martes, 24 de septiembre de 2013

Los alimentos de la felicidad


 

 

 

 

El chocolate

El primer puesto de los alimentos capaces de levantarnos el ánimo lo ocupa el chocolate, elixir de la felicidad desde hace siglos en el mundo entero. El chocolate negro contiene feniletilamina, un alcaloide y neurotransmisor que le aporta al cerebro una gran sensación de bienestar comparable a la que se siente durante las primeras etapas del enamoramiento. En el chocolate también está presente otro alcaloide, la teobromina, capaz de estimular el SNC y de mejorar el estado de ánimo al generar una sensación de bienestar y satisfacción. Pero no debemos olvidarnos de la línea: pasarse con el chocolate porque nuestro novio nos ha dejado no es la mejor idea. El alto valor calórico del chocolate puede hacernos engordar si no se consume con moderación y esto sí que afectaría a nuestro humor, pero en el sentido contrario. Unos 20-30 gramos de chocolate al día son la cantidad ideal para el cuerpo y la mente, y también para la línea.

La miel

Como todos los alimentos azucarados, la miel tiene la capacidad de estimular la producción de serotonina, el neurotransmisor encargado de provocar sensaciones de tranquilidad y relajación, y de endorfinas. Pero al contrario que otros azúcares simples (sacarosa en especial) la miel contiene muchas otras vitaminas y sustancias nutritivas que son buenas para el cuerpo y la mente: manganeso, hierro, yodo, vitaminas A, E, el complejo de las vitaminas B, y el potasio son excelentes remedios para el organismo. Juntos favorecen la absorción del magnesio, principal responsable de la sensación de buen humor que causa la miel, considerada desde siempre como un antidepresivo natural que favorece la concentración y el descanso.

El pollo

Pobres en grasas y ricas en proteínas nobles, las carnes como el pollo, el pavo y la ternera son una fuente de energía de combustión lenta y reducen el apetito favoreciendo la sensación de saciedad. Indispensables para el correcto funcionamiento del organismo, este tipo de proteínas estimulan la producción de dopamina, un neurotransmisor capaz de levantar el ánimo regulando la frecuencia cardíaca y produciendo una gran sensación de bienestar. Además, el pollo es rico en una sustancia llamada triptófano (o vitamina PP), un aminoácido esencial que es bueno consumir con una alimentación equilibrada. Se le define como un precursor de la melatonina (encargada de regular el ciclo sueño/vigilia y, por tanto, el sueño en general), de la serotonina (neurotransmisor asociado a la sensación de bienestar) y de la niacina (cuya carencia puede causar ansiedad, depresión y miastenia).

La guindilla

Importada a Europa gracias a Colón, la guindilla ya se usaba en Asia hacía cientos de años. En nuestro continente está considerada como un alimento capaz de combatir depresiones leves, sobre todo aquellas asociadas a la inapetencia, y de revitalizar cuerpo y mente gracias a las sustancias que contiene. La guindilla es rica en vitaminas que son importantes para el organismo, coma la C, la A y la E, pero también en hierrro, potasio y magnesio, cuya carencia puede provocar estados de ansiedad y melancolía. Además, la guindilla estimula el cerebro para que produzca endorfinas, calmantes naturales del dolor, que a su vez contribuyen a crear una sensación de bienestar general.

La merluza

Al igual que el salmón y el pescado azul en general, la merluza es una fuente de Omega 3 y 6, los llamados ácidos grasos buenos, que no deberían faltar nunca en una dieta equilibrada. Muchos estudios han demostrado su efecto antidepresivo, siendo capaces de contrarrestar los efectos nocivos del estrés cotidiano. Consumidos crudos, los efectos de estos alimentos son mucho mayores, prestando mucha atención a su frescura ya que son fácilmente perecederos. Además, la merluza es uno de los pescados que tienen un mayor porcentaje de triptófano, aminoácido esencial, del que hemos hablado con respecto a las carnes blancas, que posee importantes propiedades antidepresivas.

Los huevos

Quizá no todo el mundo sepa que los huevos, un alimento tan habitual en la dieta española, pueden reducir el riesgo de depresión. Esto se debe a que contienen una sustancia muy importante para regular el estado de ánimo, el ácido pantoténico o vitamina B5, famoso por su capacidad de ayudar al cuerpo y a la mente en situaciones de estrés. De hecho, su carencia puede causar estados de ansiedad, tristeza, apatía y nerviosismo, directamente asociados a un estado depresivo leve. Por ello no es bueno eliminar los huevos de un régimen alimenticio equilibrado, aunque no debenmos olvidarnos del colesterol: los médicos aconsejan que no se supere la cantidad de dos huevos por semana y, preferiblemente, no en las mismas comidas.

Brócoli y espinacas

El brécol y las espinacas tienen innumerables propiedades pero además son excelentes antidepresivos naturales. Estas verduras son ricas en vitamina B9, conocida como ácido fólico, una sustancia capaza de prevenir y aliviar los estados leves de ansiedad y de reducir el riesgo de depresión, incluso de la depresión postparto. Las espinacas y el brécol son los alimentos que contienen una mayor cantidad de esta sustancia y es bueno integrarlos en nuestra dieta diaria para asimilarla al máximo, procurando no cocerlos demasiado de modo que no pierdan todas las propiedades, incluida la antidepresiva.

Los cereales integrales

Los cereales integrales como la pasta, el pan y los copos de maíz, ricos en ácido fólico, pueden ser verdaderos aliados a la hora de luchar contra la depresión. Al ser azúcares de combustión lenta, hacen que el estómago esté ocupado en la digestión durante algunas horas, y al contrario que los azúcares simples, su presencia en la sangre se mantiene constante por mucho tiempo. El resultado es que la sensación de bienestar y de saciedad que aporta este tipo de alimentos nos cambia el humor y nos hace sentir satisfechos y tranquilos. El ácido fólico es el principal responsable de la síntesis de la dopamina, serotonina y noradrenalina, importantes neurotransmisores cerebrales.

Semillas de calabaza y de girasol

Las semillas de girasol y de calabaza son unos excelentes aliados para el buen humor pues son ricos en ácido fólico, importante para prevenir la depresión, y en magnesio. Esto tiene un papel muy importante a la hora de combatir el estrés, el cansancio físico y mental, el insomnio y la sensación de ansiedad. Además, mejora el intercambio de oxígeno en la sangre y es una excelente ayuda para los músculos y la actividad cardíaca.

La acerola

Algunos estudios han demostrado que la vitamina C, presente en muchas de las frutas que consumimos habitualmente, tiene la capacidad de evitar trastornos bipolares y además participa en la producción de la noradrenalina, uno de los neurotransmisores responsables de las sensaciones de bienestar y energía. Las cantidades tienen que ser elevadas pero esto no supone un problema: bastará con comer alguna naranja o algún kiwi más y, si te preocupa tu figura, compra en la farmacia integradores de vitamina C, completamente seguros. La acerola puede no ser fácil de encontrar en el supermercado al tratarse de una fruta procedente de Sudamérica, los otros alimentos ricos en vitamina C son los pimientos, la guindilla, el brécol y los kiwis.

Alubias y lentejas

La vitamina PP, o niacina, presente en las lentejas y en las alubias, así como en otras legumbres comunes, tienen un efecto antidepresivo natural y previene las psicosis más frecuentes. También la tiamina (o vitamina B1) tiene una acción antidepresiva, una carencia de esta sustancia puede resultar en estados de agotamiento mental y sensación de confusión, directamente asociados a la ansiedad, al mal humor y a las alteraciones del SNC. Además, las lentejas y las alubias son fuentes de selenio, que estimula la actividad muscular y cerebral, atenuando la aparición de posibles depresiones leves.

La albahaca

La albahaca posee importantes propiedades relajantes, empezando por su olor: al oler una hojita de albahaca se activan, a nivel sensorial, sensaciones de relajación y de bienestar. Pero la albahaca es capaz de muchas otras cosas: mejora la concentración, fortalece el sistema nervioso y aleja la ansiedad y la sensación de opresión. Un buen remedio de la abuela que nos acompaña desde siempre y que nos ayuda a aliviar el estrés de la vida diaria, porque contiene niacina, tiamina, riboflavina y piridoxina (casi todas las vitaminas del grupo B), y calcio, excelentes aliados para luchar contra la depresión.

El café

Contrariamente a lo que se cree, el café no es malo para el organismo si se toma en dosis moderadas. De hecho, varios estudios han demostrado que la cafeína puede entre otras cosas reducir a la quinta parte la probabilidad de caer en la depresión, sobre todo entre las mujeres. El café tiene la capacidad de bloquear la producción de adenosina, creando una sensación similar a la que produce el cerebro ante elevadas dosis de uno de los neurotransmisores más importantes para el estado de ánimo, la dopamina.

Leche y derivados

Los alimentos a base de leche son importantes en la lucha contra la depresión. Estos contienen algunas sustancias capaces de levantar el ánimo: la vitamina D puede aumentar los niveles de serotonina en el cerebro y una carencia de esta impide la correcta absorción del calcio. Este, a su vez, influye en la dureza y densidad de los huesos que son importantes para evitar estados de agotamiento y debilidad general. En los lácteos también está presente una sustancia llamada tiramina (clasificada como simpaticomimético), capaz de aumentar la producción de adrenalina y de estimular el sistema nervioso simpático de manera natural. Por último, en la leche y en los productos lácteos está presente una cantidad elevada de triptófano, un aminoácido capaz de estimular la producción de los neurotransmisores más importantes para el estado de ánimo (serotonina, niacina, melatonina).

El plátano

El plátano es un remedio excepcional para nuestro estado de ánimo. Contiene muchas de las sustancias antidepresivas que hemos citado hasta ahora como, por ejemplo, las vitaminas del grupo B, la vitamina C, el triptófano, la tiamina, el magnesio y el calcio. De ahí que el plátano pueda ser considerado la fruta del buen humor por antonomasia, a pesar de tener fama de ser muy calórico. En realidad, por cada 100 gr de plátano se ingieren cerca de 65 Kcal, las mismas que con 100 gr de uvas y medio vaso de leche entera. Fácil de llevar a la oficina, al colegio, o al gimnasio, el plátano es la fruta de las mil propiedades, buena para la salud y para el estado de ánimo de adultos y niños.

Tomado de: http://galerias.doctissimo.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Su Comentario