lunes, 2 de junio de 2008

El viene por todo. Vamos todos por él


Por: María Margarita Caldera G. - Nuevo festín electoral pautado para el próximo mes de Noviembre trae por añadidura, como ya es costumbre, la consecuente andanada verbal de Hugo Chávez. No quiere ninguna gobernación y/o alcaldía en manos de la Oposición. Necesita el monopolio, el poder concentrado en sus manos a través de sus conmilitones postulados que, con seguridad una vez entrar en posesión de esos cargos saldrán raudos a acatar órdenes sin rechistar so amenaza de reducción de presupuestos, en el mejor de los casos, o la defenestració n, sin vuelta atrás, de las filas del chavismo complaciente, ciego, sordo y mudo que permite la inefable prebenda que es la impunidad para los abusos de poder y actos vandálicos y de corrupción tan comunes y corrientes en estos diez años de desastre, en el peor, más la consecuente descalificació n pública por parte del Líder del proceso. Y es que él, Chávez, lo ha dicho: Hay que ir por todo. Lo quiere y necesita, TODO. No puede haber un resquicio de disidencia que minimice, ni tan siquiera un ápice, la posibilidad de saciar su sed de poder. Y en esa dirección, no en otra, habrá de dirigir su batería. ¿Qué haremos quienes somos la oposición a Chávez Frías?. Visto está que toda la maquinaria comicial venezolana sigue presentando los vicios serísimos y gravísimos creados sin conciencia democrática, que implica un REP grosera y descaradamente manipulado, y un directorio del CNE abiertamente parcializado con el Gobierno. Visto está además que hay una seguridad en el señor Chávez en que podrá pasar la aplanadora que le allane definitivamente el camino hacia la instauración definitiva de la dictadura que aún da sus primeros pasos en Venezuela, porque, tiene en sus manos todo un sistema que le permite presentar como seguro el "por ahora" virtual triunfo de su fórmula. Mal podríamos pensar entonces que la única salida es seguirle el juego a quien viene con ganas de hacerse con TODO, cuando prácticamente TODOS estamos contra lo que ha hecho hasta ahora, lo que dice que hará y lo que plantea él para el futuro del venezolano. Entre las cosas que buscamos con afán los contrarios al régimen gobernante, están la paz social y también la política. Pero una cosa es eso, querer, desear, la paz, y otra, bastante distinta y equidistante, es bajar la cabeza ante los atropellos y amenazas y dejar pasar el momento de hacer sentir que existe la oposición a Hugo Chávez Frías, en nombre de la PAZ, cuando todos los caminos que nos muestra este señor van en sentido contrario a ella. ¿No sería conveniente, necesario, sentar el precedente de un ultimátun que se cumpla en caso de un nuevo atropello?. Algo muy importante, convertido en emblemático, muy digno de ser citado como ejemplo. Pueblos como el de Santa Cruz, de Bolívia que es un país al que quieren sembrarle el chavismo a fuerza de nuestros dineros, tuvo la de imponerse con valentía y decirle no al centralismo y la acumulación de poder en manos de Evo Morales, su Presidente. Ayer dos provincias más de esa misma Nación, Beni y Pando, le dieron su negativa mayoritaria a la misma intención. Allí, en ambas oportunidades, se respetaron los resultados cuando ya se daban por sentadas acciones y reacciones de parte de quienes ejercerían el voto para expresar su voluntad totalmente opuesta al gobierno central. Por qué en Venezuela la manifestación de rechazo a Chávez y sus atrevimientos tiene que ser, siempre, diferida, intermitente, sometida a agarrar vacaciones y descansos cuando debería ser contínua, sostenida. Hugo Chávez lo único que merece como respuesta por parte de quienes somos más en términos reales y no ficticios como esas supuestas mayorías que le avalan sus desmanes, es que le demostremos con la debida contundencia que podemos enfrentarlo en nombre de la democracia, de la libertad de expresión, de nuestras instituciones en general, con las mismas armas electorales que nos propone, pero sin que hayan sido previamente manipuladas como es el caso de un ente comicial contaminado en extremo que es el que tenemos. Tienen la palabra quienes fungen de dirigentes opositores ahora enfrascados en la diatriba política que supone optar por puestos de alcaldes y gobernadores. ¿Acaso no hay posibilidades verdaderas, viables, tangibles, que nos permitan que, si "él viene por TODO. Vayamos TODOS por él"?.

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