martes, 29 de septiembre de 2009

El triunfo de Dios


Por: Ernesto García Mac Gregor - garciamacgregor@gmail.com - Basado en aquella máxima marxista, de que la existencia de Dios representaba una fuga ante la realidad del hombre, se desató la más cruel persecución religiosa conocida por la humanidad. La religión fue borrada de la faz de la Europa y del Asia comunista. Tiranos tan crueles como Stalin y Mao, quienes hicieron ver a Hitler como un niño de pecho, intentaron abolir el “opio de los pueblos” mediante el exterminio y la fuerza. Sin embargo, naciones tiranizadas por el materialismo, como Polonia, no sólo compusieron la música del réquiem al comunismo, sino que ofrecieron el primer Papa no italiano de los últimos cuatro siglos. Sesenta y cinco años después del ensayo soviético, el Estado ruso, mediante la celebración de una misa en el Kremlin, devolvió en 1993 a la Iglesia Ortodoxa, el control de su congregación. La semana pasada el presidente ruso anunció que los estudiantes menores de diez años, que asisten a las 12 mil escuelas pertenecientes a las 18 regiones rusas recibirán clases de religión o de Ética secular. Esta última será la opción elegida por las familias que no deseen que sus hijos reciban en el colegio ninguna formación religiosa. Esta propuesta del Kremlin tiene como objetivo enseñar moral a los jóvenes rusos, después del turbulento período vivido en la nación tras el colapso del ateísmo oficial de la Unión Soviética. En cambio nosotros aquí en Venezuela vamos para atrás como el cangrejo, intentando imponer el comunismo y eliminando la religión de las escuelas. Dios triunfó definitivamente sobre ese efímero y equivocado experimento del siglo XX llamado comunismo y por supuesto que triunfará también sobre este arroz con mango, que nadie sabe exactamente lo que es, denominado socialismo del siglo XXI. Decía Voltaire, que si Dios no existiera habría que inventarlo. Que oiga quien tiene oídos...

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