lunes, 30 de septiembre de 2013

Diferencias entre un lider y un politiquero venezolano, que no es ni una cosa ni otra

Para un simple jefe, la autoridad es un privilegio de mando; Para un buen líder es un privilegio de servicio.

El jefe piensa y siente “aquí mando yo”;
el líder se inspira convencido de que “aquí sirvo yo”.


El jefe empuja a su grupo;
El buen líder va al frente, comprometiéndose con sus acciones.
El jefe se basa en la autoridad que le “otorga” su cargo; El líder busca ganarse la buena voluntad de su gente.

El simple jefe se basa en su jerarquía;
El líder cultiva su liderazgo.

El jefe necesita imponerse y para eso utiliza argumentos extensos;
El líder siembra convicción y usa ejemplos que tocan el alma de sus colaboradores.
El jefe inspira miedo, amenaza; su equipo le teme, le sonríe cuando está de frente pero le critica en su ausencia.
El líder inspira confianza, da poder a su gente, entusiasmo; cuando está presente impulsa al grupo reconociendo y agradeciendo sus aportes.

El jefe quiere obediencia;
El líder busca motivación. Si temes a tu superior, es jefe; si lo aprecias es un líder.
El jefe busca al culpable cuando hay un error; lo primero que piensa es que el que la hace la paga. Sanciona, castiga, reprende al instante; busca arreglar el mundo con un grito, una infracción, un “llamado de atención”.
El líder jamás apaga una llama encendida, comprende y redirecciona; no busca las fallas por placer sino para rescatar y rehabilitar al caído.
El jefe asigna deberes y ordena, mientras contempla cómo se le obedece.
El líder invita, induce
, da el ejemplo, trabaja con y como los demás; es congruente con su pensar, decir y actuar.

El jefe hace del trabajo una carga;
El líder lo convierte en motivación. Los que tienen un líder pueden cansarse más no fastidiarse, porque el líder transmite la alegría de vivir y trabajar.
El jefe sabe como se hacen las cosas;
El líder enseña como deben hacerse.

El jefe se guarda el secreto del éxito;
El lider capacita permanentemente para que la gente crezca, se desarrolle y lo supere.

El jefe maneja a la gente;
El líder la prepara para que sea mejor que él. Valora y sabe ser seguidor.
El jefe no trata a su equipo como gente, masifica a las personas como si solo fueran números o fichas.
El líder conoce a cada uno de sus colaboradores, los trata como personas, no los usa como cosas.Respeta la personalidad específica de cada quien, se apoya en el ser humano, lo dinamiza y lo impulsa constantemente a superarse.
El jefe dice “vaya”;
El líder dice “vayamos”.

El jefe no busca cambios;
El líder promueve a su grupo a través del trabajo en equipo y forma a otros líderes. El líder consigue un compromiso real de su gente, formula planes con objetivos claros y concretos; estimula y difunde el ideal de una esperanza viva y una alegría contagiosa.
El jefe llega a tiempo;
El líder llega antes.

El jefe espera a la gente en su puesto;
El líder sale a su encuentro. El líder busca mantener un pie adelante del grupo y la mirada más allá de sus seguidores, así inspira su compromiso y lealtad.

El jefe se contenta con el desempeño promedio;
El líder se propone metas fuera de serie.
El jefe defiende su posición;
El líder hace de la gente ordinaria, gente extraordinaria.

El jefe busca reverencia;
El líder compromete a su gente con una misión que le permite trascender y realizarse.


El jefe busca preservar sus privilegios;
El líder le da significado inspirador a la labor y la vida de sus seguidores.

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