martes, 7 de julio de 2009

Mensaje al mundo - Atención


Los gobiernos, la prensa y los organismos nacionales e internacionales se han focalizado en el caso de Honduras, en la violación de los derechos de Manuel Zelaya para seguir ejerciendo la Presidencia de esa República.Salvo algunas excepciones, son pocos quienes se han paseado en las múltiples ilegalidades previas cometidas por Zelaya, que pusieron en manifiesto el total menosprecio de ese mandatario a las leyes y Constitución de Honduras.Tampoco quienes hoy se rasgan las vestiduras por la deposición de Zelaya y que aclamaron por la aplicación de la Carta Democrática Interamericana a Honduras, se han pronunciado por la violación del Principio de NO injerencia. Hoy es un hecho público a nivel internacional la abusiva e ilegal intervención del Gobierno de Hugo Chávez en los asuntos internos de Honduras. Menos aún se ha oído de esos gobiernos y organismos que hoy abogan por los derechos "violados" de Zelaya, ni una sola palabra de las continuadas y persistentes violaciones de Hugo Chávez a la Constitución de Venezuela. Ni tampoco de la alteración y manipulación que este mandatario ha hecho de las leyes de la República para adecuarla a su particular proyecto comunista, a pesar de la expresa negativa que una mayoría de venezolanos hiciera al mismo en diciembre de 2007. Incluso, pocos se han hecho eco de las flagrantes violaciones a una amplia gama de derechos humanos que ha ejecutado el Gobierno de Chávez en contra de cientos de miles de venezolanos. Sólo por nombrar algunas de las últimas violaciones a la Constitución, similares a las que se dice se cometieron contra Zelaya, está el desconocimiento a las autoridades regionales y municipales que impunemente hace el Gobierno de Chávez. Gobernadores y alcaldes, legítimamente electos en noviembre de 2008, han sido ilegal y vilmente despojados por Chávez de sus competencias y atribuciones, así como de los recursos económicos, materiales y de infraestructura que por Constitución les corresponde.Es la suma de esta violación continuada a la Constitución, así como la de tantas otras ilegalidades y del irrespeto persistente a los derechos humanos de los venezolanos los que llevaron al Alcalde Mayor, Antonio Ledezma, a emprender una huelga de hambre a partir del viernes 3 de julio desde la sede de la OEA en Caracas. Su objetivo es hacer un llamado de alerta a la comunidad internacional y obligar a la Organización de Estados Americanos a que vuelva su mirada hacia Venezuela. La OEA debe cumplir con su deber frente a un Gobierno que ha estado violando impunemente desde hace varios años no sólo la Constitución del país sino elementales preceptos de la Carta Democrática Interamericana. El mensaje que envían los hondureños y Ledezma es el mismo: Que se exija tajantemente a los gobiernos civiles del Continente a que cumplan al pie de la letra la Constitución de sus países y respeten el Estado de Derecho de sus ciudadanos.

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