A un asesino

Por: Eleonora Bruzual - ebruzual@gmail.com - Mujeres y jóvenes resarcirán a la Patria de tanto hombre cobarde y sin dignidad... Mi país ha dado un vuelco tan espantoso, que hoy me encuentro escribiéndole a un asesino, un asesino cubano conocido como "Charco de sangre", famoso por su sadismo y sus crímenes y que en febrero llegó para asumir, por todo el cañón, el Poder que la tiranía castrista no puede perder& Le escribo a Ramiro Valdés, ahora gobernador colonial de lo que alguna vez fue una patria soberana. Quiero decirle, esbirro desalmado, que aunque conozca a esa fauna de venezolanos indignos que en cuarteles y palacio de gobierno se le abren de piernas y terminan de entregarle nuestra soberanía, por lo que usted saca buen provecho, existimos otros que asqueados de los sinvergüenzas, le comunicamos nuestra ira. La ira que el invasor despierta y que es incontenible. Le sé un sádico cultor de la maldad y un representativo pillo montador de empresas fraudulentas que ya también tiene aquí. Sé de sus hijos viviendo en "El Imperio" y el cuento de su experticia en electricidad, se refiere sólo a su goce cuando sometía a electroshock a los presos de conciencia. Ramiro Valdés, yo le detesto, y desprecio absolutamente al tropero infame que entregó mi patria a una banda corrompida y desalmada que ensangrentó y arruinó Cuba y aquí está en lo mismo... Un traidor que no merece esta Patria. Decirle que millones de venezolanos enardecidos le deseamos a usted y a Chávez el merecido destino; estoy convencida de que Dios tarda pero pasa factura a los malignos. Ramiro Valdés, cuando el indigno "Comandante" de una milicia sin honor aseguró que era "una estupidez la reacción" de la gente digna contra su presencia aquí, tengan cuidado usted y su capo Castro de que la estupidez no sea más bien vuestra, que insaciables no miden consecuencias& Entérese, esbirro abominable, del valor y la decencia de la mujer venezolana, del coraje de millones de jóvenes. Mujeres y jóvenes resarcirán a la Patria de tanto hombre cobarde y sin dignidad.