jueves, 16 de abril de 2009

Más temprano que tarde


Por: Henry Cabello - El intento de encerrar a unos hombres cuya inocencia ha sido comprobada y ratificada en autos, unido a la persecución y al acoso que se le hace, desde el poder central, a los gobernantes genuinamente electos por el pueblo, junto a la indigesta verborrea amenazante y autoritaria del yoyo chacumbele, no ha hecho mas que sublevar los ánimos de una población sometida y continuamente humillada. La burla constante a los preceptos constitucionales, el indignante sometimiento de los poderes a la voluntad real y la descarada intención de apropiarse y someter a lo poco libre que aún queda en el país, son razones mas que suficientes para justificar un estallido popular. En lo personal, poco me importa (para usar un lenguaje un poco mas digno que el presidencial), que me acusen de subversivo. En este país hay algo mas de 10 millones de venezolanos subversivos. Porque si defender la constitución, defender la soberanía nacional, defender los principios sagrados de la libertad y la democracia, es lo que este dictadorzuelo considera “subversión”, entonces, no nos queda otra: seremos subversivos. Pero le pregunto, amigo lector: ¿Quién es mas subversivo? ¿Aquel que detentando todos los poderes arremete contra la constitución, o aquel que, escasamente con el poder de la tinta, intenta defenderla? En todo caso, ese es un planteamiento ridículo a la luz de los enormes problemas que debemos afrontar. Los verdaderos temas que están sobre el tapete, escapan de la diarrea verbal de Miraflores. Los venezolanos queremos que el Sr. Presidente nos explique como es que después de haberse embolsillado mas de 800 mil millones de billetes gringos, hoy el país se encuentra en la necesidad de aumentarnos los impuestos. Queremos que nos explique como es que una juez venal, vendida y arrodillada frente a su jefe, logra el adefesio jurídico de condenar a unos comisarios y unos policías que, de acuerdo con las pruebas presentadas, no tienen nada que ver con los hechos de los cuales se les acusa. Los venezolanos queremos que nos expliquen como es que las cifras de criminalidad se multiplicaron en un mil por ciento, entre 1998 y 2009. Queremos que nos digan como es que luego de ese portentoso chorro de dólares, nuestra gente todavía tiene que invadir terrenos para tratar de edificarse un rancho donde guarecerse. ¿Por qué tanta indigencia? Ansiamos que se nos explique como es que se construyen viviendas en Cuba y en Bolivia, y aquí seguimos con los crespos hechos, aullando a las puertas de los Ministerios para ver si alguien se compadece de los “sincasa”. Exigimos que nos expliquen como es que tenemos que conformarnos con los médicos cubanos de Barrio Adentro, cuando los hospitales se encuentran críticos y en estado de coma. ¡Díganos, “Señor” Presidente, como es que, luego de casi haber logrado nuestra soberanía alimentaria, ahora tenemos que depender de la “agricultura de puertos” para medio comer! Explique su majestad por cuál razón eliminaron el Servicio Autónomo de Sanidad Agropecuaria” (SASA), dejando en la calle a cientos de capaces venezolanos, que vigilaban la calidad de nuestra producción agropecuaria, para reemplazarlos por un puñado de cubanos incapaces. Usted está obligado a explicarle a este pueblo por qué nuestros registros civiles y nuestra oficina de identificación y extranjería están en manos de cubanos presumiblemente del G2. ¿Eso es lo que usted llama “Soberanía”? ¿Por qué sale a la luz un supuesto arreglo con Colombia sobre el Golfo de Venezuela, justo cuando nos visita el Presidente Uribe con su computadora al hombro? El verdadero tema que tenemos que discutir, es el de ese “Poder” Legislativo, que solo sigue sus instrucciones para perseguir a la disidencia y complacerlo en sus caprichos. ¿Un Tribunal Supremo, compuesto por focas aplaudidoras, que solo emiten sentencia previa consulta con los intereses miraflorinos, no es acaso, un tema válido de discusión? ¿Por qué era una “plasta” en su lenguaje procaz, el TSJ cuando dictaminó que no hubo golpe, y ahora, que solo se muestra a su servicio es un honorable tribunal? ¿Y el rufián de la Contraloría, no es acaso sospechoso cuando persigue e inhabilita a lideres de la oposición y hace la vista gorda frente a los aberrantes casos de corrupción gubernamental que todo el mundo conoce? ¿Por qué ahora Baduel es un miserable corrupto y antes era su hermano del alma? ¿Y qué tiene que decir sobre Arias Cárdenas, que lo acusó de asesino y responsable principal de las muertes de Puente Llaguno? ¿Y por donde andan esos siniestros personajes que vimos disparando a mansalva desde ese mismo puente, sobre una multitud indefensa, el 11 de abril de 2002? Y, para responderle a las preguntas que le retuercen el alma (si es que aún le queda), permítame decirle: A) La oposición no tiene uno, sino cientos de líderes, que le están plantando la cara. B) No, no vamos a salir cuando usted lo quiera, sino cuando el pueblo lo diga. No es una asamblea de autómatas que le fabrican leyes a su medida, sino de individuos capaces e independientes. Así que no harán lo que a usted le de la gana. C) Si que existe un proyecto de país, bien claro y definido: un país donde se respete al pueblo; se respeten las libertades individuales y ciudadanas; se fomente una economía libre, con empleo para todos; seguridad social confiable; leyes justas, apropiadas y oportunas; que en lugar de perseguir a la disidencia, encarcele a los malandros y asesinos; donde el petróleo sea verdaderamente de todos, el Presidente se ocupe de gobernar y no de mandar y no se le exija a nadie un carné partidista para ocupar un cargo. Ya se sabe que usted no es capaz de imaginarse un país asi. Pero creálo, su eminencia, ese país ya existe en los corazones y en las mentes de casi todos los venezolanos. En los de aquellos que ya perdimos la esperanza de que pudiera usted rectificar, y en los de aquellos que todavía están dispuestos a concederle algo de sensatez. Pero sepa que unos y otros lo lograremos. Mas temprano que tarde.

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