con la altura necesaria. A la velocidad del rayo, salían en televisión personalidades conocidas fracturando el piso político, militar, mediático y jurídico a los militares y civiles involucrados con la toma de decisiones vitales. La cobardía, mezquindad, vanidad, ambición y personalismo de unos pocos truncaron el logro de la gente común y condenaron el destino de todos a la barbarie que hoy vivimos. Pero los mitos de abril calaron hondo. Aceptar que en 2002 hubo un golpe de Estado es negar el 350 y obviar la mezquindad de una "elite" frívola y corrupta que saboteó el éxito constitucional de aquel día. Hoy reivindiquemos el espíritu de esa Venezuela indignada y ejerzamos la Constitución. Pero antes, una nueva dirigencia ha de unirse con la propuesta que permita vencer (legal y efectivamente) esta tragedia nacional que nos borra el mañana.