Ciudadano
Hugo Chávez Frías
Palacio de Miraflores
Caracas.-
Después de once años de gobierno, es obvio que su proyecto fracasó; porque usted se ocupó sólo de promover su “revolución socialista”, olvidándose de los verdaderos problemas que afectan a nuestra nación. Usted administró la fortuna más grande de nuestra historia y, sin embargo, Venezuela está empobrecida, dividida, paralizada, y al borde de un colapso energético, sanitario y alimentario. Durante su gestión, la anarquía y la inseguridad se han desbordado. Existen mafias del crimen y del narcotráfico, que operan con gran poder e impunidad. Dentro de unos cuantos meses serán más poderosas que el mismo Estado, si es que ya no lo son. Las naciones civilizadas lo consideran un peligro hemisférico, porque usted sólo ha cultivado las relaciones con Cuba, Irán, el fundamentalismo islámico y las FARC, el principal cartel de la cocaína de América; mientras que ofende y agrede a nuestros amigos y aliados tradicionales. Usted actúa de manera arbitraria, prepotente y desequilibrada. Sin duda, ya usted no es capaz de percibir la realidad. En medio de su fantasía, usted cree representar el ideario de Simón Bolívar, cuando en realidad encarna el pensamiento de José Tomás Boves, fomentando el odio y el enfrentamiento entre clases sociales. De estar vivo, El Libertador lo habría tratado a usted como un traidor, por entregarle vilmente nuestra Patria y nuestras Fuerzas Armadas a los cubanos. Cuerpos de seguridad del estado reprimen a estudiantes con la "Garra de hierro". Usted perdió el respaldo popular y en los últimos años se ha sostenido en el poder solamente por la propaganda, la compra de conciencias, el terror y el cierre de medios. Pero ahora será peor: para mantenerse aferrado a su cargo, tendrá que masacrar lo más preciado que tenemos, nuestros jóvenes estudiantes. Usted ha cerrado toda posibilidad de un desenlace pacífico y electoral a la crisis que usted mismo ha creado, porque secuestró los poderes públicos, especialmente el Consejo Nacional Electoral, que comete fraude de manera abierta y descarada. Sus más cercanos colaboradores no se atreven a decirle la verdad, porque le temen, debido a su personalidad caprichosa e irascible. Los dirigentes opositores también sienten miedo, porque una palabra suya significa la cárcel o el exilio. Como consecuencia de todo lo anterior, se avecina un gravísima confrontación social -precedida por el colapso del sistema eléctrico nacional- que lo devorará a usted de primero, y luego a miles de venezolanos inocentes. Todavía hay tiempo de impedir la tragedia, pero eso requiere que usted renuncie y active los mecanismos contemplados en la Constitución para una sucesión presidencial. Nos separan diferencias abismales, pero mi lucha contra usted no es personal. He sido un férreo opositor suyo, pero nunca he ofendido su dignidad, ni le he manifestado odio alguno, a pesar de sus calumnias y ofensas. Me veo obligado a solicitar su renuncia, porque su permanencia en el poder sólo traerá grandes calamidades y, como resultado, usted de todas maneras abandonará la Presidencia, pero en circunstancias mucho peores para el país y para usted mismo. De haberme escuchado en diciembre de 2001, cuando le pedí la renuncia por primera vez, usted le habría ahorrado grandes sufrimientos a los venezolanos y se habría ido con la frente en alto; lo cual, a estas alturas, es ya imposible. Sin embargo, si usted renuncia ahora, al menos no será recordado como el causante de una gran tragedia nacional.
De: Alejandro Peña Esclusa
Presidente de Fuerza Solidaria
ape@fuerzasolidaria.org -
Hugo Chávez Frías
Palacio de Miraflores
Caracas.-
Después de once años de gobierno, es obvio que su proyecto fracasó; porque usted se ocupó sólo de promover su “revolución socialista”, olvidándose de los verdaderos problemas que afectan a nuestra nación. Usted administró la fortuna más grande de nuestra historia y, sin embargo, Venezuela está empobrecida, dividida, paralizada, y al borde de un colapso energético, sanitario y alimentario. Durante su gestión, la anarquía y la inseguridad se han desbordado. Existen mafias del crimen y del narcotráfico, que operan con gran poder e impunidad. Dentro de unos cuantos meses serán más poderosas que el mismo Estado, si es que ya no lo son. Las naciones civilizadas lo consideran un peligro hemisférico, porque usted sólo ha cultivado las relaciones con Cuba, Irán, el fundamentalismo islámico y las FARC, el principal cartel de la cocaína de América; mientras que ofende y agrede a nuestros amigos y aliados tradicionales. Usted actúa de manera arbitraria, prepotente y desequilibrada. Sin duda, ya usted no es capaz de percibir la realidad. En medio de su fantasía, usted cree representar el ideario de Simón Bolívar, cuando en realidad encarna el pensamiento de José Tomás Boves, fomentando el odio y el enfrentamiento entre clases sociales. De estar vivo, El Libertador lo habría tratado a usted como un traidor, por entregarle vilmente nuestra Patria y nuestras Fuerzas Armadas a los cubanos. Cuerpos de seguridad del estado reprimen a estudiantes con la "Garra de hierro". Usted perdió el respaldo popular y en los últimos años se ha sostenido en el poder solamente por la propaganda, la compra de conciencias, el terror y el cierre de medios. Pero ahora será peor: para mantenerse aferrado a su cargo, tendrá que masacrar lo más preciado que tenemos, nuestros jóvenes estudiantes. Usted ha cerrado toda posibilidad de un desenlace pacífico y electoral a la crisis que usted mismo ha creado, porque secuestró los poderes públicos, especialmente el Consejo Nacional Electoral, que comete fraude de manera abierta y descarada. Sus más cercanos colaboradores no se atreven a decirle la verdad, porque le temen, debido a su personalidad caprichosa e irascible. Los dirigentes opositores también sienten miedo, porque una palabra suya significa la cárcel o el exilio. Como consecuencia de todo lo anterior, se avecina un gravísima confrontación social -precedida por el colapso del sistema eléctrico nacional- que lo devorará a usted de primero, y luego a miles de venezolanos inocentes. Todavía hay tiempo de impedir la tragedia, pero eso requiere que usted renuncie y active los mecanismos contemplados en la Constitución para una sucesión presidencial. Nos separan diferencias abismales, pero mi lucha contra usted no es personal. He sido un férreo opositor suyo, pero nunca he ofendido su dignidad, ni le he manifestado odio alguno, a pesar de sus calumnias y ofensas. Me veo obligado a solicitar su renuncia, porque su permanencia en el poder sólo traerá grandes calamidades y, como resultado, usted de todas maneras abandonará la Presidencia, pero en circunstancias mucho peores para el país y para usted mismo. De haberme escuchado en diciembre de 2001, cuando le pedí la renuncia por primera vez, usted le habría ahorrado grandes sufrimientos a los venezolanos y se habría ido con la frente en alto; lo cual, a estas alturas, es ya imposible. Sin embargo, si usted renuncia ahora, al menos no será recordado como el causante de una gran tragedia nacional.
De: Alejandro Peña Esclusa
Presidente de Fuerza Solidaria
ape@fuerzasolidaria.org -
http://fuerzasolidaria.org/?p=2900
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