La
de madera es ligeramente mejor. Una tabla plástica nueva es muy fácil
de limpiar, pero después de usar en varias oportunidades un cuchillo
afilado sobre ella, se abrirán grietas en la superficie en las que las
bacterias se pueden esconder.
El lavador de platos puede limpiar muy bien estas bandejas. Sin embargo, el agua caliente no garantiza que mueran las bacterias.
En
las fisuras que dejan los cuchillos en las tablas de madera también
quedan atrapadas las bacterias, pero una investigación de la Universidad
de California, en Davis, demostró que las bacterias no se multiplican
en la madera.
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