viernes, 24 de abril de 2009

El Tiempo


El tiempo es un recurso limitado que hay que saber invertir. En cada pensamiento y en cada acción gastamos parte de nuestro tiempo, de manera que quien desperdicia su tiempo, está malgastando su vida. Decimos que el tiempo vuela, sin embargo, sabemos que avanza a un ritmo fijo y predeterminado. Así mismo, decimos que ahorramos tiempo, pero sabemos que no lo podemos ingresar en el banco. Hablamos de recuperar tiempo perdido pero, una vez gastado, resulta irrecuperable. Creemos que el tiempo es un enemigo mortal, pero, tal vez seamos nosotros mismos nuestro peor enemigo cuando se trata de administrar este valioso recurso. Decimos que el tiempo y el reloj están en contra nuestra, pero de hecho, el tiempo se pone de nuestra parte desde el momento que lo organizamos. Algunas personas parecen tener más tiempo que los demás, aunque en realidad todo el mundo tiene exactamente la misma cantidad. La gran paradoja del tiempo es que nadie tiene suficiente, pero todos tienen todo el que hay. Entonces, ¿Es el tiempo el problema, o lo somos nosotros?. Somos nosotros quiénes pagamos el precio de haber malgastado el tiempo, un precio que suele ser alto. Notas de Alec McKenzie, Especialista en la Administración Eficaz del Tiempo GOTAS DE CALIDAD *Conseguir realizar algo bien la primera vez significa ahorrar el tiempo necesario para hacerlo de nuevo *El precio que se paga tomándose el tiempo y las molestias para enseñar a otros cómo lograr que hagan bien su trabajo, se amortiza con creces en el futuro cuando ellos son capaces de realizar el trabajo que Ud hacía. *La concentración de sus esfuerzos en los pocos asuntos de gran importancia que representan el 20% del total, producirá el 80% de los resultados que Ud. espera obtener. *Solo podemos averiguar si lo que hacemos tiene sentido, después de haber identificado las metas que intentamos alcanzar. (Charles Hughes, Texas Instruments) LAS LEYES DE MURPHY PARA ADMINISTRAR MEJOR SU TIEMPO La debida planificación del tiempo puede impedir la formación de muchas crisis y evitar numerosos errores. Conviene recordar las tres leyes de Murphy relativas a la Administración del tiempo: Nº 1: Nada es tan sencillo como parece Nº 2: Todo toma más tiempo del que imaginas Nº 3: Si algo puede fallar, fallará TOME SU TIEMPO PARA AFILAR LA SIERRA George y Bill son dos leñadores que trabajan para una empresa maderera en un bosque de Canadá. Hace algunas semanas, George, cuando le asignaron a Bill como compañero, se veía disgustado. A los pocos días de empezar a trabajar juntos, George comenzó a notar que Bill cada hora se sentaba a descansar unos cinco minutos, mientras el seguía utilizando la sierra para cortar más árboles, y así cumplir las exigentes metas que le había impuesto a ambos su supervisor. Más aún, durante el almuerzo Bill se tomaba todo el tiempo que podía antes de reintegrarse y parecía no preocuparse mucho, mientras él no veía la hora de volver a empezar porque sentía que tenía mucho por hacer todavía. Por todo esto, Bill al finalizar el día se veía menos cansado, en cambio George se veía agotado y agobiado porque apenas pudo superar la meta fijada. El colmo fue cuando el supervisor reportó el volumen de madera cortada por ambos y también Bill superaba la meta fijada para la producción. Todo esto ocurrió de la misma manera durante toda la semana. Ese mismo fin de semana, reflexionando en la tranquilidad de su hogar, George decidió hablar con su compañero. A primera hora del lunes antes de empezar a trabajar. Al llegar le preguntó: - Oye Bill, ¿Cuál es tu secreto para trabajar menos y producir más? - Bill no pareció sorprendido, como si esperara la pregunta y le respondió: - George, te observaba la semana pasada y sabía que me preguntarías eso. Tomé el consejo de un viejo amigo y mientras yo me siento a descansar o después del almuerzo antes de empezar a trabajar, aprovecho el tiempo para afilar la sierra.

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