miércoles, 8 de julio de 2009

La huelga de hambre del Alcalde


Por: Vinicio Guerrero Méndez - vinguerrero@hotmail.com - Por la libertad de mi pueblo estoy dispuesto a dar gustosamente mi vida, pero por nada, estoy dispuesto a quitarle la vida a otro - Mohandas Gandhi - Una huelga de hambre es una actividad de resistencia pacífica, para forzar a la autoridad correspondiente a cumplir con alguna exigencia de tipo reivindicativo o eliminar algunas reglas o normas que son consideradas ilegítimas por quien la realiza, o sea, una expresión de no violencia o un descontento social. A pesar del pacifismo con el cual se inicia una huelga de hambre, muchas veces ellas pueden llegar a convertirse en un arma muy poderosa contra cualquier gobierno; ya que de llegar a un punto critico, podría dar incluso paso a un levantamiento popular como última secuela de los derechos del hombre (si contamos con la alta popularidad que sostiene el Señor Alcalde Mayor). En efecto, cada hora que pasa el Alcalde Antonio Ledesma muestra su poder y como cera derretida, comienzan a ceder las máscaras. Esta repentina y precisa huelga de hambre, despoja a Insulza de su máscara y endosa un insulto apropiado a esa organización a la cual pertenece. Es evidente que la OEA en manos de este insulso secretario, ha perdido la credibilidad que le correspondía tener y para lo cual fue creada. Antonio Ledesma como buen conocedor de la política, supo prepararle una buena celada ante el mundo y cada minuto de hambre se erige como el nuevo icono de la democracia en nuestro país. Este individuo, ladino de nacimiento, para mantenerse en su cargo de Secretario de la OEA, no le ha temblado el pulso para arrastrarse ante su situación de permanencia secretarial, ha optado por cerrar sus ojos y oídos ante las numerosas solicitudes de ayuda que ha recibido por parte de quienes, creyendo en la capacidad de esa organización, se han dirigido a la misma, con el derecho que les corresponde, a dar a conocer los desmanes y violaciones de algunos gobernantes, y ha decidido plácidamente, hacer caso omiso de los reclamos que recibe y que es su deber atender y propiciar soluciones y no lo hace… Así se da el caso reciente de Venezuela y Honduras. “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. (Art.19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos). Afectuosamente, Imperfecto.

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