miércoles, 15 de abril de 2009

Mucho ruido y pocas nueces


La ferocidad del avance del proyecto comunistoide-fascista de Hugo Chávez en lo interno contrasta con el declive sostenido de la imagen del mandatario y de sus logros en el exterior. Este evidente bajón de la proyección internacional de Chávez afloró en su último periplo por Irán, Japón y China, como nunca antes. Fuera de algunas declaraciones efectistas que ocuparon la atención de la prensa nacional e internacional, el periplo de Chávez y su nutrida compañía fue un fracaso. A pesar de los numerosos acuerdos y millardos de dólares en compromisos financieros, que supuestamente le habrían garantizado sus anfitriones, la verdad pareciera ser que el mandatario venezolano manipuló y desvirtuó la realidad. Chávez realmente no habría asegurado ni un solo dólar de nuevas inversiones o créditos para su país. Por lo menos esto es lo que se deduce de las declaraciones del Gobierno de Japón y representantes de la banca de ese país, así como de las informaciones provenientes de fuentes oficiales de Irán y China. En todo caso el logro mayor del primer mandatario pareciera haber sido ratificar viejos acuerdos y compromisos de proyectos contraídos hasta hace más de tres años.También atinó al enfrentarse por razones insustanciales con sus pares de la región, tal como lo hizo con Michele Bachalet por haber invitado a los “imperialistas” vicepresidentes de Estados Unidos e Inglaterra a la Cumbre de los Países Progresistas de Viña del Mar. Otro de sus grandes “logros” fue el encontrar puntos de afinidad con su par de Sudán, el prófugo de la justicia internacional y genocida Omar Al Bashir, a quien incluso invitó cordialmente a visitar a Venezuela.Otro síntoma del declive internacional de Hugo Chávez se mostró en el encuentro de este martes en Caracas con su par colombiano Álvaro Uribe. Uribe dio cátedra a Chávez con su manejo impecable del arte de la diplomacia; su talante democrático; la declaratoria de su respeto a las instituciones de su país; y la ratificación de que su Gobierno garantiza la seguridad física y los derechos de sus adversarios políticos, así como la independencia informativa y de opinión de los medios de comunicación.Lamentablemente, Chávez, echó a oídos sordos este mensaje de civilidad y democracia. Ello lo demostró cuando posteriormente dejó a flote su ambigüedad política al manifestar por un lado que era amigo del Gobierno de Uribe y de los colombianos, para luego espetar que se le podía acusar de todo “menos de ser enemigo de las FARC”. Ahora, la prueba de fuego para su ascendencia y liderazgo continental, de la que tanto se jacta, la tendrá en la V Cumbre de las Américas a realizarse este fin de semana en Trinidad y Tobago. En esta Cumbre, Chávez estaría buscando enfrentarse de nuevo al Gobierno EE.UU., para seguir dividiendo el norte y el sur: Su reunión previa con los países del ALBA buscaría llevar en bloque una posición confrontacional anti imperialista. Pero, a diferencia de las veces anteriores, cuando enfrentó en una de las cumbres a un Bush que estaba disminuido ante la opinión pública internacional, ahora se topará con un Barack Obama, que tiene muy altos los puntos de la popularidad.Chavéz y su combo podrían enfrentar un gran revés en esta oportunidad, pues Obama pareciera que trae propuestas creíbles para mejorar la integración y ayudar a la región a afrontar la crisis económica mundial. Además el norteamericano le está latiendo en la cueva de Chávez: Se está acercando bilateralmente a Gobiernos amigos del venezolano con propuestas serias y tentadoras y, de ñapa, le comenzó a desbaratar su tema bandera: el bloqueo a Cuba.

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